LA MASACRE DE TODOS SANTOS y Loss mercaderes de la política: Rolón Anaya, Motere Zamora, Paz Zamora, Kolle Cueto, Mario Monje Molina, etc.

Por: Tomas Molina Céspedes. / Noviembre de 2017. // Foto: enfrentamientos de civiles y militares. Los Tiempos de Cochabamba. 

LA MASACRE DE TODOS SANTOS 

Estamos todavía en noviembre y bien vale la pena dedicar unas líneas a una de las masacres más demenciales y sangrientas de nuestra historia, como fue la MASACRE DE TODOS SANTOS, que dejó 208 muertos y más de 500 heridos en las calles de La Paz, ocurrida en el gobierno espurio del genocida Cnl. Natusch Busch, que protagonizó un golpe militar el 2 de noviembre de 1979 en alianza con políticos civiles de la peor estofa. Fracasado el golpe, se supo por boca de sus principales autores, que el Partido Comunista de Bolivia había sido parte del complot a través de sus principales jefes, Jorge Kolle Cuevo y Marcos Domic, quienes para no enfrentarse con la verdad, salieron del país y se refugiaron en el primer mundo subvencionados jugosamente por el PCUS. El canciller de aquel gobierno genocida, Guillermo Bedregal, dijo insistentemente que fueron parte del complot el Dr. Paz Estenssoro y el Partido Comunista, afirmación que reitera en su libro “DOY LA CARA”. Esta era una página obscura de nuestra historia para mí, hasta que hoy conocí la verdad al terminar de leer el libro “DOS ALAS DE UN MISMO VUELO” de Ramiro Barrenechea, que en su tiempo fue prominente miembro de la cúpula del Partido Comunista, Ministro del Trabajo en el gobierno de la UDP, en cuota del PCB, y posteriormente candidato a la Presidencia por la IU. La destacada militancia de  Barrenechea en el PCB no puede ser puesta en duda, quien en su referido libro avala la verdad de lo dicho por Bedregal, señalando textualmente lo siguiente: “A la caída de Natusch, Kolle diría con AMARGURA que la historia le jugó una mala pasada AL PAÍS, pues Natusch habría sido el segundo Fidel Castro del Continente…” Pág. 386

Los vitalicios dirigentes comunistas, Mario Monge, Kolle Cueto, Sattory y Marcos Domic, fosilizados en sus cargos burocráticos, turistas a tiempo completo,  que viajaban año redondo por todo el mundo, asistiendo a conferencias, congresos, aniversarios de partidos comunistas, etc., alojados en los mejores hoteles y con jugosos viáticos,   a la hora de hacer la revolución fueron los que le negaron  apoyo al Che Guevara, prohibieron y boicotearon la incorporación de jóvenes comunistas a la guerrilla y dejaron abandonados en el monte a sus camaradas. Años después, Arce Gómez, en Chonchocoro, me dijo que la represión en su gobierno era principalmente contra los del ELN, porque los comunistas más estaban ocupados en sus negocios que en hacer la revolución, afirmación que  leerán próximamente en el libro “CON EL TESTAMENTO BAJO EL BRAZO”.  

Estos son los entretelones oscuros de nuestra historia, que bien vale conocer para identificar a los mercaderes de la política, llámense Rolón Anaya, Motere Zamora, Paz Zamora, Kolle Cueto, Mario Monje Molina y otras alimañas,  que hicieron de la política un negocio y que a su turno no trepidaron en unirse o apoyar a sus más feroces enemigos o abandonar en el monte a sus camaradas, con tal de poder asaltar la hacienda pública o seguir saboreando las mieles del poder.