EL REY DEL ESTAÑO (BREVE RESUMEN DE SU VIDA)


Por: Luis Oporto Ordóñez.

Simón I. Patiño (1860-1947), admirado y repudiado a la vez, hombre de origen modesto, dueño de escasas cuatro hectáreas en Uncía (SIP), motivó el desdén de los industriales mineros de Uncía, dueños de vastos yacimientos. El descubrimiento de "La Salvadora", cambió la historia. Compró las minas de sus competidores y los yacimientos de Huanuni, Colquechaca, Araca, Oploca, Kami, Colquiri; modernizó el proceso industrial, hizo fabricar maquinaria moderna. En audaz golpe de mano compró las acciones de la Compañía Estañífera de Llallagua (1923), creando la Patiño Mines Enterprises Consolidated (Incorporated) (1924), registrada en el Estado de Delaware (EE.UU.), con lo que transnacionalizó la industria minera. Adquirió la industria fundidora en Alemania e Inglaterra (1914), fundó la Asociación Internacional del Estaño. En París y España fue Ministro Plenipotenciario de Bolivia. Planteó al presidente Villazón sus proyectos: tren Cochabamba-Chimoré, navegación del Río Desaguadero y el ferrocarril Machacamarca-Uncía. Apoyó a Bolivia durante la Guerra del Chaco, con aviones de guerra, algunos recursos, hospitales y provisión de alimentos. Cuidó su imperio con celo, por medio de una red de abogados con nexos políticos (denominada la "Rosca"), otorgó un empréstito al gobierno a cambio de que éste no elevara impuestos. Contrató a geólogos 'top' del mundo, para gerentar sus empresas. Pickering y Holme, hicieron rentable, exitosa y multimillonaria a la Empresa Minera Catavi. En 1900 Bolivia era la tercera productora de estaño en el mundo y en 1910, la segunda. El "Rey del Estaño" sostenía una planilla de 8.000 trabajadores y empleados2 y alcanzó una producción máxima de 18.660 toneladas3, a un precio promedio de 250 £ por TM. Su ortodoxa visión capitalista le hacía reacio a reconocer derechos laborales o aumento de salarios.
La composición social de las minas de Patiño era abigarrada: Mestizos y cholos 90%; Criollos 3%, Indígenas 3%, Extranjeros 4%. Poco a poco, en medio de masacres y represión militar, los mineros fueron conquistando sus derechos: jornada laboral de 8 horas, dos horas de acullico y picjcheo, descanso dominical, pagos quincenales, fiestas, indemnizaciones (mutualidad). Ante la protesta social, Patiño ordenó cerrar pulperías y financió el traslado de fuerza de línea que protagonizó cruenta represión. La masacre de Catavi del 21 de diciembre de 1942, provocó la caída del régimen del Gral. Peñaranda y anticipó su debacle.
Patiño se trasladó con su familia a París (1913) donde fundó una dinastía, se emparentó con condes, compró una mansión en la Av. Foch (1916), el castillo y parque de Valrose, Niza, Francia (1920), y desarrolló intensamente sus negocios en Europa, pero su corazón latía por Cochabamba, donde mandó construir el Palacio de Portales a imagen y semejanza de Valrose (1915-1927) para pasar sus últimos días, anhelo frustrado por su muerte, a los 87 años, en 1947, cuando se aclimataba en Buenos Aires, para subir a su añorada Llajta.

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