Publicado originalmente en Nuevos Horizontes, 1 de Diciembre
de 2015 / Este artículo fue tomado y está disponible en: http://www.eldiario.net/noticias/2015/2015_12/nt151201/nuevoshorizontes.php?n=3&-antonio-gallardo-y-el-primer-levantamiento-contra-los-espanioles
Las notables diferencia que, en todo sentido, existieron
entre españoles y sus hijos americanos, los criollos, fueron causales de más de
un conflicto social. El criollo –condenado a cumplir funciones inferiores, a
ocupar cargos secundarios en la administración colonial, a convertirse, como
afirma un cronista, en “criado de lujo” de los españoles– sumó un profundo
resentimiento y fue protagonista de las más importantes revueltas que agitaron
la aparente tranquila vida de los españoles en América. Sumado a este
antagonismo la imposición de elevadas contribuciones a los indígenas
empadronados era también aplicada contra un sector de criollos artesanos
establecidos en las ciudades. Estos impuestos que se cobraban para incremento
de las Cajas Reales, sufrían continuas alzas que más beneficiaban a las
autoridades y recaudadores en desmedro de las clases más desposeídas de la
sociedad colonial.
La actitud de los criollos y naturales frente a estas
determinaciones al principio fueron pacíficas, es decir, muchos se sometían a
estas contribuciones de manera resignada, pero más tarde respondieron con
enérgicas voces de protesta que culminaron en sangrientas sublevaciones.
En 1661, el corregidor de la provincia de La Paz, Cristóbal
Canedo –cuya tarea era administrar justicia y encargarse, en términos
generales, del gobierno local– dispuso un aumento excesivo de contribuciones e
impuestos, que cayeron las mismas sobre la clase artesanal, compuesta por
criollos y mestizos, quienes consideraron la medida como una verdadera extorsión,
avivándose en seguida el descontento y el rechazo a estas medidas. Como los
reclamos y peticiones ante las autoridades no daban resultado fueron pasando al
terreno de la conspiración.
Los artesanos al considerar que habían ingresado en una
verdadera tiranía, la cual, a medida que transcurría el tiempo se hacía
insoportable, al finalizar el mes de noviembre decidieron acabar con el
gobierno opresor y se fijó para el 1 de diciembre de 1661 la fecha del
alza-miento a la cabeza de Antonio Gallardo, alias el “philinco”, un carpintero
perteneciente al gremio de artesanos de la ciu-dad de La Paz.
A partir de la una de la tarde del día fijado, los artesanos
se fueron concentrando en la Plaza de Armas, reunida la gente se dispuso tomar
la Casa de Gobierno, donde el corregidor Canedo disfrutaba de su acostumbrada
siesta. Do-minado los guardias se introdujeron en el edificio, los sublevados:
Antonio Gallardo, Juan de Amaya, Antonio de Orduña, Alonso de la Fuente, el
sastre Luis de Rojas, y Lino Montealegre penetraron en el dormitorio del
corregidor, quien en ese momento estaba en compañía de otros oficiales de
servicio y se entabló una batalla campal en el que resultó muerto a puñaladas
Canedo.
La noticia de la muerte del corregidor y sus acompañantes
corrió rápidamente por la ciudad y los artesanos reunidos en la Plaza ocuparon
de inmediato la Casa de Gobierno saqueando sus pertenencias, dando mueras al
mal gobierno. La ciudad se mantuvo convulsionada por varios días, no había
garantía ni para los criollos ni españoles. Durante estos días, Antonio
Gallardo líder de la revuelta dispuso la disolución del Cabildo, el
desconocimiento del alcalde y del corregidor, luego destituidas
ignominiosamente, y sus puestos fueron ocupados por respetables ciudadanos de
La Paz. Los impuestos y contribuciones fueron mantenidos en sus justos límites
y así aplacar la ira de los contribuyentes, además se implantó un nuevo orden
de cosas basándose en la libertad y los derechos de los individuos.
Por entonces surgió la desacertada idea de atacar Puno y
tomar la mina de Ichocota, Gallardo formó un ejército compuesto por 600 hombres
y marchó al Perú. Luego de una marcha forzada llegó a las afueras de Puno encontrando
a la población preparada para rechazar el ataque. Puno ya había sido alertada
de esta incursión por algunos viajeros, entonces el factor sorpresa que pensaba
tener a su favor le fue adverso. Pese a eso, Gallardo ordenó ata-que frontal
contra las trincheras y fueron recibidos con un nutrido fuego que diezmó las
fuerzas invasoras, hallando la muerte el mismo Gallardo, los pocos que lograron
salvar la vida volvieron a la ciudad de La Paz, donde no se dejó esperar las
consecuencias de estos actos. En seguida fueron tomados presos por las
autoridades coloniales que habían sido restituidas en sus cargos. Luego de
agobiantes procesos fueron condenados a morir descuartizados y sus cabezas
expuestas en picotas en diversas localidades de La Paz.
El levantamiento del 1 de diciembre de 1661, ocurrido en la
ciudad de La Paz, constituye de hecho el primer movimiento revolucionario que
manifestó el rechazo a las medidas dictatoriales emitidas por el gobierno
local impuesto por la Corona española en América.
No hay comentarios:
Publicar un comentario