Por: Grecia América Gonzales O./ La Paz – Página Siete, 24
de octubre de 2018. // Disponible en: https://www.paginasiete.bo/gente/2018/10/24/aguirre-gainsborg-el-grande-que-murio-como-nino-197855.html // Foto: José Aguirre Gainsborg.
El líder izquierdista fundó el POR con Tristán Marof, en
1935. Murió el 23 de octubre de 1938 en un parque de diversiones: cayó de la
Rueda de Chicago. Políticos e intelectuales de la época le rindieron homenaje.
A Yolanda Bedregal le inspiró un poema.
De acuerdo a quienes lo conocieron, José Aguirre Gainsborg
(1909-1938) fue un hombre radical en su actividad política y sindical. Fue
perseguido, detenido y exiliado varias veces. En vida polemizó con liberales y
nacionalistas. Después de su insólita muerte, incluso sus adversarios
destacaron los “nobles” y “humanos” ideales que lo guiaron.
En un domingo de primavera lluviosa, el 23 de octubre de
1938, cerca de las 18:00, Aguirre Gainsborg, Alberto Canedo y Hugo Jordán
concurrieron a una feria de diversiones, frente al templo de San Francisco, en
la ciudad de La Paz. Los tres subieron al carrito número seis de la Rueda
Johnson, más conocida como la Rueda de Chicago. “Aguirre, haciendo gala de
sangre fría”, en un arranque de “euforia juvenil”, retiró el barrote de
seguridad. Gran error: la rueda, en su avance, lo precipitó de cabeza al piso.
Canedo y Jordán se aferraron a los soportes del juego mecánico y quedaron
colgados.
La fatal caída de Aguirre Gainsborg ocasionó que la gente
saliera despavorida del lugar. Producto de ello, una mujer perdió el
conocimiento y un niño quedó con heridas en el rostro.
El doctor Saldaña, médico de turno de la Asistencia que
atendió a Aguirre Gainsborg, en una entrevista con el periódico La Calle, el 25
de octubre de 1938, declaró: “Cuando recibí el cuerpo de Aguirre en la
Asistencia me di cuenta que, desgraciadamente, el caso estaba perdido. No
obstante, quedó en manos de los doctores Beck y Sarategui, quienes agotaron los
recursos de la ciencia para salvar tan preciosa existencia”. Pese a ello, el
deceso se produjo dos horas después.
Líder izquierdista
Aguirre Gainsborg nació en Nueva York, el 9 de julio de
1909, época en la que su padre, José Aguirre Achá, era Cónsul General de
Bolivia en Estados Unidos. Su abuelo fue el novelista y político Nataniel
Aguirre, autor de Juan de la Rosa.
Estudió en Argentina, Ecuador y Chile. En 1928, salió
bachiller del Colegio San Calixto de La Paz. A sus 19 años, por problemas
económicos, trabajó como profesor de Geografía e Historia en el Instituto
Americano.
Cursó la carrera de Derecho en las universidades estatales
de La Paz y Cochabamba. Se graduó en 1932.
Valentín Abecia, en su texto Siete políticos bolivianos
destaca algunas de sus obras: Apuntes para la elaboración de una tesis del
Partido Obrero Revolucionario (POR), el Programa de 10 puntos, en 1934, y la
Tesis sobre la situación política nacional, en 1936.
Abecia menciona que Aguirre Gainsborg fue colaborador y
redactor de las revistas y periódicos Zigzag, Izquierda de Chile, País, América
Latina y El Diario de La Paz.
Militancia
En su labor política, fue designado Secretario de
Vinculación Obrera de la Federación de Estudiantes de La Paz. Un año después,
lo nombraron Secretario de Relaciones de la Federación de Estudiantes de
Cochabamba. Coadyuvó en la organización del Sindicato de Cocineras de La Paz.
Militó, además, en el Partido Comunista Clandestino. Antes
de la guerra del Chaco, fue detenido junto a los dirigentes estudiantiles Félix
Eguino y Carlos Beltrán. Gracias al apoyo de la Federación Obrera del Trabajo,
los tres salieron en libertad.
Al inicio de la Guerra del Chaco (1932), Aguirre Gainsborg
fue tomado prisionero por pacifista. En el mes de julio lo confinaron a la mina
Laurani (Sica Sica, La Paz). Por influencias de su padre, lo exiliaron a Chile.
En esa época, militó en la agrupación Acción Comunista de Bolivia. Luego, formó
parte del Partido Comunista Chileno, de donde, debido a una escisión entre
stalinistas y trotskistas, fue expulsado en 1933.
En aquel tiempo, asistió como alumno libre en la Universidad
de Chile. Al ver la necesidad de fundar un partido marxista en Bolivia, en
1934, la Izquierda Boliviana en Chile de Aguirre Gainsborg y el grupo Túpac
Amaru de Argentina, dirigido por Gustavo Navarro (Tristán Marof), firmaron un
pacto político. Ambas fuerzas, luego, fundaron el Partido Obrero Revolucionario
(POR), en 1935.
