Por: Oskar Cordova.
LOS PARAGUAYOS SE RETIRARON PRECIPITADAMENTE A SUS BASES,
ANTE LA INESPERADA CANTIDAD DE BAJAS ORIGINADAS POR LA VIOLENTÍSIMA REACCIÓN
DEL FUEGO DE LA DEFENSA. EL RESULTADO DE ESTE PRIMER ENCUENTRO MERECIÓ UNA
FELICITACIÓN DEL COMANDO DEL PRIMER CUERPO DE EJÉRCITO A TODAS SUS UNIDADES.
El día 13 de febrero, bien pasado el medio día, una
unidad paraguaya, de la Séptima División (D.7), cuyo valor puede estimarse en
un batallón, se lanzó al ataque al Norte del camino Tunari, con el propósito de
penetrar la defensa y llegar a cortar esta vía. El punto de aplicación del asalto
resultó ser la juntura de los regimientos Campos y Ayacucho, en la que se
encontraba la Compañía Peñaranda pertenecíente al primero y que fue la
mayormente afectada, y Merino del segundo.
La acción tuvo una duración de algo más de una hora y
terminó con el rechazo del ataque. Los paraguayos se retiraron precipitadamente
a sus bases ante la inesperada cantidad de bajas originadas por la violentísima
reacción del fuego de la defensa. El resultado de este primer encuentro mereció
una felicitación del Comando del Primer Cuerpo de Ejército a todas sus
unidades.
Al día siguiente se repitió el ataque paraguayo sobre
algunos puntos definidos de la línea boliviana. Las acciones fueron ejecutadas
siempre con bastante vigor, por pequeñas unidades: compañías y batallones,
entre las diez de la mañana y la una de la tarde, es decir, a plena luz del
día... Comenzó con un nuevo ataque sobre el sector de las mismas dos compañías
que el día anterior, Peñaranda y Merino. El asalto fue tres veces repetido y
otras tantas rechazado, con intervalos mínimos de tiempo para reagruparse y
reforzar sus contingentes sucesivos...
La tercera tentativa fue ensayada en el sector del
Regimiento Cochabamba, por tropas de la Primera División paraguaya (D.l). El
punto elegido, las proximidades del cruce del camino y de la quebrada de
Tarairí. Estos asaltos fueron rechazados en igual forma que los primeros. El
Tercer Cuerpo paraguayo, a hora temprana de esta segunda jornada, hizo su acto
de presencia con una operación de idénticas características frente al Escuadrón
Divisionario que cubría la picada Tarija, adyacente al rio. La reacción de la
defensa fue también parecida a todas las que tuvieron efecto en el Sector
Norte... Fueron apoyados por el fuego de morteros que tendieron a ser confundidos
con disparos de artillería por los combatientes bolivianos. Pero lo que llamó
la atención fue el intenso empleo que hicieron de granadas de mano en los
momentos en que llegaban a estrechar distancias, causándonos bajas. Mas, en el
corto tramo que avanzaron hacia la línea defensiva, se vieron expuestos al
fuego boliviano que se desencadenó con intensidad a lo largo de todo el frente
que atacaban, por lo cual sus pérdidas fueron considerables.
Para la artillería boliviana fue un par de días de
excepcional importancia por la experiencia que ganó.
(LA BATALLA DE VILLA MONTES, TOMO I - GENERAL JUAN LECHIN
SUAREZ)
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