El estadounidense Ben Guggenheim, uno de los pasajeros que
murió en el naufragio del Titanic el miércoles 10 de abril de 1912, fue dueño
de la mina Caracoles, ubicado en la actual provincia Inquisivi del departamento
de La Paz.
El comunicador Jorge Urquiola, en base a testimonios
escritos y entrevistas a antiguos vecinos de la localidad de Quime, dijo a
Erbol que el súbdito estadounidense junto a sus seis hermanos, heredaron ricas
vetas de estaño en ese centro minero y otras distribuidas en el sector de la
cordillera de Tres Cruces.
“Quime y su historia, su desarrollo y actualidad está muy
ligada al empresario minero archimillonario de origen suizo Meyer Guggenheim.
Éste ordenó a John Hammond que comprara a cualquier precio varias minas de
estaño en Bolivia, pues unos años antes había cerrado un jugoso acuerdo en
Chile, comprando la mina de Chuquicamata-Antofagasta, el más grande yacimiento
del mundo a tajo abierto”, señaló.
Meyer al momento de fallecer cedió como herencia las minas
de estaño en Bolivia a sus siete hijos, entre ellos Ben Guggenheim, el quinto
de los siete hermanos.
Ben a la edad de 46 años se embarcó en el gigantesco barco
acompañado de sus criados y su amante, la cantante francesa Leontine Aubart.
“Guggenheim y Giglio -su mayordomo y hombre de confianza- se
encontraban durmiendo cuando el Titanic chocó contra el iceberg. Ninguno de los
dos le dio importancia y no se molestaron en levantarse. Más tarde, viendo el
cariz que comenzaban a tomar los acontecimientos, Guggenheim fue levantado y
persuadido para que se vistiese con ropa de abrigo y subiese a la cubierta del
barco. Cuando Guggenheim despidió a su amante y a su criada, les dijo que se
verían pronto y que volverían a viajar en el Titanic”, dijo.
Intereses mineros
Testimonios recogidos por Urquiola indican que el pasajero
del Titanic y sus seis hermanos hicieron obras en la región, porque
construyeron un camino hasta Pacuni y a la mina Argentina. Paralelamente
hicieron levantar el ingenio de Molinos, los andariveles para el transporte de
minerales con 11 kilómetros de extensión.
Los Guggenheim eran propietarios de las minas: Carmen Rosa,
Elena, La Olvidada, Montenegro, Riqueza del Porvenir, San Camilo, San Enrique y
Santiago.
El estado boliviano de aquel entonces también les había
concedido el uso de aguas de los lagos Chatamarca, san José, Carolina y
Concepción.
Paralelamente adquirieron las vertientes de Belén de George
A. Easley y Joseph Adams.
Los intereses de la víctima del Titanic y sus hermanos
permitieron negocios con David Bricker, José R. Estenssoro, Cronelio Tejada y
los hermanos Adoato y Víctor Ergueta, entre otros.
Con el correr de los años, Guggenheim y el chileno Francisco
Capurro formaron una sociedad.
En la primera mitad del siglo 20, tras una crisis minera,
los dueños de las concesiones deciden vender sus bienes a la familia Aramayo.
Fuente: www.erbol.com.bo
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