DE UN CUENTO DE HADAS, AL DIVORCIO DE ANTENOR PATIÑO


(Por José Antonio Loayza Portocarrero)  


Antenor fue el primer hijo de Simón Patiño, murió; el segundo se llamó René; luego nació el tercero y le puso el nombre del primero: Antenor. El padre fue uno de los hombres más ricos del mundo, y el hijo el feliz heredero de una fortuna legendaria y dueño de la mayoría de las minas de estaño de Bolivia, de las minas del sureste de Asia en Tailandia y Malasia, de las fundidoras más grandes de Inglaterra y de EE.UU., y del control del estaño en todo el mundo.
Cuentan que en la boda celebrada en España, una distinguida invitada, comentó: ¿Ya vieron?, la novia, a la que Antenor se la llevará de luna de miel a Italia tiene 17 años, recién egresó del internado de monjas, y la madre es la más interesada en el matrimonio. ¡Pero vean si el novio no es simiesco, parece un mono caído de un cocotero a su Rolls Royce descapotable!
En 1931, Antenor Patiño contrajo nupcias en Madrid, mediante el régimen de separación de bienes, con María Cristina de Borbón y Bosch-Labrús, la Duquesa de Dúrcal, de la familia real de España y la mujer más hermosa del mundo. Antenor tenía 35 años, nació en 1896 en Oruro-Bolivia. María Cristina, tenía 17 años: nació en 1913 en Madrid-España, era hija del Duque de Dúrcal y sobrina del rey Alfonso XIII, quien no tenía dinero pero si la ilusión de obtenerlo por medio de la novia, que adquirió por el matrimonio la nacionalidad boliviana.
El desenlace de su divorcio después del casamiento por conveniencia, fue uno de los episodios más célebres en la historia del derecho internacional, por el problema de las jurisdicciones y las leyes. María Cristina de Borbón inició en nueva York, a principios de los cuarenta, un juicio por abandono contra Antenor Patiño, que concluyó con un convenio de reconciliación y una serie de compensaciones, una de ellas pagada en Manhattan, cuando María Cristina recibió en julio de 1944, medio millón de dólares a cambio de reconciliarse con su esposo, y la promesa de recibir otro medio millón, siete años después, en 1951.
Pero el matrimonio no tenía salvación. Al terminar la guerra, Antenor Patiño, retornó a París y emprendió un juicio de divorcio que duró más de 20 años, en las cortes de París, Madrid, La Paz y Nueva York. Pero el divorcio parecía imposible. Diez años después, Patiño viajó a México, donde le dijeron algunos actores de Hollywood, que era posible conseguir un divorcio fácil. El Presidente mejicano Adolfo Ruiz Cortines, le ofreció todo su apoyo para resolver el asunto de su divorcio, si hacía una buena inversión en México.
Sin pensar más, Antenor estableció su domicilio conyugal en México. En 1956 construyó el Hotel María Isabel, un edificio elegante, situado en la zona más exclusiva. Ese mismo año solicitó ante el Juzgado Séptimo de lo Civil en la Ciudad de México, la separación de su cónyuge. Los tribunales, al aceptar su solicitud, ignoraron o pretendieron ignorar, que el matrimonio se celebró en Madrid, entre un boliviano y una española, con domicilio conyugal en París y Nueva York, y con juicios de divorcio pendientes en las cortes de América y Europa. Aun así, un juez del distrito de México, falló a favor de Patiño, quien invocó como causal de divorcio, el abandono de hogar.
María Cristina que vivía en Francia, reaccionó, la justicia revirtió la decisión, y la noticia llegó el 2 de julio de 1959 a México. “Anulan en París el divorcio de Patiño”, así anunció el periódico Excélsior, para después explicar en detalle: “La primera Sala del tribunal de Apelaciones de París, dictó hoy varios mandatos judiciales en relación con las dificultades del acaudalado industrial Antenor Patiño con su esposa, María Cristina de Borbón. El primero de esos mandatos asienta que el tribunal de México no es competente para decidir, como lo hizo en noviembre pasado, el divorcio de los esposos, ya que, por una parte éstos son de nacionalidad boliviana y por la otra, el matrimonio se efectuó en Madrid, y España no admite el divorcio. El tribunal de París, por su parte, se declara competente porque los interesados residen en esta ciudad” Fue una victoria para María Cristina de Borbón. El 15 de mayo de 1963, la Corte confirmó procedente la separación de cuerpos solicitada por ella.
Más tarde, Antenor siguió con las suyas, el 8 de enero de 1960 contrajo matrimonio en Londres con la española Beatriz de Rivera, “ambos por segunda vez”, según anunció la revista Time. Sin embargo el matrimonio no fue el colorín colorado de la historia. María Cristina lo acusó de “vivir en estado de concubinato, e inició una nueva ofensiva legal.
Los separados tenían dos hijas: Cristina y María Isabel. La primera, o sea Cristina, se casó con el príncipe francés Marc de Beauvau-Craon en 1952, tuvo dos hijas, la princesa Minnie de Beauvau-Craon casada con el argentino Javier Botana, con quien tuvo dos hijos, Victoria y Sebastián, que hoy viven en Londres, en el castillo de Haroue; y Dianne de Beauvau-Craon. Más tarde Cristina se divorció y se casó con el austriaco Ernest Schneider, de ese matrimonio nació Cristina Schneider Patiño.
La segunda hija, tuvo un romance con el joven hotelero judío Jimmy Goldsmith, quien, cuando fue a pedir la mano de María Isabel a Antenor, éste le replicó “¿Usted cree que voy a permitir que mi hija se case con un judío cualquiera?”, y el ofendido respondió “Que curioso, mis padres dicen lo mismo: cómo te enamoraste de la hija de un indio”.
Antenor Patiño, falleció en 1982, fue sepultado en el cementerio del Père-Lachaise, Francia; no en el Mausoleo de Pairumani y junto a sus padres como estaba previsto. La princesa Cristina de Borbón y de Bosch-Labrús, Duquesa de Dúrcal, murió el año 2004. Fue enterrada en el Panteón de Infantes del Monasterio de El Escorial.
Así de a poco la fortuna de Patiño se fue a otros bolsillos, y el diablo montado sobre las montañas que nos regaló Dios, como el cerro rico de Potosí, Colquechaca, La Salvadora, y otras; aún ríe: “¿Diablo, diablo, dime, seré rico?... ¡Claro que sí, tú sabes para quien trabajas!”

