Chalana en el Pilcomayo.
El 16 de marzo de 1867 el Prefecto Martín Trigo, reunió en su domicilio
particular a los vecinos vinculados con las actividades productivas y
comerciales de la ciudad con el propósito de recibir las opiniones y
proposiciones destinadas a establecer mecanismos para la comercialización
de la producción local con los mercados de Potosí y Salta, considerados estos
los mayor potencialidad y demanda en la época señalada.
En ese tiempo Tarija era un abastecedor con producción agrícola y pecuaria al
norte del país, especialmente a Potosí por la febril actividad minera que se
desarrollaba en esa región desde la época colonial y era un potencial mercado
de consumo y a Chuquisaca por su condición de capital de la Republica y su
creciente actividad académica con su famosa Universidad y actividad política.
El Prefecto Trigo, con gran visión de futuro propuso a la audiencia profundizar
el análisis para contar con una salida efectiva al Atlántico, a través del río
Paraguay con el propósito de establecer una ruta comercial que beneficie a
Tarija y a los pueblos del sur de la República. Esta determinación, puede
considerarse como el primer convenio de integración productiva y comercial de
Tarija a iniciativa de la Prefectura de Tarija.
Como resultado de la mencionada reunión y el análisis de la situación económica
y geográfica del Departamento se alcanzó un Acuerdo Ciudadano para organizar una
organización denominada “Asociación Porvenir de Tarija”, procediéndose de
manera inmediata a su constitución y conformación del Directorio, designándose
como Presidente a Don Martín Trigo, en su condición de Prefecto del
Departamento, Ignacio Hurtado como Secretario y la Tesorería a cargo de los
Comandantes Generales de los Departamentos de Tarija, Potosí y Chuquisaca. Para
ese propósito la “Asociación Porvenir de Tarija”, determinó poner a disposición
de los interesados un paquete de acciones con valor económico para la obtención
de recursos y disponibilidad de los mismos destinados a consolidar los
objetivos de la institución.
Asimismo se determinó que la Comandancia de Potosí reciba el valor de las
acciones de las personas que quisiesen formar parte de la entidad de los
Departamentos de Potosí y Chuquisaca. En consecuencia se nominó al Gral.
Nicolás Rojas, como Tesorero, autoridad militar que estaba vinculado con
Tarija, por su matrimonio con la Señorita Grimenesa Estenssoro, distinguida
dama de la sociedad tarijeña
En el acto de posesión de la Directiva y ante una masiva audiencia que
consideraba la apertura de una ruta comercial al Atlántico y fundamentalmente
como una actitud de alto interés para el futuro del Departamento de Tarija y el
sur de la República, el Presidente de la entidad Martín Trigo, en sus
expresiones afirmaba: “… comprendemos la necesidad de abrir un paso al
Atlántico, para exportar las ricas y valiosas producciones de nuestro
Departamento y recibir por esta vía las luces y la civilización de la culta
Europa” ; y exhortaba “…basta de guerras civiles, vivamos de nuestros fértiles
campos, explotemos nuestras tierras robusteciendo nuestras haciendas”. A su
vez, el Secretario Ignacio Hurtado haciendo alusión al aislamiento en que vivía
Tarija y al sacrifico de la conquista del Chaco por las misiones religiosas
manifestó; “…vivimos solos sin conocer a nadie, comemos mal y vestimos peor.
Nada esperemos de extraños que no conocen ni las riquezas que guardamos en
nuestros campos, montañas y serranías. Vamos al río Paraguay, donde fueron
nuestros antepasados llevando misiones y rindiendo la vida en la sierra
estrecha, mala y salvaje”.
En consecuencia y para consolidar su actividad en procura de sus objetivos, la
asociación hizo conocer al gobierno nacional la conformación de la institución
y demandó la aprobación de sus Estatutos contenidos en treinta y tres
artículos. El artículo relativo al financiamiento de la entidad establecía el
costo de cada acción que era de 100 Pesos Bolivianos.
