Félix Estigarribia y Manuel Marzana los comandaron heroicamente. El “charata”
Víctor Ustárez y el “camba” Germán Busch desplegaron enorme valentía; en
cambio, Stroessner, futuro dictador paraguayo, dejó mucho que desear, y
Cárdenas, (boliviano), que huyó despavorido, mostraron miedo y cobardía.
Tomás Manchego (boliviano) y Fernando Velásquez (paraguayo), que fueron
hermanados por notables circunstancias anteriores, ambos heridos de muerte,
pidieron ser enterrados juntos.
Obedientes cumplidores, ciegos de la orden telegráfica del “Capitán General que
ordena, patria pide no abandonar Boquerón de ninguna manera, prefiriendo morir
en su defensa antes que dar parte de retirada”.
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