EL DÍA QUE RENÉ BARRIENTOS SE LANZÓ EN PARACAÍDAS PARA CERRAR LA BOCA DE LA PRENSA

  



Para la historia, René Barrientos Ortuño nace en un accidente de aviación y perece en otro. Su carrera vertiginosa de caudillo militar y conductor civil transcurre entre ambos sucesos. 


En octubre de 1961, siendo Comandante de la Fuerza Aérea, en una exhibición de paracaídismo en El Alto, de La Paz, perecieron tres cadetes de aviación. La prensa habló de la mala calidad de los paracaídas que no se abrieron a tiempo, de la deficiente enseñanza a los alumnos en la escuela de aviación, etc. Se forjó así un clima de temor. ¿Quién se atrevería a lanzarse desde un avión después de la triple desgracia?


El jefe de la Fuerza Aérea investigó detenidamente el caso llegando a la conclusión de que únicamente la impericia de los infortunados jóvenes había causado su muerte. 


Debía mantener elevada la moral de los paracaídistas y defender el prestigio de la aviación nacional. Para ello tomó una resolución arriesgadísima: lanzarse él mismo, en su calidad de Comandante de la Fuerza Aérea, en uno de los tres paracaídas utilizados por los conscriptos fallecidos.


Invitó a los periodistas, preparó y dobló él mismo el paracaídas, subió a un avión y se lanzó al espacio llegando perfectamente a tierra. 


Ese día dejó de ser un militar más para convertirse en líder de la juventud y del pueblo que siempre amaron a los varones audaces.


En menos de diez años, esa fulgurante carrera de caudillo se truncó en el "accidente" de Arque, el 27 de abril de 1969, cuando el helicóptero que lo conducía con dos edecanes cayó y se incendió cortando la vida del General. 


"EL GENERAL DEL PUEBLO", Fernando Diez de Medina, 2005, La Paz- Bolivia. 

Foto: René Barrientos Ortuño.

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