LA INTENTONA GOLPISTA QUE TERMINÓ CON LA MASACRE DE TEREBINTO

Este artículo fue publicado el 17 de mayo de 2020. Foto: Terebinto de Hernán Landivar.

La historia se la tiene que contar con verdades y no a medias como suele suceder. Generalmente la historia es manipulada por uno u otro sector de acuerdo a los intereses de una o varias personas, grupos, facciones, incluso países.

Uno de los acontecimientos más dolorosos en la historia Boliviana y particularmente en la Historia de Santa Cruz de la Sierra es sin duda alguna, la masacre de Terebinto.

Lamentablemente un golpe de estado “exitoso” o fallido siempre representará un enorme derramamiento de sangre y mucho dolor. Como ejemplo, el golpe de Banzer resultó “exitoso” y con exitoso me refiero a que logro su cometido de tomar el poder, ¿pero a que costo? Tres días de sangrienta resistencia y con ello y gran número de vidas segadas. 
En cambio al otro extremo, La masacre de Terebinto es el ejemplo de un golpe de estado fallido, donde la peor parte se lo llevaron los involucrados en el golpe, en este caso aquéllos jóvenes pertenecientes a la Unión Juvenil y los falangistas.

Para contextualizar aquél escenario es necesario hacer notar que el 19 de abril de 1959 se suicidaria (muchos afirman que fue asesinado) el jefe de la Falange Socialista Boliviana, Oscar Unzaga de la Vega. La F.S.B. era el principal partido de oposición al MNR gobernante en ese momento. 
Un detalle importante a señalar es que La Unión Juvenil Cruceñista había sido recientemente creada y exigían el efectivización del pago de 11% de las regalías petroleras.
Por el lado del Gobierno las acusaciones de separatismo a los dirigientes cívicos eran bastante fuertes.

Los acontecimientos que precipitaron a este sangriento episodio de nuestra turbulenta historia como país tienen sus orígenes en la intentona golpista que orquestó la Falange Socialista Boliviana (FSB) a decir del gobierno, en complicidad con la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) con la que pretendían derrocar al gobierno presidido por Hernán Siles Zuazo del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
La rivalidad entre los dirigientes del MNR y FSB era muy evidente y eso se podía ver desde años atrás, pero nadie imaginaría que llegara a terminar tan trágicamente con aquella infame masacre. 

Adentrandonos ya en los acontecimientos, el 14 de mayo se da una asonada golpista dirigida por la FSB que se consolido en Santa Cruz y Camiri, el gobierno de Suazo atribuyó la intentona a FSB y UJC, lo que precipitó los acontecimientos.

Mientras que los medios de comunicación el 16 de mayo informaban que “subversivos habían logrado controlar la ciudad” las acciones del gobierno, que dicho sea de paso, un cruceño, Ñuflo Chávez Ortiz era el vicepresidente de Siles, pero habia renunciado hace ya varios meses atras. Fueron inmediatas. A decir de los “unionistas” y "falangistas" el gobierno movilizó  aproximadamente diez mil campesinos de Ucureña (valle Cochabambino) con la misión de sofocar el "foco rebelde".

El 19 de mayo de 1958 se registra lo más doloroso de aquéllos turbulentos acontecimientos, las fuerzas enviadas por el gobierno, descontroladas y en su afán de “apagar” el “foco rebelde” cometían todo tipo de tropelías, saqueos, incendios, incluso de dice que violaron a mujeres. Las infraestructuras más dañadas fueron las oficinas del Comité Pro Santa Cruz y el Club 24 de septiembre, además de varias casas. Naturalmente toda la ciudad se encontraba atemorizada con el desarrollo de los hechos. Desgraciadamente las víctimas fatales de aquéllos funestos acontecimientos fueron; Felipe Castro Parada, Romer Mercado Ordoez, Gabriel Candia Ribera y José Cuellar Achaval. A este conjunto de excesos cometidos intelectualmente por el gobierno de Siles Zuazo y Chávez Ortiz, y físicamente por los campesinos y militares se lo conoce como la Masacre de terebinto.
Cabe aclarar que uno de los movimientistas a cargo del control político en Santa Cruz y por cierto muy temido por los falangistas, fue "movimientista" Luis Sandoval Moron, Cruceño, nacido en Vallegrande. 

Pero siguiendo con la historia se debe hacer notar que un matutino que denuncio vehementemente este atropello a aquellos jóvenes y al pueblo cruceño fue el periódico paceño El Diario. El 27 de mayo de 1958 señalaba: “Como corolario de todo esto, Santa Cruz vive actualmente una etapa difícil de su historia, donde vive una situación policiaria tremenda y peligrosa. Las calles a horas nueve se encuentran desoladas  y silenciosa. Su gente, con el rostro entristecido llora en silencio su dolor y su tragedia…” “…lo ue hace el gobierno por medio de sus delegados especiales, su prensa  y su radio es sembrar y ahondar el odio entre bolivianos.”
Esta historia que terminó en masacre fue el resultado de una rivalidad política entre "movimientistas" y "falangistas" que muy lamentablemente terminó afectando al pueblo cruceño.