Por: Diego Rojas Castro / Los Tiempos de Cochabamba, 5 de Agosto de 2017 / Foto
de: Diego Martínez Estévez / recopilación de: Juan Alberto Quiroz Maida. /
Disponible en: http://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20170805/columna/sacabeno-pinto-gran-heroe-guerra
Los sacabeños tienen un gran héroe de guerra y muchos parecen no saberlo. Se
trata del general José Celestino Pinto López, quien nació en Sacaba el año
1906.
Durante la Guerra del Chaco, al mando del Regimiento “Jordán” Primero de
Infantería, fue vencedor de la Batalla de la Laguna de Camatindi, con ascenso
de grado por comportamiento heroico en campo de batalla.
Esta batalla fue tan importante, que de haber sido perdida, podían haber sido
capturadas la población de Camiri y luego los departamentos de Sucre y Tarija.
Los hechos sucedieron así: cuando Pinto todavía tenía el grado de teniente, el
ejército paraguayo, después de no haber logrado apoderarse de Villa Montes ante
la épica defensa boliviana, del 8 al 13 de marzo de 1935, dirigieron su
esfuerzo principal hacia el sector central de Camatindi, situado al norte de
Villa Montes, siendo esta la otra puerta de ingreso a Camiri desde el Chaco.
El 8 de marzo, a la madrugada, empezaron a caer granadas sobre el sector de la
quebrada de Cuevo, laguna Camatindi donde estaba el Regimiento Jordán con 1.500
hombres. Al comienzo de la batalla, una explosión impactó en el rostro del
joven comandante Pinto, quien cayó desangrado. Pensando que había llegado su
hora, llamó a su estafeta: “Vas a buscarlo al teniente Barrientos, le vas a
decir que venga a hacerse cargo del regimiento y que siga atacando de la misma
forma en que yo lo hacía. También vas a pedir permiso para ir donde mi madre a
decirle que he muerto sin sufrir”, e inmediatamente perdió el conocimiento. El combate
prosiguió intenso, y al cabo de 9 horas, Pinto recuperó el sentido.
El ataque lo realizaban tres divisiones paraguayas al mando del coronel Franco.
“Si es Franco vamos a tener varios días de combate. Hay que apresurar el
cerco”, dispuso el teniente Pinto, quien no podía mantenerse en pie por las
heridas, pero podía dar órdenes, tendido entre cajones de munición. Sus
hombres, impresionados por el valor de su teniente, se movían con increíble
prontitud. La idea de realizar un cerco a los enemigos se había posesionado de
sus mentes y actuaban decididos. Nada importaba más en la vida que cercar a los
“pilas”.
Durante el combate, una compañía paraguaya había logrado infiltrarse por el
frente defensivo boliviano, debido a la falta de unidades; esa unidad enemiga
fue fácilmente descubierta por los observadores de artillería dislocados en las
alturas y de inmediato varias compañías bolivianas rodearon al Tercer Batallón
del Regimiento paraguayo “Lomas Valentinas 15 de Infantería”. ¡Los pilas del 15
de infantería se rindieron!
Antes de que el teniente Pinto pueda enviar su informe al Comando, éste le hizo
saber que había sido ascendido a capitán. No era para menos, Celestino Pinto,
junto a sus soldados, había evitado que Camatindi caiga en poder de los paraguayos.
En el libro Repete, de Jesús Lara, están los pormenores de este evento, por
haber sido dicho autor quien dictó el Acta de Rendición a los temblorosos
comandantes paraguayos que habían caído prisioneros.
Pasada la guerra, Celestino Pinto se casó con Nelly Campero Arce, con quien
tuvo tres hijos: Ana María, Raúl y Maribel Pinto Campero, todos con
descendencia. Tuvo patriótica actuación como Canciller, Ministro de Defensa y
leal amigo del presidente mártir Gualberto Villarroel cuando fue herido en el balcón
de Palacio; más tarde, exiliado del país por Víctor Paz Estenssoro. Falleció el
año 2002 a los 96 años. Un militar fuera de serie que la ciudad de Sacaba
debería exaltar mucho más, haciendo un portentoso monumento en su honor.
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