Por: Ángel Torres - Artículo publicado en el periódico La
Patria el 20 de noviembre de 2011.
Conocimos al Dr. Enrique Hertzog, cuadragésimo segundo
presidente de la República —de trunco desempeño debido a su renuncia—, en
circunstancias muy propias de la siempre fuerte lucha política callejera en el
país, al ser interrumpido por adversarios en el discurso que pronunciaba en un
mitin de bienvenida en la plaza Pérez Velasco, tras cuatro años de exilio,
seguido, minutos más tarde, de pedrea al balcón de su domicilio en la céntrica
calle Reyes Ortiz, cuando por segunda vez se dirigía a sus correligionarios.
En lo patético de esta segunda agresión, micrófono en mano y
con el rostro sangrante por el impacto de alguna piedra en una de sus sienes,
alterando el hilo de su alocución, alcanzó virilmente a anatemizar la política
represiva del primer gobierno del MNR (1952-56), mientras que en la calzada se
libraban trifulcas entre partidarios y gobiernistas.
Ocurrió en mayo de 1957. El ex mandatario había vuelto al
país al calor de la apertura democrática del presidente Siles Zuazo, quien
ordenó el cierre de los campos de concentración y la liberación de los presos
políticos (FSB). Hertzog fungía por segunda vez de jefe del Partido de la Unión
Republicana Socialista (PURS), en sustitución de Gabriel Gozálvez, hacía poco
fallecido, empero, no obstante la reprobación presidencial de los excesos de la
policía política y las turbas para con Hertzog, ante la falta de efectivas
garantías a su persona y a su quehacer político-partidario, vióse impelido a
regresar a su ostracismo en Buenos Aires, aunque a poco de la caída del MNR del
poder en 1964, retornó nuevamente a la patria y hasta fue recibido en audiencia
por el presidente Barrientos, dentro de una ronda de contactos del jefe de
Estado con jefes de partidos políticos, excepto del MNR, partido que pasó a la
oposición y su líder, Dr. Paz Estenssoro, se encontraba exiliado en Lima.
SU DIMISIÓN COMO ENIGMA
De su renuncia a la presidencia en octubre de 1949, tras
cinco meses y días de licencia del alto cargo supuestamente por enfermedad, se
ha afirmado siempre que fue debida a "razones de salud" y así lo
recogió en libro más de un historiador. La verdad, sin embargo, es que fue la
culminación de una solapada conjura en altísimos niveles de gobierno y de su
propio partido, expresadas en intrigas palaciegas, parlamentarias y presiones,
cual el tejido de la urdimbre de una tela de araña que termina por atrapar a su
víctima.
La dimisión, primero fue sugerida y después presionada ante
su obstinada renuencia a emplear ciegamente la fuerza pública contra el reclamo
social de los sindicatos, la persistente conspiración de la cada vez
radicalizada oposición del MNR y el malestar social en las minas. Le creían
falto de carácter.
Las desinteligencias en las altas esferas de gobierno y de
partido afloraron en mayo de 1947, al constituir el presidente Hertzog un
gabinete de "Unidad Nacional" con participación de algunos políticos
ajenos al PURS, más propiamente del Partido de la Izquierda Revolucionario
(PIR) y del Partido Liberal (a dos ministros) y designar canciller a Luis
Fernando Guachalla, candidato contendor de Hertzog en las presidenciales de
enero de ese año, sustentado precisamente por los partidos mencionados, lo que
relegaba aspiraciones y expectativas de altos dirigentes del partido
gobiernista. El vicepresidente Urriolagoitia, el nuevo jefe del PURS, Edmundo
Vásquez, y dirigentes preteridos abogaban por un "gobierno de
partido".
La renuncia fue concretada como una de las consecuencias de
la llamada guerra civil de 1949 que se prolongó del 27 de agosto al 17 de
septiembre, cuando ya Hertzog estaba en uso de licencia y el mando de la nación
a cargo del vicepresidente Urriolagoitia, quien devino en el gran triunfador.
Estallada la tal guerra, Hertzog estimó de su deber reasumir el mando y no le
permitieron con argucias.
SU FORMACIÓN
El mandatario dimitente nació en La Paz, el 10 de noviembre
de 1897, y falleció en su exilio de Buenos Aires, el 31 de julio de 1981.