21 DE MARZO DE 1879, EL COMANDANTE CHILENO WILLIAMS REBOLLEDO: “…ESTA OCUPACIÓN (DEL LITORAL BOLIVIANO) SÓLO DURARÁ MIENTRAS DUREN LAS CAUSAS QUE LA MOTIVARON..”



Documento firmado por Rebolledo.

En la todo se puede observar una nota manuscrita del Comandante de la escuadra chilena al inicio de la Guerra del Pacifico, Williams Rebolledo, en la que señala que la ocupación del Litoral boliviano sólo durará lo que duren las causas que la motivaron.
Pueden leer todo el documento haciendo clic sobre la imagen.

El Chileno Williams Rebolledo, autor del documento.

"LA PATRIA RECUERDA A SUS COMBATIENTES DEL 26 DE MAYO DE 1880" LA RAZÓN, 26 DE MAYO DE 1934


Publicación del periódico La Razón, 26 de mayo de 1934.
" La Patria recuerda a sus combatientes del 26 de mayo de 1880"

"Confundidos en un mismo resplandor de gloria, surgen los hombres del glorioso pasado boliviano, junto a los del presente que fija el pedestal del heroísmo de la raza en las lejanas planicies del Chaco. A través de los tiempos, una misma rama de laurel que se tiende de occidente a oriente, cubre la imagen del "Colorado" que se dibuja en la memoria y la imagen del Reservista que va esculpiérose en el horizonte de porvenir, dignos uno de otro, vencedores del desierto y de la muerte. La raza persiste en sus virtudes superiores, y hay en el fecundo sacrificio del que peleó en Cañada Strongest, la misma ciega abnegación del que murió en el Alto de la Alianza. La Patria recuerda a sus combatientes del 26 de mayo de 1880, con el mismo orgullo amoroso con que hoy se ufana de sus combatientes del 24 de mayo de 1934".

