Esta nota fue publicada en el periódico El Diario el 17 de
Abril de 2012.
LA PERNICIOSA ALTURA
Desde el año 1910, la conquista de los cielos
latinoamericanos era una realidad tangible, en casi todos los países de la
región se realizaban cotidianamente innumerables vuelos, no sólo de recreo y
exhibición, sino que ya se buscaba nuevos records de altitud, velocidad y
distancia; pero, en el corazón de Sudamérica, aun no se había realizado el
primer vuelo, en el impoluto cielo de Bolivia sólo los majestuosos cóndores se
enseñoreaban, ya que al ser separado injustamente de su extensa costa marítima,
pervivía enclaustrada geográfica y espiritualmente dentro de las colosales y
místicas montañas de la cordillera andina.
LA MÁQUINA Y EL HOMBRE APROPIADOS
Luego de un serio estudio técnicocientífico, se decidió
adquirir una aeronave capaz de operar en las alturas, es decir, con una
adecuada su perficie alar y un potente motor. De esta manera, en 1919 el
Encargado de Negocios de Bolivia en Nueva York, Julio Zamora, por encargo del
gobierno compró de la fábrica Curtiss Airplane & Motor Company de los
Estados Unidos la máquina apropiada: un triplano Curtiss “Wasp” 18T provisto de
un motor K12 de 400 H.P.1, contratándose además los servicios del eminente
piloto Cap. Donald Hudson y los experimentados mecánicos, Robert O. Albough y
William Birren, quienes arribaron a la ciudad de La Paz vía Arica para
constituirse en instructores de la proyectada Escuela Militar de Aviación.
Mientras que el triplano, que también a través de ese puerto
chileno, fue ensamblado por los mecánicos estadounidenses y el Ing. Germán
Alberdi2 dentro del primer hangar construido específicamente para el histórico
suceso por el Tcnl. Ing. Meredia Villarreal.
EL PRIMER VUELO
Aproximadamente a las 17:15 del memorable 17 de abril de
1920, los diáfanos cielos de Bolivia fueron sometidos por esa histórica
aeronave que llevaba en las alas y el timón de dirección el pendón tricolor. El
Cap. Donald Hudson y el Mec. Robert O. Albough tuvieron la honra histórica de
develar el mito de la altura volando por primera vez en nuestro país.
La impresión y el frenesí del pueblo paceño están reflejados
en esta breve pero elocuente nota periodística de esa época: “…con una majestad
que encaran los colosos que vencen las dificultades de la naturaleza,
evoluciona la nave sobre esta ciudad…atónitos dirigimos la vista al espacio
siguiendo con el sentimiento y con el alma la marcha rápida del avión que
rasgaba los aires dejando tras sí una blanquecina estela”3
De igual manera, otro testigo presencial de esa proeza
consigna: “Una algazara general saludó al intrépido aviador. Vítores, aplausos
que nacían de todos los transeúntes que detuvieron su marcha. Vale decir, se
paralizó el tráfico en la ciudad, porque todos, como electrizados, levantaron
la vista sondeando el etéreo espacio y siguiendo la marcha del triplano…
Tres minutos duró la gratísima sensación que los bolivianos
hemos podido experimentar en estos tiempos de progreso y de civilización”4
UNA NUEVA FRUSTRACIÓN
Después de realizar sucesivos vuelos sobre el majestuoso
nevado Illimani y el sagrado lago Titicaca, maravillas naturales que
impresionaron a Hudson desde su arribo al país, realizó un raid a la ciudad de
Oruro, donde también causó una indescriptible sensación; pero, en el vuelo de
retorno a esta ciudad, el aciago 19 de mayo de 1920, por desperfectos en el
motor del “Wasp”, se vio obligado a ejecutar un aterrizaje de emergencia en
Kañupakasa, Sica Sica, dañando seriamente el aparato.
ESCUELA MILITAR DE AVIACIÓN
Pese a que el 23 de junio de 1920 se promulgó el Decreto
Supremo que creaba la Escuela Militar de Aviación, donde el Tcnl. Donald
Hudson5 estaba consignado como Jefe de Pilotos, al no haberse podido reparar el
triplano ni adquirir aeronaves similares, el gobierno decidió rescindir su
contrato; por lo cual, junto al Albough y Birren retornaron a su país en
septiembre de ese mismo año.
Tuvieron que pasar otros tres largos años para que se funde
definitivamente la anhelada Escuela de Aviación de El Alto (12 de octubre de
1923).
NOTAS
1 La aeronave costó $us 25.000, suma que se incrementó a $us
35.000 con el pago de fletes, seguros y la adquisición de repuestos y
herramientas.
2 Es considerado por nuestra historia como el primer
mecánico de aviación boliviano.
3 El Diario, 18 de abril de 1920.
4 Salas, Ángel “Bonsoir” El Primer Vuelo de Hudson en La
Paz, Revista Aeronáutica No. 23, 1967 Pág. 10.
5 En mérito a su hazaña, mediante Orden General del Ejército
No. 630 de 17 de abril de 1920 fue ascendido a Teniente Coronel.
Les ruego por favor bibliografía de dnd se sacaron los datos,por favor
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