Potosí fue el principal mercado de Tarija para la comercialización de la
producción agrícola y pecuaria del valle destinada a abastecer a la actividad
minera. 1910
El Gobierno desde La Paz, aplaudió la iniciativa tarijeña y atendió la demanda
de aprobación de los Estatutos, suscribiendo la compra de 10 acciones ordenando
que las mismas sean entregadas al Tesorero Gral. Rojas en Potosí. El Secretario
General del Gobierno Mariano Donato Muñoz, en adhesión a la proposición y en
cumplimiento de instrucciones del Poder Ejecutivo, puso a disposición de la
asociación “cien fusiles corrientes de una onza de calibre”.
El gran objetivo
La asociación “Porvenir de Tarija” proponía como objetivo básico la apertura de
un camino a la margen occidental boliviana del río Paraguay, fundar un puerto y
establecer Colonias en los puntos necesarios para garantizar su transitabilidad
y llegar con la producción del valle al puerto del Paraguay, antesala de la
salida al Oceano Atlántico.
Para este propósito exigió al Gobierno Nacional la cesión por veinticuatro años
del 50 por ciento de los derechos de importación y exportación que se hiciese
por esa vía, una legua de terreno a cada lado del camino que debía abrir y el
reconocimiento de los derechos de propiedad de cada Colonia construida. Al
cumplimiento de los 24 años de cesión, el Estado asumía el dominio pleno,
debiendo pagar el justo valor de las tierras, estancias y dependencias que
estuviesen fundadas y en explotación comercial o industrial.
Una de las comunicaciones enviadas al Gobierno Central por el Prefecto Martin
Trigo, señalaba que “… la sociedad va a conquistar para Bolivia un suelo rico,
hoy en poder de los salvajes y mañana quizás, si no se realiza esta empresa,
estaría en poder de alguno de nuestros vecinos que se llamarían dueños, por el
hecho de haberlo ocupado antes que nosotros que somos sus propietarios”. Trigo,
a través de sus acciones administrativas, manifestó su visión futura en torno a
la perspectiva del Departamento y del Chaco, previsión de un verdadero hombre
de Estado. El paso del tiempo le dio la razón y confirmó sus preocupaciones por
el territorio tarijeño ante el surgimiento de las ambiciones de los países
vecinos que miraron las potencialidades del Departamento de Tarija y
desarrollaron todo tipo de gestiones para incursionar y apoderarse de nuestro
territorio; Argentina a través de Tratados y Paraguay mediante una cruenta
guerra.
LAS DIFICULTADES Y LA FRUSTRACION
La implementación de por proyecto confrontó muchas dificultades desde su
inicio, primero con la adquisición de las acciones debido a las destinatarias a
los centros financieros donde se concentraba el flujo de capitales, que estaba
centralizado en la sede de gobierno, La Paz.
A esto se agregó la situación de inestabilidad política del gobierno de Mariano
Melgarejo caracterizada por frecuentes movimientos sediciosos e insurrecciones
contra el régimen imperante, hechos que afectaron de manera definitiva al
espíritu y objetivo propuesto por la institución. La propuesta de la asociación
“Porvenir de Tarija” quedó estancada y gradualmente el ambiente de optimismo,
confianza y esperanza fue disminuyendo hasta quedar en la frustración y
paralización de ese importante proyecto y aspiración departamental.
A ese escenario se sumaron los fracasos de las expediciones de estudios de
navegación patrocinadas por el Gobierno Nacional en los ríos Pilcomayo y
Bermejo, resultados que terminaron por destruir de manera definitiva el
patriótico objetivo de consolidar una salida al océano Atlántico, a través del
río Paraguay con fines comerciales que habría generado un significativo impulso
al desarrollo del Departamento. La labor emprendida por los tarijeños en el año
1867, que además de intentar abrir una ruta hacia el Atlántico, conllevaba
acciones de defensa de los derechos de Bolivia en el Chaco y en la banda
occidental del río Paraguay, tampoco contó con el apoyo de los grandes
capitalistas de la época que tenían sus expectativas e inversiones en la
actividad minera, relegando el desarrollo de las regiones del sudeste de la
República.
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