87 AÑOS DE LA SEGUNDA BATALLA DE NANAWA, LAS ARMAS COMBINADAS Y EL HOMENAJE AL SUBTENIENTE DE RESERVA ERNESTO JAUREGUI NATTES



Recopilación: Pablo Amurrio.

INTRODUCCIÓN Y PREPARATIVOS DE LA BATALLA.

La Segunda Batalla de Nanawa desarrollada entre el 4 al 7 de Julio de 1933, es considerada como una de las más grandes acciones de las armas combinadas, realizadas no solo en el Chaco, sino también en el continente Americano a lo largo del Siglo XX durante esta Batalla intervinieron casi todas las armas y servicios de la táctica militar de esa época; ambos Ejércitos habían dispuesto de al menos 4 meses para los preparativos y acciones previas, el Ejercito Paraguayo había logrado establecer una defensa consistente y fortificada alrededor del Fortín, los trabajos de ingeniería de combate de los zapadores Paraguayos, habían consolidado las líneas de posiciones defensivas y trincheras muy bien organizadas, a la vanguardia de sus posiciones disponían de obstáculos con líneas de alambradas y obstáculos con zanjas antitanque, además de algunas minas explosivas, para limitar el avance de los blindados y la Infantería Boliviana durante los asaltos; para estas acciones la Infantería de ambos Ejércitos disponía de ametralladoras livianas y pesadas, contaba con considerables cantidades de granadas de mano para ser empleadas a corta distancia y como parte del apoyo de fuegos de mediano alcance disponían de morteros, la Artillería favorecía en número y alcance a nuestras fuerzas Bolivianas, las cuales contaban con baterías de diferentes calibres, obuses de 105 mm. que por su alcance tenían la misión batir con sus granadas a las mayores concentraciones de tropas enemigas, se disponía también de cañones de 75 y 65 mm. los cuales estaban en apoyo directo a las unidades de Infantería Boliviana que ingresarían al asalto, La Caballería disponía de 3 tanques Vickers Mk. E y 2 tanquetas ametralladoras Carden Loyd Mk. VIb, que avanzarían sobre las líneas enemigas aprovechando su blindaje, con la misión de reconocer las posiciones enemigas, además de proporcionar apoyo y protección al avance de la Infantería, los zapadores de combate habían instalado una mina subterránea próxima a las trincheras Paraguayas que debía ser la señal para iniciar el primer asalto y además debía aturdir y neutralizar a los defensores durante los primeros momentos (esta fue una técnica empleada durante la Primera Guerra Mundial), los zapadores también formarían parte de los Grupos de Asalto apoyando la ofensiva con los equipos lanza llamas, las Secciones de Comunicaciones habían tendido centenares de metros de cables para entrelazar los Comandos de las unidades empeñadas, las Secciones de Artillería Antiaérea con piezas SEMAG. se encontraban listas y cerca de las posiciones de Artillería, atentas a cualquier incursión aérea Paraguaya, también las Compañías de Sanidad habían desplegado sus Puestos de Auxilio y Socorro contando con camilleros, sanitarios y cirujanos en apronte, se contaba también con camiones para la evacuación de los heridos,  finalmente la aviación había realizado un sinnúmero de vuelos de reconocimiento de las posiciones enemigas, habían obtenido fotografías aéreas de las fuertes posiciones paraguayas, la aviación boliviana habían dispuesto y preparado para que todos los medios aéreos disponibles entren en acción al amanecer de ese 4 de Julio, es de esta manera general que se realizaron los aprestos previos, las fuerzas Bolivianas como nunca antes habían podido reunido una importante fuerza de armas combinadas, un aproximado de 10.000 bolivianos de todas las armas y servicios disponibles iban a participar de la ofensiva, maniobrando principalmente por dos flancos una fuerza por el Sector Norte y otra por el Sector Sur del fortín, contra un enemigo aguerrido y bien parapetado en las islas que conformaban la extraordinaria fortificación de Nanawa.

VIDA Y DESPLIEGUE DEL SUBTENIENTE DE RESERVA ERNESTO JAUREGUI.

