Imagen: Casa de un recolector de caucho de la región
Amazónica Boliviana, en el siglo XIX. Fuente: Franz Keller, The Amazon and
Madeira Rivers, Philadelphia, J. B. Lippincott and Co., 1875. / Por: José E.
Pradel B. Publicado en el periódico El Diario el 17 de Septiembre de 2013.
La exploración de las regiones Amazónicas y Chaqueñas de
Bolivia, tuvo como objetivo el reconocer el territorio nacional, establecer la
navegabilidad de los ríos y a través de ellos buscar una salida al Océano
Atlántico. Para entender de una mejor manera, el diplomático boliviano Manuel
Macedonio Salinas en su obra Navegación de los ríos de Bolivia confluentes del
Madera y Amazonas y Colonización, (Cochabamba, 1858) señala sobre el tema; “Tal
es nuestra actualidad deplorable a causa de que Bolivia está incrustada en los
peñascos de los Andes. Sin embargo, tiene caminos que andan… son multitud de
ríos confluentes del Madera, por donde puede abrirse paso al Atlántico. Así
pues el día en que se remuevan los obstáculos a la navegación, con el
ferrocarril que flanquee las cachuelas, y los buques de vapor que surquen el
Mamoré, el Beni y el Itenes, este país mediterráneo se convertirá en marítimo,
operándose una transformación de sus condiciones geográficas: ese día será el
que señale una nueva era de progreso”.
En ese sentido, varios fueron los intentos para explorar la
región Amazónica, entre los más significativos podemos mencionar: José Agustín
Palacios (1843-1846) 1, José Buza (1846), Lewis Herndom y Lardner Gibbon (1851
- 1852), Faustino Maldonado (1860-1861), Quintín Quevedo (1860 - 1861) 2, Lucio
Pérez Velasco (1870-1875), James Orton (1877), Cura Venancio Sara-bia (1879) y
Edwin R. Heath (1879-1881), entre otros.
Es de esa manera, que narraremos la exploración de Edwin R.
Heath, para una mayor comprensión, Julio Díaz Arguedas nos recuerda sobre este
personaje: “Nació en la ciudad de Janesville (Estados Unidos de América), el 13
de julio de 1839. Se graduó como medico el año de 1863. En 1869 es destinado
como Secretario de la Legación Americana en Chile; luego pasó al Perú como
médico de la empresa del ferrocarril a Pacasmayo, Guadalupe y Magdalena, cargo
que ejerce hasta el 1878 en que vuelve a su patria resuelto a emprender la
exploración del río Beni. En noviembre del mismo año (1878), zarpa de Nueva
York, rumbó al Pará (Brasil), desde donde se dirige a San Antonio del río
Madera; allí es contratado como médico de la Compañía Constructora del
ferrocarril Madera Mamoré, en la que presta servicios profesionales hasta el
año de 1879, en que llega a Bolivia”.
En ese sentido, el citado explorador norteamericano llegó a
la población de Reyes y permaneció diez meses en ese lugar e inició su
recorrido el 3 de agosto de 1880, con el objetivo de visitar los gomales de
Cavinas. En el transcurso del recorrido el Dr. Heath, pasó por los arroyos
Sayuva, Tarene, Enapurera, Tequeje, Undumo, Santa Clara (antiguo puerto de
Cavinas) y Santa Rosa (boca del río Madidi), además de las poblaciones de Todos
Santos y San Antonio. El 14 de agosto llegaron a su primer destinó, la barraca
cauchera “Maco”.
Los días 16 y 17 de agosto acompañado por Antenor Vás-quez
dueño de la citada barraca, bajaron por el río Beni y pasaron por San Juan,
Santo Domingo, California, Etea y San Lorenzo, luego acampa-ron en Santa Ana,
sobre esto escribió: “allí encontramos una familia de indios pacaguaras, que
vivían con don Fidel Endera y le ayudaban en la extracción de la goma y en las
plantaciones de arroz, maíz, yuca plátanos, caña de azúcar y construcciones de
casas. Tanto hombres como mujeres se perforan la ternilla de la nariz,
introduciendo en el agujero plumas por ambos lados, de un tamaño tal que parece
que tuvieran un espeso mostacho. Llevan en las orejas colmillos de caimán”.
Al día siguiente continuaron el viaje llegando a un
campamento cauchero, en ese lugar el señor Vásquez, otorgó un nuevo bote, nueve
originarios y dos funcionarios, después continuaron el viaje atravesando el río
Jeneshuaya. Para el 25 de agosto, sus compañeros se reusaron a continuar el
recorrido y al día siguiente regresaron, luego el 12 de septiembre descendieron
en la barraca cauchera “Maco”.
Después de unos días, Edwin R. Heath, acompañado por el Dr.
Antonio Vaca Diez y nueve originarios de la tribu aranoas, bajaron por el río
Beni, desembarcando el 28 de septiembre en la barraca California, el 1° de
octubre llegaron a la población de Concepción. El 8 de octubre Heath, vió un
arroyo que fluye del sur, al que le dio el nombre de Ivon, en memoria de su
herma-no Ivon D. Heath 5. Al desembarcar en la costa el explorador norteamericano
nom-bró a ese lugar: Antenor, en memoria del cauchero Antenor Vásquez. Al día
siguien-te pasaron un río caudaloso que fluía del norte, a este afluente lo
bautizó con el nombre de Orton, en memoria de su com-patriota explorador James
Orton, sobre esto escribió: “era conocido por los salvajes aranoas con el
nombre de Datimanu –Río de las Tortugas. Se halla su desemboque en el Beni… a 6
leguas de Riberalta. Corre paralelo al (río) Madre de Dios, en una distancia de
25 á 40 kilómetros. Esta formado de los ríos Manuripi y Tahuamanu y se calcula
que las cabeceras se origi-nan en Carabaya” 6.
