Pocos años después de la Guerra del Pacífico, concretamente
en el año 1883, el abogado potosino Daniel Campos fue nombrado Delegado
Nacional de la República de Bolivia, con la misión de buscar una salida al Río
de La Plata. Para conseguirlo, Daniel Campos debía abrir un camino por el Chaco
boliviano, siguiendo el accidentado lecho del río Pilcomayo hasta alcanzar el
curso del río Paraguay y desembarcar en Asunción del Paraguay; objetivo
patriótico que logró coronar, pese al peligro de muerte que corrieron él y sus
bravos compañeros.
En su diario y a lo largo del informe sobre la “Expedición
boliviana de 1883: De Tarija a la Asunción” Daniel Campos, después de más de
dos meses de sacrificada exploración por el impenetrable Chaco y luego de
arribar por agua a la ciudad de Asunción, afirma: “Ahora bien, qué es lo más
hacedero, lo más practicable, el camino terrestre o el fluvial, navegando el
Pilcomayo, para que Bolivia se abra nuevas puertas al mundo por la vía del
Paraguay?. Sin vacilaciones de ningún género respondo, que la vía fluvial
(sic)”.
La expedición comandada por Daniel Campos fue el proyecto
más exitoso de fines del Siglo Diecinueve, en la búsqueda de una salida al
mundo por el océano Atlántico para Bolivia, pero fue archivado porque la
política marítima enfoca con preferencia, una salida por el Pacífico.
Si Bolivia logra este cometido, es decir, salir al mundo por
el Atlántico, Chile tendría grandes problemas económicos y sociales en los
territorios que dependen del comercio boliviano. Esta podría ser una estrategia
que tarde o temprano empleará nuestro país. (Clovis Diaz de O.F.)
(clovisdiazf@gmail.com).
Este artículo fue publicado en el periódico El Diario el 17
de Mayo de 2015.
Buen aporte a nuestro pais ejemplo q deberian seguir los parlamentarios
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