El patriota que hoy rendimos homenaje fue hijo de la pampa andina, había nacido en el pueblo de Pucarani, el 20 de septiembre de 1909, teniendo por padres al Sr. Estanislao Jáuregui y a la Sra. Paulina Nattes.
Habíase desarrollado su infancia ante la contemplación de la grandiosa cadena andina que circunda la ciudad de La Paz, y cuando estuvo en la edad de comenzar los estudios ingreso al Colegio Nacional Ayacucho. En 1927 para complementar sus estudios decidió ingresar al Instituto Nacional de Comercio, su ingreso a la vida militar fue a principios de 1929, incorporándose al servicio militar en la Escuela de Clases de la ciudad de La Paz, de donde se retiró con el grado de Sargento en 1930.
Al retornar a la vida civil desempeño las funciones de Juez Instructor en su natal Pucarani, cuando estalló la guerra, y como boliviano consiente de su deber y patriotismo acudió al llamado de la patria ingresando al curso de Oficiales de Reserva.
Luego de un acelerado entrenamiento y con la voluntad férrea de luchar por nuestra causa, se despide de su familia (partirían también a la Guerra sus tres hermanos Luis, Demetrio y Alfredo), se embarca en la estación central al tren de campaña el 11 de octubre de 1932, marchaba decidido a la zona de operaciones como integrante del Regimiento 22 de Infantería, durante la reorganización de las unidades ya en el frente de combate, pasó al Regimiento de Infantería N° 7 “Azurduy”, unidad en la que prestaría sus servicios y en cuyas filas lucho heroicamente hasta ver de frente al enemigo y caer en el campo de batalla.

DESARROLLO DEL COMBATE Y EL SALTO A LA INMORTALIDAD DEL SUBTENIENTE JAUREGUI.

Aún no habían salido los primeros rayos del sol, la penumbra finalizaba y el horizonte chaqueño se encontraba pálidamente teñido de rojo, talvez como un presagio, ese día la patria ofrendaría cientos de sus hijos en pro de nuestra causa, el Comando del Ejército Boliviano se había decidido en consolidar la posición del Ejército en el Chaco con la toma del fortín Nanawa y desde ahí proyectar sus próximas operaciones, el Comando del Ejército Paraguayo sabiendo de la importancia del fortín y su ubicación estratégica, había resuelto defenderlo a toda costa, las fuerzas de ambos frentes habían ultimado sus preparativos, ese 4 de Julio de 1933 ambas fuerzas Bolivianas y Paraguayas se fundirían en uno de los combates más encarnizados de la Guerra.
Nuestros valientes pilotos luego de la última revista de control a las máquinas que constituirían la primera oleada de bombardeo y con el visto bueno de los técnicos que habían asegurado las bombas de 80 kilos y un aún cubiertos con el manto de la obscuridad de la madrugada, alzaban vuelo con dirección a Nanawa, minutos antes de las 06:00 am. el silencio del campo de batalla se rompía, el ruido de los motores de los “cóndores de plata” se hacía más fuerte y pronto nuestros pilotos iniciaban la batalla con un feroz bombardeo que sería continuo y en varias oleadas, la superioridad aérea con nuestros doce aviones de caza y de bombardeo no se vio en ningún momento amenazada.
A horas 08:50 am. inician los fuegos de preparación de nuestra Artillería en todo el frente formando una violenta cortina de fuego, minutos después se oye el estampido de una gran explosión cerca de las líneas enemigas, era la mina subterránea que fue instalada mediante un túnel y que había quedado a unos 30 metros de las defensas paraguayas, la Infantería Boliviana se lanza al asalto en ambos sectores, la densa humareda y polvareda causada por los pedazos de tierra lanzados por los aires, obscurecen el campo de batalla, en tanto que se escuchan a lo largo de toda la línea el rugido interminable de las ametralladoras y el incesante funcionar de los fusiles.
El Subteniente Jáuregui se encontraban comandando a sus hombres encuadrado a su Regimiento, el “Azurduy” Séptimo de Infantería, que conformaba el Grupo de Asalto del Sector Norte, este Grupo estaba reforzado además por otras unidades, como una Compañía del Regimiento de Infantería 39, la totalidad del Regimiento de Infantería 38, teniendo además el apoyo de dos lanza llamas, tres Secciones de morteros Stokes Brandt y el Grupo de Tanques al mando del alemán Von Kries.
El Regimiento “Azurduy” atacaría de frente y entraría al salto directamente sobre la línea en el sector que se denominaba “Punta Mojolí”, ya con las bayonetas caladas esperaban la señal para lanzarse al asalto, luego del estruendo causado por la mina y después de arengar a sus tropas Jáuregui da la voz: AL ASALTO…..!!!, inmediatamente retumba en los pechos de todos los Bolivianos el inmortal grito de: “VIVA BOLIVIA!!!!”, acompañados con el agudo rugido de las ametralladoras y con absoluto arrojo, despreciando a la muerte salieron de sus posiciones lanzando el primer asalto hacia las posiciones Paraguayas, luego de una hora de combate a hrs. 10:00 el My. Muñoz Gonzales Comandante del Regimiento Paraguayo que valientemente defendía “Punta Mojolí” daba parte que los Bolivianos habían “entrado” y que parte de las tropas paraguayas se habían replegado hacia el sector de “Isla Vera” para su reorganización, las fuerzas del bravo Regimiento “Azurduy”, habían rebasado la línea enemiga y logrado forzar el repliegue Paraguayo. Al finalizar la jornada el Comando del Regimiento “Azurduy”, recibe la noticia de que el Subteniente Jáuregui había caído en las acciones que se desarrollaron en “Punta Mojoli”, luchando junto a sus soldados y ocupando las trincheras enemigas, habiendo rendido heroicamente su vida en momentos de cumplir con éxito su misión y rompiendo parcialmente la línea defensiva, prueba de lo que citamos es que el Regimiento “Azurduy”, fue la Unidad Boliviana que perdió la mayor cantidad de Oficiales, junto a Jauregui durante la batalla, sacrificarían también la vida los siguientes:
- Teniente José Catoira Vacaflor.
- Teniente Jorge C. Vila Miranda.
- Subteniente Dilo Martínez Lara Suarez.
- Subteniente Hernán Morales Achá.
- Subteniente Rosendo D. Miranda.
- Subteniente de Reserva Francisco Alvarez Iñiguez.
- Subteniente de Reserva Adalberto Portocarrero.