9 DE MAYO DE 1877, EL DÍA QUE SEPULTÓ COBIJA, EL ÚNICO PUERTO VERDADERAMENTE BOLIVIANO


Por: Maurice Cazorla Murillo / El Fulgor de Oruro, 19 de mayo de 2019. // Foto: Ruinas del antiguo  puerto de Cobija. / Disponible en: https://elfulgor.com/…/9-de-mayo-de-1877-el-dia-que-sepulto…


Poco o nada conocemos del único Puerto verdaderamente boliviano que se tenía sobre el océano pacífico.
Este puerto, fundado en el periodo de conquista española en el año de 1587 con el nombre de Santa María Magdalena de Cobija. Pertenecía al partido de Atacama el mismo que era parte de la Intendencia de Potosí.
Durante el Virreinato del Rio de La Plata, se realizó una visita de reconocimiento del puerto en 1783, conforme a una orden reservada para prever una posible invasión inglesa al puerto. Se debe tomar en cuenta que el Virrey Juan del Pino y Manrique, quería establecer presencia en el único puerto del Virreinato del Rio de la Plata en el océano Pacífico, para ello es comisionado el Dr. Joseph Agustín de Arce, que presenta su informe en 1787.
Desde el periodo republicano, el propio Libertador dispuso al irlandés Francisco O’Burnett O’ Connor, que acompañó al ejército libertador, la inspección de la costa del nuevo país. Llegó al antiguo Puerto de Cobija a bordo del bergantín “Chimborazo”; ya en el lugar, levantó plano y recomendó como puerto a Cobija. El propio Libertador, mediante decreto de 25 de diciembre de 1825 nombra al puerto como “La Mar”, en homenaje al Mariscal ecuatoriano José de La Mar, vencedor de la batalla de Ayacucho.
El nombre “La Mar” no se utilizó mucho tiempo, volvió a utilizarse el nombre de Cobija, como capital de Departamento. Mediante Ley de 1839, se erige en departamento como “Litoral de Atacama”, con capital en el mismo puerto de Cobija.
Este puerto, fue visitado por Antonio José de Sucre y el propio Mariscal de Zepita, Andrés de Santa Cruz.
Fue escenario además de “revoluciones”, las típicas del siglo XIX. El 26 de julio de 1841, el prefecto del departamento Andrés María Torrico reúne al vecindario de Cobija y proclama al General José Ballivián. Esta iniciativa, no tuvo desgracias que lamentar. El 22 de enero de 1848, Manuel Isidoro Belzu envió al Coronel Juan Lurquín para iniciar una proclama en el puerto La Mar a su favor, logrando reconocer la presidencia del caudillo; lo mismo sucedió el 17 de noviembre del mismo año, el prefecto del departamento Coronel Francisco Barrenechea, reúne al vecindario proclamando a Belzu como presidente “provisorio”.
Un año después, el 29 de mayo de 1849, el General José Ballivian, a bordo de una fragata francesa, se acerca al puerto pero no pudo desembarcar, tres días después decide abandonarlo. El prefecto del departamento Eusebio Guilarte, el 7 de junio de 1849, levanta al puerto reconociendo presidente al Dr. José María Linares, que provocó un enfrentamiento con soldados que reconocían el gobierno de Belzu, comprometiendo la condición del bergantín hamburgués “Zara”, Eusebio Guilarte, muere asesinado en Cobija el 11 de junio.
El 22 de julio de 1853, fuerzas peruanas de 300 hombres desembarcan en el puerto de Cobija por la expulsión de encargados de negocios de aquél país; los peruanos dejaron la autoridad en el general Agreda enemigo del General Belzu. El 16 de julio de 1865, el prefecto Ladislao Cabrera inició un levantamiento contra el gobierno de Melgarejo, provocando 20 muertos y heridos en un sangriento enfrentamiento, días después se restituyó el orden proclamando prefecto a Manuel Tomas Alcaide.
El último movimiento fue el 26 de enero de 1875, en el cual José Raimundo Taborga instiga en Cobija a favor de Quintín Quevedo, deponiendo al prefecto con amenaza de revolver, el movimiento quedó aislado por el refuerzo que se envió desde Atacama.
Sin embargo, pese a la larga trayectoria de Cobija en la historia de Bolivia, se trunca una noche. El 9 de mayo de 1877, entre las nueve y nueve y media de la noche, un fuerte maremoto azota la costa del Departamento del Litoral, destruyendo con olas de gran tamaño todo lo que encuentra a su paso. Mejillones y Cobija son las más afectadas. La primera desaparece, el lugar denominado “La Caleta” donde se levantaba la población, fue destruida completamente. Cobija, es arrasada incluyendo su templo, dejando restos de ropa, muebles, vajilla. Aun puede visitarse, un letrero anuncia que el lugar es declarado “Monumento Nacional” para la historia de Chile, pese a su origen boliviano.
Las ruinas de muros construidos de adobe, nos recuerdan el antiguo arte pre hispánico del altiplano boliviano. Sobre el lugar que se levantaba el templo, apenas se aprecia una cruz con una leyenda como recordatorio: “En este lugar estuvo la Iglesia de Santa María Magdalena de Cobija”.
Un amigo “mejillonino”, Wilfredo Santoro Cerda, dedicado a la investigación histórica, afirma en una informal conversación, pero de mucho acierto: “Cobija fue el gran acierto y proyecto boliviano, fue el primer puerto en la costa de Atacama y el punto más importante del Litoral; Chile nunca cuestionó su pertenencia a Bolivia, los reclamos solo se limitaron al paralelo 23 que queda en Mejillones. El descubrimiento de salitre en Antofagasta en 1866, el descubrimiento de plata en Caracoles en 1870 y el maremoto de 1877 minaron su importancia…”.
Así quedó sepultada en la historia, el único puerto boliviano que comparte su historia desde la colonia y el periodo republicano, antes de ser parte de la soberanía de Chile luego de la Guerra del Pacífico. Nuestra historia no es justa, siendo el primer puerto en la costa de Atacama, ahora es solo un punto en la carretera panamericana. Los habitantes, de ascendencia remota vinculada a Bolivia se dispersaron. Hace sesenta años, una familia de Oruro de paso por Cobija, apenas encontró una vivienda, en la cual una radio reproducía las ondas de Radio Illimani de La Paz, paradójicamente, ese momento se escuchaba el vinilo del Himno Nacional de Bolivia. El momento fue emocionante y de congoja; Cobija tan lejos de su país, se resiste en el tiempo y en la distancia, ante nuestra propia indiferencia.