Fueron sus padres Enrique Segundo Hertzog y Eduviges Garaizabal, por lo mismo,
fruto de un tronco de raíz germana y otro de herencia vasco—española.
Médico cirujano de profesión, la política caló pronto en
ciencias que cultiva y honra a partir de un apasionado amor por su familia y la
patria. Obtuvo su doctorado con honores en la Universidad Mayor de San Andrés,
sustentando tesis de grado en torno a la Cirugía del pericardio; pagó sus
estudios con el producto de su trabajo. Viajó a París en uso de una beca en
procura de la excelencia científica que la logra sucesivamente en tres
hospitales de la capital gala, su tesis en esta ocasión versa sobre Las
secuelas de los gases asfixiantes empleados durante la Primera Guerra Mundial
El juramento hipocrático de prodigarse en el alivio y cura
del dolor humano arraiga hondamente en el, al punto de adquirir un elevado
respeto por la vida y a detestar toda forma de violencia.
La experiencia quirúrgica adquirida en Francia la aplica en
servicio de nuestras tropas durante la Guerra del Chaco, como cirujano en el
Regimiento Pérez 3 de infantería, salvando muchas vidas.
Concertada la paz regresa a su Alma máter, la Facultad de
Medicina de la UMSA, como catedrático de Anatomía topográfica y de Técnica
quirúrgica hasta llegar al decanato facultativo.
Reclamado por la política, deja las aulas universitarias y
al hacerlo dona sus tesis de grado y su selecta biblioteca especializada en
medicina y cirugía a la Universidad.
CARRERA POLÍTICA
Su andadura política se inicia en las filas del antiguo
Partido Republicano para entonces dividido en Republicano Saavedristas y
Republicano Genuino, el primero deviene con el tiempo en Socialista dentro de
un ideario neoliberal al que Hertzog se adhiere habiendo pasado por el
genuinismo.
Su primer cargo público lo desempeña en la diplomacia, como
Cónsul General de Bolivia en Francia con sede en París. Más tarde es diputado y
prefecto de La Paz.
Su estrella política empieza a refulgir durante la guerra
chaqueña, de Médico Cirujano en campaña pasa a Inspector General de Sanidad
Militar y a Ministro de Guerra.
Cuando Ministro, ante los reveses de nuestro ejército, en
reunión ampliada del gabinete presidencial del Dr. Salamanca propone el empleo
de la aviación en bombardeos de la retaguardia enemiga que el comandante en
jefe del Ejército, general Kundt, no lo aprueba aduciendo relativa eficacia (se
la había probado en Nanawa).
Durante el gobierno del general Peñaranda (1940 - 43) es
Ministro de Salud. Derrocado el régimen el 20 de diciembre de 1943 por
elementos de la Logia Razón de Patria (Radepa) y del MNR, al enterarse de que
el mandatario había sido apresado y recluido, Hertzog acude al recinto
carcelario a entregarse y darse por preso.
Al comenzar el segundo semestre de 1946 tiene lugar una
Revolución popular ahora olvidada, la del 21 de julio, que allana el camino
para las elecciones generales del 5 de enero de 1947, ante las cuales, los dos
partidos republicanos se unifican con el nombre de Partido de la Unión
Republicana Socialista (PURS) del que Hertzog es jefe y como tal candidato a la
presidencia de la República en binomio con el Dr. Mamerto Urriolagoitia.
CONTEXTO HISTÓRICO
Los comicios generales de 1947 los gana el binomio del PURS
por un estrecho margen de 400 votos al de la alianza PIR - LIBERAL conformada
por Luis Fernando Guachalla-Guillermo Francovich. Los pursistas obtienen la
mayoría para el Senado, en Diputados son minoría frente a piristas, liberales e
independientes, lo que anticipa un gobierno de dificultades.
Una retrospección inmediatamente pasada de ese momento
político, mejor, de la instalación y futuro del gobierno del Dr. Hertzog y sus
contrariedades políticas, nos permitir una clara comprensión de lo sucedido
después.
Las elecciones de 1947 no habrían sido posibles sin la
Revolución popular del 21 de julio del año anterior, la que costó trágicamente
la vida del presidente Villarroel y de varios funcionarios, y esta, la
revolución, sin las crueldades del gobierno Radepa - MNR: los fusilamientos en
Challacollo (Oruro) y en Chuspipata (La Paz) de varios ex jefes militares y de
connotados políticos e intelectuales republicanistas en la oposición, tras el
fracaso de una contrarrevolución en noviembre de 1944; poco antes, el mes de
julio, el atentado con arma de fuego al jefe del PIR, Dr. José Antonio Arze,
quien, gravemente herido es trasladado a los EE.UU. para su curación.
