Fuente: Tarija en la Independencia del Virreinato del Río de
La Plata - Escrito por Eduardo Trigo O'Connor d'Arlach.
Los enfrentamientos entre patriotas y peninsulares se sucedían
en diferentes lugares de la región y de la villa, amagada por Uriondo, Mendez,
Aviles, Mendieta y Rojas, estaba a punto de ser ocupada por los insurgentes.
La situación preocupaba al gobernador José Melchor Lavin que tenía bajo sus órdenes
al segundo escuadrón del Regimiento “San
Carlos” al escuadrón “Blandengues”, al segundo regimiento de “Infantería” y a
una guarnición formada por soldados veteranos.
Ante el riesgo que corrían las autoridades españolas y en razón
de que el combate de Yesera había sido encarnizado, Lavin pidió a sus autoridades
superiores mayores refuerzos, solicitud que fue atendida y que , en
consecuencia, motivo que se le enviara un escuadrón de “Cazadores” e infantes de línea.
Lavin, en dramática escena, formo a sus tropas en la plaza
de Tarija y tras una entusiasta arenga y a la cabeza de los escuadrones “Cazadores”
y “Blandengues” más una columna de infantería marcho para enfrentar a los
patriotas.
Uriondo y los guerrilleros que lideraba, el 14 de octubre de
1816, se reunieron en a las proximidades de la ciudad y con un cañonazo dieron
aviso de su llegada, como desafiando a sus adversarios. 700 infantes estaban
mandados por Rojas y 500 jinetes por Méndez y Avilés. Uriondo con Garay y otros
patriotas, recorrían constantemente la línea de batalla en los campos de
Guerrahuaico.
Lavin en conocimiento de la superioridad de sus tropas engreídas
con las pasadas victorias, acometió con el ímpetu y el arrojo que le eran
peculiares; los guerrilleros lo esperaron a pie firme, amagándolo por todas partes,
viéndose al jefe realista en muy serios apuros para contrarrestar el ímpetu de
las cargas del Moto Méndez y del valiente Avilés, pero al fin pudo más la disciplina
y la táctica de los peninsulares que después de muchos esfuerzos lograron
arrollar a los patriotas, matándoles 100 hombres, tomándoles muchos prisioneros,
75 fusiles, muchos caballos ensillados y el cañón que poseían. Lavin sitio a
Tarija en la tarde de aquel día llevando amarradas a la cola de los caballos,
las cabezas de los prisioneros que había hecho degollar en el campo de Batalla.
El espíritu de los rebeldes no se debilito pero tuvieron que
retirarse a Salinas en razón de que se supo que una división de las tres armas había
salido de Cotagaita con destino a la
villa a órdenes del general Antonio María
Álvarez quien había sido elegido para reemplazar a Lavin en el mando de Tarija.
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