«LA VICTORIA DEL EJÉRCITO BOLIVIANO EN CAÑADA STRONGEST, LLEVA AL ESPÍRITU DE SUS TROPAS UN PODEROSO ESFUERZO MORAL» (La Razón, mayo de 1934)


Guerra del Chaco – 24 - 25 de mayo de 1934 
Por: Oscar Cordova. 

El mayor paraguayo Antonio E. González, ha comentado sobre este momento singular y dramático: «Entre el 22 y el 25 de mayo, el enemigo lanza un poderoso ataque sobre este último Cuerpo, aislando simultáneamente sus tres Divisiones escalonadas sobre el camino Lóbrego.
El aferramiento frontal es efectuado por violento ataque, las alas de maniobra se cierran sobre el I Cuerpo, y fuertes fracciones se infiltran entre las Divisiones paraguayas, y detrás de la última de la cola. Las tropas semicercadas tratan de esquivar los sucesivos golpes, maniobran defensivamente, se abren paso y se repliegan. Las VIIa. y VIIIa. Divisiones, que han logrado en parte rechazar los ataques enemigos, tratan de apoyar a la IIa. División que está comprometida, y que por fin escapa del cerco, salvando íntegro el R. I. 3 «Corrales», el R. I. 1 «Dos de Mayo» menos un Batallón, y un Batallón del R. I. 10 «Sauce». El Regimiento de Caballería 9» Capitán Bado» y el 10 de Infantería «Sauce», agotados de munición, exhaustos de sed y de cansancio, totalmente encerrados, se rinden.
El Batallón del Regimiento de Infantería «Dos de Mayo», apretado por un cerco implacable, tienta la ruptura en repetidos y terribles ataques a granada de mano y arma blanca, pero después de tres días de sacrificio, también se ve forzado a entregar las armas.
«La victoria del Ejército boliviano en Cañada Strongest lleva el espíritu de sus tropas un poderoso esfuerzo moral».
El Ejército paraguayo perdió unos más de sesenta oficiales y más 1.200 prisioneros de tropa, más de 500 muertos y heridos, 80 ametralladoras livianas y pesadas, 3 morteros, 1.500 fusiles, 10 camiones y otros materiales». Al denominar a la acción de Cañada Strongest, el comentarista paraguayo ha agregado: «La batalla se libró en Cañada Esperanza, según los mapas del Ejército paraguayo, copiados de otros bolivianos. Los partes bolivianos, sin embargo, la llaman de Cañada Strongest, y con este nombre se la conoce». Este descalabro parcial paraguayo hubo de trascender y repercutir de un modo muy negativo para las fuerzas del capitán Estigarribia que hasta ese momento se sostenían denodadamente en el denominado «cerco chico», así como enaltecer en alto grado la moral y el empuje de las fuerzas bolivianas.
El estrechamiento del cerco cada vez más apremiante y el desaliento producido por el desenlace ocurrido en el sector Norte de la batalla, precipitaron la rendición del capitán Estigarribia y de su esforzada tropa. Al Acta con que se materializó esta ocurrencia fue la que a continuación se reproduce:
«En Campo Rocha, día 25 de mayo de 1934, horas 12.30. El Capitán Joel Estigrrribia, comandante del Primer Batallón del R. I. 16 «Mariscal López» y sus oficiales: Tté. 2°. Reserva Julián Olmedo; Tte. Mereirían Pérez; Tte. 2°. Florentino Benítez Ortiz; Tte. Pedro Baez A., Tte. 2°. Eugenio Quinteros: Tte. 2°. José Mojica; Tte. 2°. Pedro Halley; Tte. Leopoldo Brun; Tte. Juan B, Ortigosa y ciento ochenta de tropa, se rindieron incondicionalmente con sus armas y pertrechos, al R. C. 5 «Lanza»; a órdenes del Mayor Eduardo Paccieri Blanco, del Ejército boliviano, siendo acreedores desde este momento al trato que el derecho de gentes y la hidalguía boliviana reconocen al prisionero de guerra. «En fe de la cual firma: Estigarribia (Capitán). — Mayor E. Paccieri B. (R. C. 5).