Esos extremos y demás excesos parecían responder a una
política de exterminio de las élites políticas de derechas e izquierdas de ese
tiempo.
Era siniestro y hasta augural la aparición de pintadas en
paredes de La Paz, Oruro y otras ciudades del eslogan "la sangre borra los
males", inscritas con sangre de reses extraídas de los camales.
Los fusilamientos, oficialmente informados en su identidad y
número, nueve, habrían proseguido de no mediar una admonitorias intervención
camaral del entonces presidente de la Convención Nacional, Dr. Franz Tamayo, no
así la despiadada represión política que siguió al fracaso de la intentona
revolucionaria. A los presos se daba a beber aceite lubricante de motores.
Es entonces que se eleva viril la voz del Dr. Hertzog en
condena de tales atrocidades, erigiéndose en el jefe visible de la oposición de
derechas hasta ser aprehendido, torturado y ser conducido del Panóptico al
Hospital General.
Hubo aún otra tentativa revolucionaria en junio de 1945 con
la activa participación de algunos periodistas de La Razón y de Última Hora,
Lo del 21 de julio, pues, se explica en una forma de
vindicta pública por lo ocurrido en julio y noviembre del 44, para la que se
unieron izquierdas y derechas en un Frente Boliviano Antifascista de corta
duración. Por lo demás, el colgamiento del cadáver del presidente Villarroel y
de algunos colaboradores, generaron su propio reclamo de desquite.
ASUME EL MANDO
El 10 de marzo del 47, dentro de un riguroso protocolo en
Congreso Nacional recién constituido y delirantes multitudes en la plaza
Murillo, los doctores Hertzog y Urriolagoitia son investidos de su mandato,
El delirio del soberano en La Paz y en otras ciudades lo fue
en el entendido de que el tiempo del horror había pasado con la vuelta a lo
democracia. El MNR en la clandestinidad no demoró en asumir gradualmente el rol
de una activa oposición, favorecido por la delicada realidad económica del
país: disminución de las exportaciones de minerales y caída de sus precios,
bajos salarios y alza constante del costo de vida, agravados por una creciente
desocupación.
La agitación social en los centros mineros no se deja
esperar, donde el POR gana prosélitos. Los mineros veneran la memoria del ex
presidente Villarroel y aspiran a vengar su muerte.
La oposición formal es detentada por los partidos de la
coalición derrotada en las urnas, PIR y Liberalismo. José Antonio Arze es
presidente de la Cámara de Diputados, el PURS es mayoría en el Senado.
Hecha la ponderación política de tal realidad y sus
probables derivaciones, el presidente Hertzog, a fin de dar estabilidad a su
gobierno y tranquilidad a la población, contrariando pareceres de partido,
decide la conformación de un gabinete de Unidad Nacional con participación de
los partidos ayer adversarios en las urnas. Guachalla es canciller, el PIR
tiene los Ministerios de Trabajo (A. Mendizábal) y de OO.PP. y Comunicaciones
(G. Heinrich), el Partido Liberal tiene otras dos carteras,
el gabinete Presidencial constaba de diez ministros. Datan de entonces las
desinteligencias con el vicepresidente Urriolagoitia, con el jefe de su
partido, Dr. Edmundo Vásquez, y los malquerencias de los ministeriables
preteridos de su partido, nada augúrales para una buena administración del
Estado.
SU GOBIERNO
El gabinete de Unidad funciona hasta septiembre, hasta el
despido masivo de los mineros de Siglo XX - Catavi seguido de la inmediata
recontratación de la mayoría, menos de los sindicalistas del MNR y del POR.
El PIR abandona el gobierno, siguen los liberales e ingresan
representantes de Acción Social. Democrática. La llamada "masacre blanca’
(los despidos) cuesta al PIR su prematuro desgaste y a la larga su propia
existencia, mientras el MNR capitaliza el descontento social.
