DERROTA DE ESTIGARRIBIA EN SAAVEDRA (Guerra del Chaco

«Derrota de Estigarribia en Saavedra»
(Resumen) (29 de Noviembre al 1 de Diciembre de 1932)

La Orden de Operaciones del Cnl. Estigarribia, (paraguayo) distribuída oportunamente a sus  unidades subordinadas (el 29 de noviembre), decía: “...Atacar y apoderarse del fortín enemigo Saavedra para hacer caer la línea de fortines enemigos que quedan al Sur hasta el Pilcomayo”. Dichos fortines eran: Agua Rica, Murguía, Cuatro Vientos, Tinfunqué, Sorpresa y Esteros. Para la ejecución de la operación, el Comandante Supremo paraguayo determinó  que el esfuerzo principal sería llevado por la 1ª Div. (del My. Carlos José Fernández), reforzada con el RC.3 “Mongelós”, que avanzaría por el Oeste para desbordar el ala izquierda boliviana y salir sobre el camino  Saavedra - Muñoz, desde donde atacaría Saavedra, previa coordinación con las demás unidades.  La 4ª Div debía atacar frontalmente las posiciones de Campo Candia para aferrar  a las fuerzas bolivianas en el sector.  La 2ª Div. se mantenía en reserva, lista para intervenir.  La 5ª Div tenía también misión de “amarramiento” en su Sector (Agua Rica - Cuatro Vientos). 
Entretanto, Bilbao Rioja, previendo que el enemigo continuaría con sus esfuerzos desbordantes, sacó al ”Campos” de la reserva, enviándolo al ala izquierda, con la misión de prolongarla y hacer un arco hacia el Sur, para evitar la penetración paraguaya en la retaguardia de la posición defensiva de su división.
El ataque paraguayo de este primer día de diciembre, fué un estrepitoso fracaso para el Paraguay. No obstante el valor y denuedo con que sus soldados se estrellaron, una y otra vez, contra las posiciones bolivianas, no consiguieron ganar ni un metro de terreno.  Tampoco cortaron el camino.  Los regimientos “Curupaytí” e “Itororó” quedaron diezmados y admitiendo éso, se ordenó el repliegue hasta las islas intermedias entre los pajonales, para continuar con su esfuerzo ofensivo  después de reorganizarse y reemplazar sus bajas.
Los días siguientes (2 al 7 de diciembre de 1932), fueron de choques intermitentes y reconocimientos de todo tipo.  Mientras -día tras día- los paraguayos intentaban romper el dispositivo boliviano, sin lograrlo; los defensores, con la moral robustecida por la sangría que sufría el enemigo ante sus ojos, comprobaban una vez más la enorme ventaja de combatir desde posiciones defensivas organizadas.  El mando  paraguayo -empero- no creía haber sido escarmentado suficientemente.
Una monótona forma de lucha se enseñoreó después en el sector. Sólo interrumpida por los esporádicos ataques localizados que insistía el mando paraguayo, en realizar.
El “Lanza”, que se encontraba en Muñoz como reserva del Cuerpo, había destacado dos escuadrones para patrullar, tanto la retaguardia enemiga como la nuestra, en el sector de Saavedra. Uno de ellos estaba al mando del Tte. Germán Busch Becerra. Sus correrías en la retaguardia paraguaya fueron tejiendo una aureola de leyenda alrededor de su persona y su escuadrón de Chaqueños . Entre el 1 y 10 de diciembre esta pequeña fuerza realizó una serie de patrullajes, capturando prisioneros y obteniendo numerosos datos e informaciones valiosas sobre el dispositivo y composición de las tropas paraguayas. Hasta se dió el gusto, aprovechando coyunturas ventajosas, de atacar y dispersar sorpresivamente a algunas pequeñas unidades aisladas que encontraba en su camino. En su momento, los “Macheteros de la Muerte” fueron también sus víctimas. (Fuente: Luis Fernando Sánchez Guzmán - Boquerón 1932).

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