El pasado 23 de octubre se recordó en Tartagal el encuentro, que allí y en
Yacuiba, mantuvieron los presidentes Juan Domingo Perón y Enrique Hertzog, de
Bolivia.
Aquel día de 1947, el tren presidencial argentino arribó a la ciudad boliviana
de Yacuiba a las 8 de la mañana. Llevaba a bordo al presidente Perón, su esposa
María Eva Duarte y funcionarios de Cancillería y del Consejo Económico
Nacional. Los esperaba el presidente de Bolivia, Enrique Hertzog. Luego de los
tradicionales saludos, los mandatarios ocuparon un palco levantado en las
afueras de la estación. Allí presidieron el izamiento de las banderas
nacionales, cantaron sendos himnos y, presenciaron, finalmente, un desfile.
Después, Perón, Hertzog y sus respectivas esposas, se trasladaron por vía
automovilística al campamento de la Sanadita, población ubicada a más de una
hora de viaje de Yacuiba. Allí los presidentes fueron recibidos por una gran
cantidad de gente que quería conocer, en especial, a Evita.
Luego de una emotiva bienvenida, los mandatarios recorrieron el campamento
petrolero. Cuando finalizó este periplo, comenzó el acto central; Perón y
Hertzog canjearon sus respectivas ratificaciones del Tratado de Cooperación
Económica, Financiera y Cultural, que la Argentina y Bolivia habían firmado en
la ciudad de La Paz. Luego habló por la Argentina, el presidente del Consejo
Económico Nacional, Miguel Miranda, y por Bolivia, su embajador en la
Argentina, Gabriel Gonzalvez. Después de saludar a una delegación de
trabajadores del petróleo, los mandatarios participaron de un almuerzo. A los
postres, con casi 45§ de calor, el presidente Hertzog condecoró a Perón, lo que
dio lugar a que ambos tomaran nuevamente la palabra.
Escuela Manuel Belgrano
De regreso a Yacuiba, Perón concretó un deseo del general Belgrano: entregó a
Hertzog 40.000 pesos para la construcción de la Escuela Manuel Belgrano. Era el
dinero que la Asamblea del año XIII le había prometido en obsequio a Belgrano
por su triunfo en la Batalla de Salta. La ceremonia concluyó cuando Hertzog
condecoró a Eva Perón, con la “Gran Cruz del Cóndor de los Andes”, por haber
entregado simbólicamente al Estado boliviano la Escuela “Manuel Belgrano”. En
agradecimiento, Evita habló por primera vez en Bolivia.
Concluida la visita a Yacuiba, Perón, Hertzog y sus acompañantes, partieron en el tren presidencial rumbo a Tartagal. En la estación Manuela Pedraza, los esperaba el gobernador de Salta, Lucio Cornejo Linares, y una multitud nunca vista antes en el lugar.
Atardecía y el sol recién comenzaba a aflojar, cuando Perón, por vía
automovilística, asistió a la inauguración del alumbrado público de Campamento
Vespucio. De regreso a Tartagal inauguró el hospital Zonal “Dr. Vicente
Arroyabe” y las escuelas Fábrica y de Artes y Oficios.
El acto público
Y mientras Perón, Evita y Hertzog inauguraban obras, en la plaza Mitre (hoy San
Martín), frente al Hotel Espinillo, una multitud se concentraba para participar
del acto donde hablarían los dos presidentes y Evita.
Concluido ese acto, los ilustres visitantes debieron asistir, primero a un vino
de honor en el Regimiento 20 de Infantería, y más tarde a una cena que concluyó
pasadas las once y media de la noche. Pese a que ese 23 de octubre había sido
un día harto ajetreado, Perón acompañó a su colega boliviano hasta la localidad
fronteriza de Pocitos (Salvador Mazza), donde lo despidió con todos los honores
cuando ya había comenzado el 24 de octubre.
Día histórico
Pasó el tiempo y cincuenta y cinco años después, en octubre de 2002, el Centro
de Recuperación del Patrimonio Cultural de Tartagal, solicitó al intendente
Marcelo Abraham, que el 23 de octubre de 1947 fuera declarado “día histórico”
por la comuna. El 21 de octubre, el intendente hizo lugar a la petición por
Resolución N§ 8926/02. Y dos días después, en la plaza San Martín (exMitre), se
inauguró un monolito con cuatro placas alusivas. En el año 2008, monolito y
placas fueron retirados.
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