A continuación, también suscribieron el Acta los oficiales paraguayos cuyos nombres se registraban en ella. La Batalla de Cañada Cochabamba (convencionalmente de Cañada Strongest), concluía con un excelente y meritorio triunfo boliviano, pero no tan rotundo como las circunstancias y los factores en juego parecieron prometerlo, sobre todo habida consideración de la amplitud de la concepción operativa y de los vastos recursos que se empeñaron en su ejecución. Los prisioneros paraguayos alcanzaron la elevada cifra de 67 oficiales y 1.389 soldados y clases, en su mayor parte -como ya se ha demostrado- en el sector de maniobra de la 3ª. División. 
(Fuente: HISTORIA DE LA GUERRA DEL CHACO. Coronel Aquiles Vergara Vicuña - TOMO V).

BOMBARDEOS BOLIVIANOS A PUESTOS PARAGUAYOS DURANTE LA GUERRA DEL CHACO


5 de mayo de 1934 — Guerra del Chaco 
“Siguieron los bombardeos aéreos de las naves bolivianas a los puestos paraguayos del Norte, del Sur y del Oriente”


—El 3 de mayo, después de bombardear el día anterior los puestos enemigos de Leda, Diana, Olimpo y Guaraní, se bombardea el fortín paraguayo Patria. El Paraguay anuncia que tomará represalias con los prisioneros bolivianos por dichos bombardeos. Los aviadores bolivianos amenazan con bombardear Asunción si se toma represalias con los prisioneros. “Nada pudieron las amenazas paraguayas... siguieron los bombardeos aéreos de las naves bolivianas a los puestos paraguayos del Norte, del Sur y del Oriente... mientras que los pocos aviones enemigos se concretaban no a herir objetivos vitales, sino a simples vuelos de observación y de reconocimiento volando a grandes alturas o introduciéndose furtivamente sobre las líneas bolivianas...” (ALAS DE BOLIVIA, SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA AVIACIÓN NACIONAL. Amalia Villa de la Tapia Tcnl. de Aviación - TOMO II)

EL PRIMER SALTO EN PARACAÍDAS EN BOLIVIA

(Por Ramiro Molina Alanes) 

A TRAVÉS DE LA PRENSA

En el mes de abril de 1930, los periódicos de la ciudad de La Paz, publicaron curiosas notas sobre un joven que voluntariamente deseba lanzarse en paracaidas desde un avión utilizando para ello uno de los artefactos de la Escuela Militar de Aviación (EMA). La noticia causó expectativa, pero no la atención de las autoridades militares, por esta razón, Felix Guzmán, que así se llamaba el intrépido joven, envió una carta al propio Presidente de la República, Dr. Hernado Siles, solicitando la autorización correspondiente.
Pero, ¿cómo había concebido este propósito? “La primera vez que ví un paracaidas fue en una revista, después en el cine, hasta que al tener conocimiento de la existencia de estos aparatos en nuestra Escuela de Aviación y que no se los utilizaba porque se tenía gran desconfianza en probarlos, me propuse ser yo uno de los primeros, para lo cual hice gestiones ante el Estado Mayor General” (1)

