Por: Gabriel Díez Lacunza - Pagina Siete 8 de agosto de 2015. / Foto: La Razón,
9 de agosto de 1945.El presidente Gualberto Villarroel en el desfile patrio de
1945.
El 1 de agosto de 1945, el presidente boliviano Gualberto Villarroel le envió
una felicitación a su par estadounidense, Harry Truman, ya que se conmemoraba
el 38 aniversario de la fuerza aérea de ese país.
"Su acción ha conquistado los mayores laureles en todos los ámbitos del
globo y ha sembrado una simiente de paz para el porvenir”, se lee en parte del
mensaje publicado en el periódico La Razón de esa fecha.
Tan solo cinco días después de esa publicación -el 6 de agosto de 1945- el
Enola Gay, un avión B-29 Superfortress, sobrevoló Hiroshima para lanzar a las
8:45 la bomba atómica apodada Little Boy (Niño Pequeño). El nombre del
aeroplano -según se conoce- era el de la madre del piloto, el coronel Paul
Tibbets.
Quien llegaría a ser cuatro veces presidente de Bolivia, Víctor Paz Estenssoro,
de 38 años, fungía en esa época como ministro de Hacienda de Villarroel. Una
vez concluida la contienda bélica, este político y caudillo declaró que la
victoria final fue una "dura lección para los países agresores”.
En días anteriores al estallido de la bomba atómica, los diarios de la época
mostraban una realidad nacional bastante particular. Por ejemplo se podía leer:
un saludo por el aniversario patrio de parte de la Compañía de Fósforos, un
anuncio de la película Historia de un crimen, protagonizada por Errol Flynn,
una solicitud de trasladar al monolito Bennett desde la plaza del estadio a
Tiwanaku o una solicitada de la Bolivia Railway Compañy, publicitando la ruta
en tren desde Uyuni a Antofagasta.
El 6 de agosto de aquel año fue inolvidable, dado que fue ese día el que
escogieron las autoridades de Estados Unidos para soltar la primera bomba
atómica en la ciudad japonesa de Hiroshima; la segunda se lanzó sobre Nagasaki.
Nueve días más tarde de la explosión del primer artefacto, ante la rendición
del Japón, los norteamericanos dieron fin a la Segunda Guerra Mundial.
Ese mismo día, Villarroel cumplía un año de mandato. Quizá ni imaginaba que no
llegaría a acabar su segundo de gestión, ya que el 21 de julio de 1946 se
produjo su asesinato y colgamiento en plena plaza Murillo.La actual provincia Franz Tamayo aún llevaba el nombre de Caupolicán desde la etapa fundacional de la república por decreto del libertador Simón Bolívar (después cambiaron su nombre). Los periódicos de la época dan cuenta de investigaciones que reflejan el potencial de riqueza natural de esta región paceña.
El himno nacional boliviano iba rumbo al centenario; el 18 de noviembre de 1945 se conmemoraría tal situación histórica. El primero de agosto de ese año se trasladó a la Catedral de La Paz los restos del "Soldado desconocido de la independencia”. A esa actividad asistieron, entre otros, diplomáticos, veteranos de la guerra del Pacífico y beneméritos del Acre.
"Su acción ha conquistado los mayores laureles en todos los ámbitos del globo y ha sembrado una simiente de paz para el porvenir”. Gualberto Villarroel, presidente de Bolivia (1 de agosto de 1945)
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