El 11 de octubre llegaron a los rompien-tes del río Mamoré,
en ese territorio el Dr. Heath, informó a sus dos acompañantes originarios
sobre la situación de su expedi-ción: “¿Entonces, dijo Ildefonso, tenemos
esperanza de no perder la vida? Contéstele que sí. ‘Entonces llamemos Esperanza
á esta cachuela (rompiente), desde que, ha-biéndola pasado, tenemos que vivir’.
¡Po-bre hombre, hasta ese momento había vivi-do bajo la impresión de que eran
pocos y contados los días de vida que le queda-ban! Este es el punto en que (el
explorador, J. P.) Buza, en 1846 refiere que encontró muchedumbre de salvajes”
7.
Después de este hecho, decidió subir al río Mamoré. El 13 de
octubre pasaron los rápidos de Layo y Palo Grande, posterior-mente las caídas
de Bananera y los rápidos Guajaraguassu y Guajamirim. Tras mu-chos días de
navegación llegaron a San Martin, puerto inferior de la población de
Exaltación, de este recorrido detalló: “las autoridades se resistían á creer en
la posibilidad de nuestra empresa y dieron de comer y beber á mis dos indios,
teniéndo-los en su presencia para poder palparlos y tocarlos y convencerse que
eran seres humanos” 8.
Tras muchos días de navegación, el 12 de noviembre llegaron
a Santa Ana, sobre el río Yacuma, desde este lugar se fueron por tierra a
Reyes, llegando el 11 de di-ciembre. Con el transcurso del tiempo, el 27 de
abril de 1881, el Dr. Heath, dejó la población de Reyes, acompañado por el Sr.
Fetermann y su esposa. Al día siguiente, partieron en una canoa tripulada por
seis originarios con el objetivo de visitar el puerto bajo, del cual retornó el
30 de abril.
Los primeros días del mes de mayo via-jaron a lomo de mula
hasta Tumupasa, so-bre este lugar escribió: “se halla situado al costado de la
cadena de los Andes, justa-mente encima de los bosques del contorno, de manera
que, echando la vista al Orien-te, se divisa únicamente un mar de verdu-ra” 9.
Después de navegar muchos días, el 16 de mayo pasaron por una montaña lla-mada
‘Encañada de Bala’ y acamparon en la ribera del río Saius, al día siguiente
pasaron por la boca de los ríos Tuichi y Quiquivé.
El 18 de mayo establecieron un campa-mento sobre las
extremidades de unas montañas erosionadas, posteriormente franquearon el río
Sihuapio y subieron al río Quendeque, luego Chapi y ascendieron al río Beni.
Luego de seis días pasaron por el río kaka o Huanay, llegando a la misión de
Muchanes. El 27 de mayo, uno de sus ayudantes falleció enfermo de tétanos.
Posteriormente el 30 de mayo llegaron a la misión de Santa Ana y fue recibido
por el P. Cesáreo Fernández.
El 1º de junio pasaron por Chivoy, al si-guiente día
acamparon en Huachi. Tras na-vegar muchos días subieron el río Bopi o Wopi,
franquearon los ‘Tres bancos’ y ‘El Mal paso chico’; los rápidos Santa Rosa,
Mal Paso de Ayuna, hasta llegar a Pasto Rico.
El 13 de junio, llegaron a Siguani, descansaron por cuatro
días y continuaron el viaje, franquearon Chaquites, San José, Santa Rosa
Foriati, Evanay y Asunta de Belmonte sobre este recorrido relató: “ahora hemos
dejado atrás nosotros las selvas de la hoya Amazonas, y las monta-ñas son menos
tupidas de vegetación. El valle aquí es más espacioso y abierto” 10.
El 19 de junio pasaron por el río Quinuni y acamparon en
Charobamba, dos días des-pués pasaron el río Tamampaya y la ‘Enca-ñada de
Miñique’. Al día siguiente navega-ron el río Suri cerca del río Miquilla
desembarcaron e iniciaron su recorrido por tierra hasta el valle de Tamampaya,
atra-vesando Irupana, del cual se marcharon el 21 de julio. Luego ascendieron
navegando el río Chungamayo, para el 23 de julio deambularon por Caracato. Dos
días des-pués llegaron a La Paz, del cual escribió: “El gobierno boliviano se
mostró sobre-manera satisfecho de mi empresa” 11.
Es de esta manera, que a través de esta nota, describimos la
destacada labor de Edwin R. Heath, sus trabajos describen la expansión de las
barracas gomeras, que fueron importantes poblaciones fluviales y la
navegabilidad del río Beni. Además, es necesario mencionar, que como un
home-naje a las exploraciones realizadas por este explorador norteamericano, el
Cnel. José Manuel Pando bautizó como Edwin R. Heath a un río que se halla en el
norte de Bolivia, que fluye en el río Amaru Mayo o Madre de Dios.
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