LA GRAN PRUEBA

No queriendo defraudar la expectativa de la población ni obstaculizar el valiente intento de Guzmán, la Escuela Militar de Aviación accedió para realizar el inédito experimento. Inicialmente se fijo el 1 de mayo como fecha para la gran prueba, como un homenaje al “Día de Trabajo”, pero debido a que por dicha conmemoración se tenían previstos encuentros futbolísticos interdepartamentales, se postergó para el día siguiente.
El histórico viernes 2 de mayo de 1930, amaneció algo nuboso; a las 10:30, a bordo de un automovil dispuesto por la Escuela Miliotar de Aviación, Félix Guzmán junto al Jefe de Investigaciones de la Policía y algunos periodistas, se hizo presente en el aeródromo de El Alto, donde ya se había congregado una considerable multitud.
Como primera medida, el médico de la Escuela le practicó un minucioso examen, declarándolo apto para la prueba. Después, en presencia de los funcionarios policiales y los periodistas, se suscribió un documento en que se deslindaba responsabilidades a la Escuela Militar de Aviación y al piloto que debía conducirlo, por las consecuencias que pudiera tener el arriesgado proyecto.
Posteriormente, en el comedor de oficiales, los mecánicos Cecilio Holmes y Alejandro Robles desdoblaron, en su presencia y de las personas que le acompañaban, el paracaidas que habría que utilizar; seguidamente volvieron a doblar prolijamente y colocárselo a Guzmán.

EL VUELO

El propio Director de la EMA, Tcnl. Bernardino Bilbao Rioja, resolvio ser el piloto del Vickers “Vespa” No. 5 de observación y bombardeo, que debía conducir al neófito pero intrépido paracaidista; para lo cual, junto a la aeronave le dio las indicaciones objetivas; es decir, cómo debía salir de la cabina, deslizarse por una escalerilla y lanzarse al vacío.
El decolaje del “Vespa” se produjo a las 11:50, el cual dando vueltas alrededor del aeródromo en círculos cerrados, se elevó hasta las 2.800 metros de altura (6.900 m.s.n.m.); exactamente a las 12:55, a una señal del piloto, Félix Guzmán salió de la cabina, se descolgó por la pequeña escalera y dio ese trascendental salto al vacío confiando la vida en ese sutil y desconocido artefacto de seda.
El Tcnl. Bilbao en una declaración al periodista de “La Razón” señaló: “Sentí gran ansiedad y mi única preocupación fue la de observar si el paracaidas se desplegaba, lo que ocurrió instantes después”(2)
Mientras que Guzmán con el paracaídas completamente desplegado, descendía balanceándose suavemente; el viento lo impulsaba hacia el oeste, cerca de la región de Laja; el aviador vigilaba el descenso, “por mucho rato traté de avistarlo, pero a cierta distancia desapareció entre las nubes”, dijo. Sin embargo logró localizar el sitio donde tocó tierra, aproximadamente a nueve kilómetros del aeródromo de El Alto, lo cual facilitó su ubicación cuando aterrizó y fue a su encuentro.
Por su parte, Guzmán apenas tocó tierra, hizo un bulto del paracaídas y se lo echó a cuestas dirigiéndose al aeródromo; pero, apenas había avanzado dos kilómetros, le encontró el Tcnl. Bilbao en su auto. Cuando llegaron al aeródromo militar, fueron recibidos por una ovación de los periodistas, miembros de la EMA y la multitud que acudió a observar el sensacional espectáculo.
Guzmán narró sus impresiones así: “Veía los techos de calamina de los hangares y de los demás edificios ubicados alrededor del aeródromo relucir como espejitos por lo pequeños…cuando el Tcnl. me hizo la señal para que bajara de la cabina, vi hacia abajo, pero todo era negro. No supe más ni me acordé de contar hasta seis como se me había instruido para maniobrar sobre el resorte. Me pareció hallarme en un columpio en el que daba violentas mecidas. Transcurrieron varios minutos y nunca llegaba a mi destino. Después sentí una especie de vértigo hasta el final en que reaccioné con una fuerte conmoción en la cabeza…había llegado a tierra”(3).