Durante los dos años y dos meses del angustiante gobierno de
Hertzog, la oposición no le da respiro y le tuvo siempre en jaque mediante
peticiones salariales, huelgas y conspiraciones, a las que responde, según los
casos, con la aplicación de las leyes, cinco estados de sitio, detenciones y
destierros, pero evitando a todo trance el empleo de la fuerza pública que era
exigencia del vicepresidente, jefe del PURS y demás contradictores que temían
perder el poder prematuramente.
No obstante las cuestiones de política interna, Hertzog se
ocupa de lo saliente de la administración pública. Dispone la realización de un
censo general de población y el levantamiento de un nuevo mapa del territorio
que se concretan para 1950.
En política externa de seguimiento y ajuste a los tratados
suscritos años antes con el Brasil y la Argentina, relativos a comunicación
férrea y caminera. En agosto de 1948 se entrevista en San José de Chiquitos con
el presidente del Brasil, Eurico Gaspar Dutra, definen lo del ferrocarril
Corumbá - Santa Cruz, petróleos y desarrollo agropecuario. Se ocupa también del
problema de enclaustramiento.
En educación, con el ánimo de reimpulsar la educación
indígena, nombra ministro del ramo al educador Elizardo Pérez, el creador de la
Escuela Ayllu de Warisata, clausurada en 1940, pero sin asignar presupuesto
para tal escuela y las demás, por lo que el educacionista renunció a los dos
meses. Mediante D.S. de abril de 1949 establece la obligatoriedad de la
enseñanza de la religión católica en escuelas y colegios.
En salud pública, con su ministro pertinente, Juan Manuel
Balcázar, dispone el estudio y la construcción de un gran hospital en la
entonces semipoblada zona de Miraflores que, tras serie de contratiempos, será
concluido como Hospital Obrero, actualmente en servicio.
LA CUESTIÓN MARÍTIMA
En lo que respecta al crucial tema del enclaustramiento
instruye al embajador en Chile, Alberto Ostria Gutiérrez, emprender
negociaciones tendentes a lograr una salida marítima, las que se prolongan
hasta 1950 en que se estuvo a punto de un acuerdo bilateral un corredor a
cambio del uso por Chile de las aguas del lago Titicaca y del río Lauca,
Una breve pero categórica prevención de Franz Tamayo sobre
lo inconveniente de la penetración chilena al altiplano boliviano determina el
fracaso de tal negociación.
RELACIONES CON LA PRENSA
Desde la asunción del mando de la nación por el Dr. Hertzog,
contrastando lo ocurrido hasta el 21 de julio de 1946 en que se detiene,
golpea, confine y destierra a periodistas, se clausura impresos como El Diario,
La Razón, Última Hora y La Noche (muy cerca a la caída del régimen), las
relaciones del poder público con la prensa son respetuosas y cordiales, sin
censuras ni presiones. Nunca se había alcanzado tal nivel de relación. Se funda
el semanario izquierdista El Pueblo y hasta aparece otro con el siniestro logo
de El Farol.
El Presidente invita como oyentes a directores de diarios a
las primeras reuniones de su gabinete y los impresos asumen una actitud de
tácito apoyo al Gobierno.
Después, cual desagravio y reconocimiento a la prensa por su
entereza y atropellos soportados, la Asociación de Periodistas de La Paz es
distinguida con la condecoración del Cóndor de los Andes, antes reservada a
diplomáticos del exterior y a dignatarios de Estado. Agradece el señalado honor
el secretario general de la Asociación, Guillermo Gutiérrez Vea Murguía. Ese
tiempo, el alcalde de la ciudad de La Paz es el periodista y abogado Juan
Cabrera García, uno de los fundadores y primer secretario general de esa
entidad de periodistas.
Ya en octubre de 1949, el día 20 se conoce la renuncia del
Dr. Hertzog a la presidencia en carta al Congreso Nacional fechada el día
anterior en Chulumani, Yungas, causando desaliento en le ciudadanía. La
Asociación de Periodistas, en misiva suscrita por todo el directorio al
mandatario dimitente, deplora su decisión y expresa su solidaridad hacia él. El
Congreso acepte le renuncia en fecha 22 de octubre.
El inmediato ex presidente Hertzog responde a la Asociación
en carta fechada en 26 de octubre, manifiesta su gratitud por la solidaridad de
los periodistas, concluyendo que "Sin prensa libre se haría difícil hacer
obra útil y constructiva de gobierno".