Un nuevo exilio
Aguirre, a su regreso a Bolivia, fue parte del Grupo Beta
Gama (Bolivia Grande). Al ser designado como Secretario General, cambió el
nombre del frente por Acción Socialista Beta Gama (ASBG). Su deber fue unificar
las corrientes de izquierda de Bolivia. Para tal fin se unieron a la ASBG la
organización Andes, el Partido Socialista, la Célula Revolucionaria y otros.
Nuevamente fue detenido en 1936, acusado de “instigar la
huelga general” contra el gobierno de José Luis Tejada Sorzano. Salió libre a
los tres días, por un recurso de habeas corpus. Después de la caída de ese
régimen, ocupó el cargo de subsecretario en el recién creado Ministerio de Trabajo
(1936). También fue nombrado Inspector del Ministerio de Comercio e Industria.
Debido a su intervención en políticas laborales
progresistas, el 24 de septiembre de 1936, fue deportado junto a José Antonio
Arze y Ricardo Anaya.
Militó en el POR de Chile. En 1937 regresó al país y
participó del Congreso Universitario de Santa Cruz. Un año después se produjo
el rompimiento con Tristán Marof. Y, en octubre, Aguirre Gainsborg murió a los
29 años.
Su muerte
Sobre el fatal deceso, en el texto La bestia emocional,
Porfirio Díaz Machicao, quién fue su “amigo de lucha”, afirmó: “Los dos éramos
carne de ensueño muñecos de un destino que va conformando una personalidad
inadaptable a la existencia… Pocos años después, cuando su figura acrecentaba
reciamente en política, murió cayéndose de una rueda, en un parque de
diversiones ¡Muerte estúpida para tan brillante varón!”.
Guillermo Lora, en la biografía de José Aguirre Gainsborg,
lamentó que “el fundador del POR haya muerto en plena juventud, cuando su
cerebro comenzaba a dar frutos de la plenitud vital”.
Los periódicos liberales, republicanos y nacionalistas de la
época lamentaron la muerte del líder izquierdista. La Calle, el 25 de octubre
de 1938, informó que “víctima de un accidente ha muerto José Aguirre Gainsborg,
símbolo y ejemplo de la juventud renovadora de Bolivia”.
La Razón, un día después, le dedicó un artículo titulado “A
la memoria de José Aguirre Gainsborg, el luchador que no supo odiar”.
“Y José Aguirre Gainsborg no fue tan sólo la pasión; fue
también uno de los más vigorosos y nítidos pensamientos de nuestra generación,
servido por el vigor de un ritmo vital cuya energía se desarrollaba con ímpetus
de torrente”, expresó el universitario Wálter Montenegro. Su intervención fue
publicada en El Diario, el 27 de octubre de 1938.
El Quijote
Varias autoridades, personajes ilustres, docentes
universitarios, dirigentes e intelectuales rememoraron y distinguieron a ese
personaje. El periódico El País, el 26 de octubre de 1938, relató el homenaje
póstumo que le rindió la universidad de Cochabamba.
En dicha oportunidad, el representante de la izquierda
cochabambina Ricardo Anaya dijo: “Desde hoy, Aguirre Gainsborg, jefe, amigo y
camarada será el ejemplo que esclarece el tiempo, será el recuerdo que agiganta
la distancia, será la voz inextinguible, clamor de ultratumba por la liberación
de las masas oprimidas llamando a los trabajadores para unirse y romper sus
cadenas”. Esas palabras fueron transcritas en El País, cinco días después de su
muerte.
Ese mismo medio destacó también lo enunciado por el
intelectual Arturo Zambrana: “José Aguirre Gainsborg era un luchador de fibra
revolucionaria (…) Quijote empedernido, con el alma saturada de quimera e
ilusiones insatisfechas, vivió persiguiendo fantasmas de iniquidad y oprobio”.
Como un niño
El 30 de octubre, El País, difundió el discurso del político
Wálter Alvarado, quién afirmó que “la palabra de Aguirre Gainsborg era tajante
como el machete en la selva brava, por ello, los simuladores del nuevo credo
socialista vieron en él uno de sus más terribles adversarios”.
Sin duda, la vida y la militancia de Aguirre Gainsborg
dejaron una huella indeleble en la historia. Su personalidad influyó de tal
manera que inclusive la poeta y novelista Yolanda Bedregal le dedicó un poema,
publicado en El Diario, el 2 de noviembre de 1938. El mismo dice:
“José Aguirre, dormido entre las flores blancas, acarician
tu noche inapelable las lenguas vivas de tu sueños rojos.
Jugando con la vida y todas sus angustias, te entregaste a
la muerte como un niño.
En un claro domingo de la primavera tu bello cuerpo joven se
columpió en el cielo y te clamó la tierra definitivamente”.
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