LO ANECDÓTICO

Después de la prueba, Félix Guzmán fue invitado a almozar en el hotel “Rigoli”, pero al abandonar el local, el hombre que había salido ileso de una prueba tan peligrosa, tropezó violentamente en una grada, yendo a caer al pavimento; por lo que se fue a su casa caminando derrengado e inseguro.

EL PARACAÍDAS QUE UTILIZÓ

Era de pecho, de la marca Irvin Air Chute, de Inglaterra, todo de pura seda, fabricado en 1929 y adquirido como complemento del material de vuelo Vickers; tenía un diámetro de 28 pies, con una circunferencia de 92, que podía soportar un peso de 2.136 libras.

EL PRIMER PARACADISTA BOLIVIANO

Félix Luis Guzmán Durán, era natural de Tarija, contaba con 19 años; hizo su Servicio Militar en el Regimiento “Ballivián” en 1927. Trabajaba como Carabinero de Policía, pero anteriormente se había desempeñado como ayudante mecánico en la Escuela Militar de Aviación.
Durante décadas no se volvió a saber de él, hasta que el año 1962 solicitó al Ministerio de Defensa Nacional se le concediera una pesnsión por la gran hazaña que cumplió el 2 de mayo de 1930; al respecto, en un informe al titular de esa cartera de Estado, el Comandante de la Fuerza Aérea, Gral. Brig. Aé. René Barrientos Ortuño, da su opinión favorable a esta solicitud, afirmando que, “Evidentemente se trata de un pionero de la aviación nacional y un meriitorio servidor de la Patria”(4).

NOTAS

(1) El Diario, La Paz, 3 de mayo de 1930.
(2) Ibidem
(3) La Razón, La Paz 3 de mayo de 1930
(4) Informe de 7 de mayo de 1962

EN EL DÍA DEL EX ALUMNO AMERINST, NO OLVIDAMOS A LA PROMOCIÓN 1934


(Por Pablo Michel) // *Foto, salida de nuevos movilizados rumbo a la estación de trenes de La Paz.  

Fueron estudiantes del Instituto Americano que debieron graduarse en el año de 1934, pero solo lograrían hacerlo nueve, el resto de ellos morirían en la batalla de El Carmen y dos acciones inmediatas a esta tragedia dentro de la historia de la Guerra del Chaco, donde se perdieron a 32.600 bolivianos y 21.000 regresarían heridos y mutilados.
En el año anterior (1933) ya había ocurrido un desastre muy parecido cuando el 85% de la Promoción 1933 del Colegio Bolívar de Oruro había muerto en las distintas batallas de ese año.
Al respecto... ya existían sugerencias del Alto Mando Militar y de los encargados de la movilización general de separar durante los reclutamientos a los bolivianos en edad de servir y evitar que se junten por amistad y compañerismo provenientes del mismo colegio, club deportivo, facultad de la universidad y sobre todo de la misma familia; esto para evitar penas tan dolorosas en un mismo contexto.

Pese a eso 17 combatientes provenientes del Amerinst de La Paz murieron en el desastre de El Carmen y algunos relatos afirman que otros 3 compañeros más murieron en un campo paraguayo para prisioneros, meses después.

Al año siguiente, la nueva promoción 1935, también se alistaría para ir rumbo al Chaco, pero sólo llegarían hasta Tarija pues el 14 de junio de ese año se celebraría el Cese al Fuego.

COMPAÑEROS DEL AMERINST PROMOCIÓN 1934 CAÍDOS EN ACCIÓN

+ Fernando Buitrago Rea
+ Marcelino Guzmán Rivas
+ Michael Smith Tapia
+ Jhonatán Romero Alvarado
+ Fernando Trigo Mercado
+ Guido Cárdenas Uriona
+ Waldo Ramírez Lopez

(listado cotejado entre la listas de movilizados, fallecidos con el registro maestro de alumnos y notas del servicio religioso realizado el 23 de noviembre de 1935, en la antigua iglesia Metodista, los nombres del resto de los alumnos fallecidos aún requieren de confirmación entre fuentes y documentación)

Tampoco olvidamos al +Cap. Rafael Pabón Cuevas, considerado en la historia militar mundial como "As de Ases" de la aviación boliviana (Promoción 1919, Amerinst), abatido en agosto de 1934.

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