LA RENUNCIA: DOS CARTAS REVELADORAS
Finalizada la denominada guerra civil de 20 días de
escaramuzas con la victoria de las tropas gubernamentales sobre los
insurrectos, el presidente interino, Urriolagoitia, ve fortalecida su posición
y con él la del sector partidario de los "duros", mientras que
disminuida la del presidente titular todavía en uso de licencia por
"enfermedad", tiempo en que apura el acíbar de las deslealtades
algunos de sus amigos políticos de ayer no demoran en unirse al carro del
victorioso mandatario interino, a quien inciten a asumir la titularidad
presidencial, previa renuncia del Dr. Hertzog.
El cruce de dos cartas entre el senador y jefe del PURS,
Edmundo Vásquez, con el presidente constitucional en uso de licencia, fechadas
respectivamente en 26 y 29 de septiembre despeja el buscado camino a la
dimisión.
Vásquez, reconociendo que el estado de salud de Hertzog es de
"cuidado" (no de gravedad), en un esfuerzo de análisis crítico de los
26 meses de su gobierno, le formula serie de cargos, hasta once, empezando por
el de las coaliciones para gobernar, primero con el PIR - Liberalismo, después
con el Liberalismo y Acción Social Democrática, en una expresión de
contemporizaciones con izquierdas y derechas que -afirmó- llevaron el país al
desquiciamiento del orden social, a la pérdida de autoridad y a la crítica
permanente,
Asimismo, que el gobierno de Hertzog se dejó llevar por la
corriente social (peticiones salariales, demanda de libertades) y no pudo
reprimir a tiempo el desborde y toleró en demasía a los dirigentes sindicales,
observando "resistencia pera tomar drásticas medidas no obstante la
gravedad de la situación" política en el país. Enseguida tácitamente
plantea el camino de la dimisión.
RESPONDE HERTZOG
El mandatario responde con altura y claridad conceptual a
los 11 cuestionamientos de Vásquez, resaltando que la tolerancia en democracia
no es debilidad, ni delito ni falta de carácter.
Al punto de las coaliciones políticas para gobernar
(gabinetes de Unidad Nacional) refiere que "La política no es una cosa
rígida y sin alma; es algo viviente en perpetua mudanza, es el arte de
conciliar el ideal con las realidades y revela que se proponía "virar de
poco hacia un régimen parlamentarista, eliminado el presidencialista, causa de
las revoluciones".
En lo que toca a política social, reconoce que las demandas
sociales (peticiones salariales) eran justas casi todas. Habría sido una
torpeza oponerse a ellas, se debía negociar medios justos. "¿Cree Ud. Dr.
Vásquez que el Gobierno debía anticiparse en el uso de la violencia cuando se
presentaban las demandas obreras?" "Habríamos tenido que estar locos
para balear y matar".
Revela también que su gobierno había emprendido una tarea de
infiltración en los sindicatos a fin de dar batalla ideológica a los dirigentes
exaltados (extremistas), tarea en la que su partido no cooperó
En lo que respecta a la cuestión presidencial, con todo tino
recrimina a Vásquez: "Ud., arrogándose las prerrogativas del congreso, e
ignorando a dicha comisión (que debía recibir una decisión de Hertzog), me hace
el honor de aceptar mi renuncia, ya que no otra cosa significan sus acápites
referentes a este asunto".
Por lo demás, la renuncia de Hertzog a la presidencia se
formaliza en carta al Congreso Nacional fechada en 19 de octubre de 1949 y
aceptada en fecha 22. Dos días después el presidente interino, Dr. Mamerto
Urriolagoitia, jura en titularidad constitucional el cargo de Presidente de la
República.
SUS MEMORIAS
El Dr. Hertzog en su carta de respuesta al jefe de su
partido, en un párrafo anticipa la redacción de un estudio de lo que fue su
gobierno, empeño con el que se dedicó a la escritura de sus memorias.
En esa estaba cuando siendo embajador en España, en el país
se precipitan los acontecimientos políticos de 1952, pierde el cargo y se ve en
el destierro. Tiempo después se traslada a Buenos Aires. Allí recibe varias
veces al periodista y escritor boliviano Alfonso Crespo Rodas, quien le
requiere datos y documentación para escribir una biografía suya. El libro
parece haberse publicado en el exterior durante la década de los años 80 del
siglo pasado, pero no llegó a librerías del país.
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