En 1538, comandados por Pedro de Candia arribaron a esta región los primeros
españoles, entre los que se encontraba Don Pedro Ortiz de Zarate. El
conquistador Pizarro, mediante Cedula Real de 1540, otorgó a Francisco Retamozo
una encomienda, con cerca de 4.000 indios dispuestos en diferentes tierras de
Tarija, una de ellas fue precisamente la llamada del Valle de La Concepción.
Al fallecer Francisco Retamozo y quedar vacante la encomienda, el Gobernador
Pedro de la Gasca, mediante Cedula Real en el año 1548, la transfirió a Ortiz
de Zarate, quien estableció grandes haciendas y ganadería, aprovechando la
excelente calidad de la tierra fértil, con paisajes ecológicos diversos, donde
se obtenía fácilmente trigo, maíz, árboles frutales y viñedos. Gracias a los
pastos de buena calidad y las buenas condiciones de la región trajo ganado que
incrementó rápidamente el número de reses.
Don Pedro Ortiz de Zarate se dedicó íntegramente a trabajar sus tierras, aunque
10 años después falleció en 1558, dejando su cuantiosa herencia a su hermano
Juan Ortiz de Zarate quien continuó el trabajo de la hacienda con más
entusiasmo, tanto en la parte agrícola como la ganadera. El Virrey Diego López
Zúñiga nombro a Juan Ortiz de Zarate “Adelantado del Rio de La Plata”, y fue
así que comenzó a llevar el ganado de tan buena calidad que tenía en sus
estancias tarijeñas al Rio de La Plata, trabajo que a su muerte continuó a realizar
su sobrino y albacea testamentario Juan de Garay, quien posteriormente fundaría
la ciudad de Buenos Aires. Según el padre Corrado se trató de cuatro mil
cabezas de ganado vacuno, quinientos caballos y quinientas cabras, que fue la
base de la futura riqueza de ganado de la vecina Argentina.
De ésta manera Tarija se convirtió sobre todo gracias a la hacienda de Ortiz de
Zarate, en importante centro de producción ganadera, agrícola y forestal para
el abastecimiento de Potosí, así como del norte argentino. En 1566 falleció
Ortiz de Zarate en asunción del Paraguay y aprovechando esta situación los
chiriguanos destruyeron gran parte de la hacienda, relatando los historiadores
la agresividad que los caracterizaba en permanentes incursiones que ellos realizaban
por no consentir la presencia de los españoles por aquellas regiones. En 1574
Luis de Fuentes y Vargas fundó la villa de San Bernardo de la Frontera de
Tarija y se sorprendió al encontrar varias haciendas con tierras ya labradas de
gran riqueza agropecuaria y ganadera, entre ellas las principales: Iscayachi,
Canasmoro, Tarija La Vieja (San Lorenzo), Loma de San Juan, Erquis, Tolomosa,
La Gloria, San Agustín y La Concepción.
Durante varios años, Luis de Fuentes hizo el repartimiento de tierras, asignándolas
personalmente a sus compañeros que le acompañaron en la conquista de este
valle. En 1575 se asignó la estancia La Gloria del valle de la Concepción, a
nueve leguas de Tarija, con plantaciones de vid, árboles frutales, lagares,
bodegas, casas de vivienda, etc. La estancia “San Agustín”, que se encontraba
en las inmediaciones, la otorgó por merced a Andrés Martin Pascual. En 1587
Luis de Fuentes transfirió La Gloria a Blas Gonzales Cermeño, quien fue el
primer Tesorero del Cabildo de Tarija. A su muerte, los herederos vendieron la
estancia a los hermanos Diego y Andrés Martin Pascual. La “Angostura” llegó a
denominar al conjunto de La Gloria, San Agustín y las pampas aledañas.