EPILOGO.

La Batalla de Nanawa finalizo el 7 de Julio, a pesar de que los días 4 y 5, se desarrollaron los combates más encarnizados y se rompió parcialmente la línea defensiva Paraguaya en ambos sectores, no se concretó la toma del Fortín, la tenaz defensa Paraguaya resistió y pudo reestablecer su línea y defensa mediante continuos y sacrificados contraataques, se estima que las fuerzas Bolivianas tuvieron entre heridos y muertos al menos 2.000 bajas, se estima también que las bajas de las Fuerzas Paraguayas rondan los 600 entre heridos y muertos; las líneas de trincheras y posiciones de Nanawa permanecerían por meses con muy poca actividad y luego se pasaría a combatir en otros sectores y fortines.
Hoy que recordamos los 87 años de la Batalla de Nanawa, con estas palabras queremos rendir homenaje a todos los valientes que combatieron en Nanawa, Bolivianos y Paraguayos, si cerramos los ojos un momento e imaginamos a nuestros antepasados en las arenosas trincheras, la agreste vegetación, el sudor en la frente y las manos mojadas empuñando los fusiles, si sentimos esos latidos fuertes y cada vez más rápidos en el pecho, esperando la hora del asalto, si sentimos la cruda ansiedad de los defensores y los atacantes pensando en que tal vez serían sus últimos momentos, si imaginamos todo eso junto al infernal fuego de las armas, no podemos más que admirar y quedar con el alma llena de orgullo, conmovidos por el valor y coraje de los soldados Bolivianos y Paraguayos de ese 4 de Julio de 1933, nuestro homenaje más sentido y profundo para los valientes de Nanawa.

HONOR Y GLORIA A LOS COMBATIENTES DE NANAWA!

HONOR Y GLORIA AL SUBTENIENTE JAUREGUI!

Bibliografía: “Los Elegidos de la Gloria”, Teniente Coronel Julio Díaz Arguedas, Pag. 339 – 350, Imp. Intendencia General de Guerra, ed. 1937, La Paz – Bolivia.

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