Por: Irguen Rosas Escobar
Muy poco es lo que se sabe de este héroe de la batalla de Bahía que se consagró
en la guerra con el vecino país de Brasil, conocida como la guerra del Acre y
que concluyó con el tristemente célebre y famoso tratado de Petrópolis, lo
cierto es que nuestro país perdió gran parte de su territorio a causa de esta
funesta guerra. De hecho, Bruno Racua fue designado héroe nacional por el
parlamento boliviano el año 2003.
Tratando de conocer un poco a éste insigne personaje y como quiera que nacimos
en los mismos parajes, me sentía en la obligación de conocerlo, por ello
conversé con muchas personas; algunas que otra conocieron a don Bruno, otros
simplemente aportaban datos escuetos sobre él. Esta labor la realicé desde niño
y continuó inquietándome por muchos años, hasta que llegó el momento de poner
los datos en orden, para ello tuve que realizar muchas comparaciones sobre
historias, cuentos, mitos y leyendas; solo así creo que es posible sacar a la
luz esta pequeña biografía.
Don Bruno Racua Chimay, puedo estimar que vio la luz por vez primera el 6 de
octubre de 1879, en la tierra que pertenecía al denominado territorio de
colonias, más tarde Caupolicán y hoy provincia Abel Iturralde, nació en Ixiamas
en el seno de una familia tacana. Sus padres fueron Clemente Racua y Clotilde
Chimay, es posible que la familia Racua Chimay fuera numerosa, eso se puede
probar a través de la descendencia de éstos, aunque Bruno nunca tuvo hijos.
Cuando Bruno participó de la batalla de Bahía tenía 20 años aproximadamente, se
sabe que era muy hábil con el arco y la flecha, nótese que los descendientes de
tacanas hasta el día de hoy siguen utilizando el arco y la flecha con mucha
destreza, arco que se construye de una rama de ”marayahu”, las flechas con
“puma” (flor de caña hueca -“chuchio/charo”) y punta de chonta que crecen en
abundancia en las pampas y barbechos de la inmensa Amazonía.
Me pregunté cómo es que Bruno fuera tan lejos del pueblo, la respuesta fue
obvia, las personas de esa época emigraban buscando el codiciado caucho u oro
negro, y obviamente que Bruno era un experto conocedor de la naturaleza; con
las disculpas del caso si acaso molesto a algún eximio naturalista cuando
utilizo esa catalogación.
Es posible y probable que Bruno participara como soldado de la columna
Porvenir, conformada por soldados pagados, dueños de barracas y voluntarios
querendones del territorio al mando de Federico Román, este grupo de guerreros
fue financiado por don Nicolás Suárez Callaú, rey de la goma y dueño de las
tierra que los brasileros querían usufructuar.
Este hecho hace parecer que nuestro héroe fuera un mercenario, lo cual es
falso, pues creo que Bruno trabajaba para don Nicolás como un “fregués” más, de
los muchos que existían en el emporio de la goma. Se sabe también que en esa
batalla participaron otros arqueros oriundos de Ixiamas, entre los que podemos
citar a don Juan de Dios Aguada quién también hizo gala de su habilidad con el
arco, incluso emuló el acto de Bruno. Algunas personas confunden y entremezclan
a estos personajes.
La hazaña que le convirtió en héroe se llevo a cabo al medio día
aproximadamente, un 11 de octubre de 1902, resulta que soldados bolivianos
avistaron el lugar donde el enemigo guardaba toda la pólvora, armas y
municiones. Entonces deciden incendiar dicha instalación, el problema radicaba
en que el fortín estaba al otro lado del rio y fuertemente custodiado, por lo
que Bruno Racua decide hacer uso de las habilidades de arquero; prepara la
flecha incendiaria y hace surcar el aire con la maestría que sólo él pudo
darle, acertando el disparo con mucha precisión.
La historia de su retorno al pueblo de origen, es un tanto interesante que por
el momento no entraré en ese detalle, sin embargo; sabemos que vivía con su
esposa la señora: Bernardina Humaday, hicieron su vivienda a orillas del arroyo
“DUNIRO” lejos del pueblo y cerca de la comunidad de Macahua, donde tenían su
chacra con sembradíos de plátano, yuca, arroz, maíz y además cultivaban café.
También poseían unas cuantas cabezas de ganado vacuno que Bruno había adquirido
con el dinero que ganó producto de su trabajo en tierras gomeras.
En el pueblo de Ixiamas tenía otra vivienda y don Bruno se dedicaba a la
carpintería, contaba con los elementos necesarios de la época para trabajar con
la madera, destaca una sierra manual de gran tamaño para cortar árboles, sierra
que era operada por dos hombres.
Su muerte ocurrió el año 1930 aproximadamente, la población le rindió los
honores que le correspondía como un hombre de gran valor, su ataúd fue cubierto
con la tricolor nacional, hubo cuatro a seis hombres armados de la población
que escoltaron el féretro (no viene al caso pero aclaro que eran
"soldados-huarajes"), fue trasladado al cementerio del pueblo, donde
hoy se levanta una tumba que se supone es el lugar exacto donde se encuentran
los restos. Al respecto cabe hacer una pequeña aclaración, en años anteriores,
el cementerio era simplemente un lugar donde se dejaban a los muertos en un
pequeño recinto que pertenecía a una determinada familia, por lo tanto, se cree
que existe un error de seis metros en la ubicación de la tumba.
Los bienes del difunto, pasaron a manos del señor Julián Uzquiano en calidad de
custodio y toda vez que éste se comprometiera con la manutención de la viuda.
No debemos olvidar a nuestros heroes y Bruno Racua es uno de ellos, muchas gracias
ResponderEliminarEs muy interesante felicidasdes
ResponderEliminarMuy interesante y yllamativo
ResponderEliminarMuy interesante y yllamativo
ResponderEliminarDe acuerdo a las investigaciones que estamos realizando durante 8 años, creo que hay un error histórico, ya que el que lanzo la flecha fue él siringuero exiameño Juan de Dios Aguada, según las memorias e informes de los que participaron en el combate de Bahía.
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