José Campero de Herrera en 1702 construyo la iglesia en la hacienda, compró gran
cantidad de lienzos de imágenes sacras y un retablo de madera con la imagen de
la virgen de la Candelaria patrona de la Angostura y el niño en brazos con
coronas de plata y gargantillas de perlas. El año 1708 fue nombrado por el rey
de España Marques del valle de Tojo. Ese mismo año contrajo matrimonio en
segundas nupcias con doña Josefa Gutiérrez de Portilla, continuando con el
trabajo de todas sus haciendas, especialmente de la Angostura que según él, era
un verdadero emporio agrícola, construyendo un dique de riego, entre otras
mejoras notables de la hacienda. La escritura historiadora argentina Ana María
Presta, hizo estudios exhaustivos de la hacienda en la época del primer Marqués
Campero, donde realizó un inventario de los inmuebles y muebles de la
propiedad, entre ellos: la casa de hacienda, vivienda del personal superior,
Iglesia y rancherías de yanaconas; además de lagares y bodegas, registrando
barriles, prensas, cubas de fermentación o falcas de destilación.
En la producción de las bodegas entre 1679 a 1695, registra los precios de
venta, gastos y ganancias en este rubro, siendo la producción media de 2000
botijas de vino, 1000 botijas de aguardiente y 1600 de vinagre al año.
Asimismo, señala que el primer Marques de Tojo don Juan José Campero de
Herrera, tuvo la suerte de tener un excelente mayordomo principal que fue don
Joseph Benegas. Al morir en 1718, su hija Manuela Micaela Fernández Campero se
hizo cargo de la encomienda, casándose en 1726 con Alejo Martiarena del
Barranco: el Segundo Marques de Tojo, dueño como el anterior de la Angostura,
siendo su principal propiedad. Tuvieron un solo hijo Juan José Feliciano
Fernández Campero quien nació en 1777 y fue el Cuarto Marques de Tojo dueño de
inmensas propiedades, quien se unió a los patriotas desempeñando un rol
importante en la guerra de la independencia de América. Su hijo Fernando
Campero, nacido en 1809, aunque nunca pudo rehabilitar el título de marqués
heredó todas las tierras del marquesado y lógicamente la Angostura. Fernando se
doctoro en leyes en la Universidad San francisco Xavier de Sucre, se casó
primero con Tomasa de la Peña Santa Cruz, de la familia del Mariscal Andrés de
Santa Cruz. Su segundo matrimonio el año 1864 fue con doña Corina Araoz
Valverde, hija de don Mateo Araoz Lea Plaza.
Fernando Campero murió en 1883 y dejo su testamento que textualmente dice “Los
hijos de mi primer matrimonio tendrán por patrimonio los bienes radicados en la
República de Bolivia, es decir las fincas de Tojo, Angostura, la casa de Tarija
y San Mateo deduciendo la parte que se ha vendido a don Mateo Araoz, los hijos
de mi segundo matrimonio tendrán los bienes radicados en la República
Argentina”. Don Mateo Araoz Lea Plaza, padre de la segunda esposa de Fernando
Campero fue quien compró la angostura y continuó con las actividades
agropecuarias, especialmente la producción aguardiente y vino que se
comercializaba en los Departamentos de Potosí y Sucre, el Chaco e inclusive se
exportaba en pequeños turriles en lomo de burro al Paraguay. La viuda doña
Adriana Araoz de Arce, continuó trabajando la hacienda y elaborando vino “La
Angostura”, que se vendía en el mercado local, nacional e inclusive se
exportaba en barriles.
En el año 1953 la Hacienda “La Angostura” fue afectada por la reforma agraria
de forma prepotente e ilegal por parte de sindicaleros de La Paz, enviados por
el gobierno, que saquearon muebles y enseres de la casa de la hacienda,
maquinaria de los viñedos e incendiaron la bodega donde tenían cubas
centenarias traídas de Francia; también incendiaron la viña y por último se
repartieron las tierras de la pampa de Calamuchita donde terminaba la
propiedad. Y luego de venderlas, retornaron a sus pagos dejando al núcleo
central de la producción principal vitivinícola completamente destruido. Muchos
años después y gracias a la cooperación alemana formaron una cooperativa con
campesinos arrenderos de la propiedad organizando una nueva bodega y dándole
vida a la Angostura como subsiste en la actualidad.
Por: Marcelo Arduz Ruiz - El Periódico de Tarija el 19 de marzo de 2017.
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