EL PRESIDENTE SALAMANCA AL ALTO MANDO MILITAR BOLIVIANO EN LA GUERRA DEL CHACO: “LES HE DADO TODO, MENOS INTELIGENCIA”

Fuente: La guerra del Chaco – Historia (Grafica) y Literatura. De Mariano Baptista Gumucio / Comunicaciones El País, La Paz – Bolivia, marzo de 2002.

Las relaciones entre el gobierno boliviano y los altos mandos militares durante la guerra del chaco fueron altamente conflictivas, esto contribuyo a todos y cada uno de los desastres y reveses militares bolivianos sufridos a manos del Paraguay. Hoy les traemos una muestra de aquellos días difíciles para el país, donde los militares y el Presidente Salamanca intercambiaban reclamos y calificativos despectivos.
A diferencia del Paraguay, donde las relaciones entre el  gobierno y el poder militar eran armónicas y existía un claro entendimiento entre el presidente Ayala y el General Estigarribia –quien visito 30 veces la zona de operaciones, mientras que Salamanca solamente fue 3 veces, la última para soportar la afrenta de su derrocamiento.
En Bolivia prácticamente desde el inicio de la campaña, si no antes, hubo un divorcio completo. Salamanca no ocultaba su menosprecio por la “semiciencia”, de que hacían gala los militares y llamo a Kunt para que dirigiera las operaciones y luego a la misión Checa dirigida por el Gral. Placek, decisiones, ambas que desagradaron profundamente a los ofíciales locales. De su parte el Coronel Ángel Rodríguez que soñaba algún día con llegar a ocupar la silla presidencial, lo llamaba “el viejo chullpa”. Cuando murió Alberto el hijo del Presidente, este recibió un telegrama que le confirmaba que le deseo se había producido en “forma accidental”. El mandatario tuvo fuerzas para replicar. “Todos los hijos de la patria mueren heroicamente en el Chaco, solamente el mío muere por accidente”. Y ante la manifiesta incapacidad de los altos mandos para utilizar eficazmente el material humano y los recursos que el país entregaba con enormes sacrificios. Salamanca concluyo por decir: “Les he dado todo, menos inteligencia”.
Tiempo antes, en septiembre de 1934 el presidente se reunió con el general Peñaranda en Tarija, allí se produjo un altercado bastante fuerte, ese episodio termino con el intercambio de telegramas. Peñaranda recibió uno que decía:
Hago saber a Uds. que el pueblo ya no tiene confianza en la pericia del comando”, y el presidente Salamanca como respuesta recibió esta; “Respecto a la opinión del pueblo no debe Ud. Preocuparse, porqué aquí en la línea también se piensa lo mismo de su gobierno y no por ello nos alarmamos”.
Cabe mencionar que todo este divorcio entre el Presidente Salamanca y los militares se debía en parte a la constante intromisión e intento de Salamanca de dar órdenes y diseñar estrategias  que estaban reservadas enteramente a entendidos militares.

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