"...el 14 de octubre de 1933, con Kundt aun ausente del Chaco, el propio hijo del Presidente, el subteniente Alberto Salamanca Ugarte, sufrió una muerte remarquiana. El indelicado radiograma del comando a cargo de Ángel Rodríguez, enviado al día siguiente, informó que el subteniente Salamanca había salido de las trincheras con la intención de cazar un pájaro en una zona batida por el enemigo, y que un francotirador paraguayo, apostado en un árbol, al verlo, le disparó e hirió de muerte. Kundt había emprendido viaje de regreso el mismo 15, con escalas en Oruro, Cochabamba y Santa Cruz. Recién en esta última ciudad se enteró de la forma brutal en que le fue comunicada al Presidente la muerte de su hijo. Consciente de la necesidad de enmendar tan dura manera de informar sobre tal tragedia al jefe de Estado, reformuló, demasiado tarde, decorosamente el parte:
Averiguaciones que hice hoy personalmente comando Regimiento 16 han comprobado que su hijo Alberto resultó herido mortalmente durante un violento fuego de hostigamiento, cuando se trasladaba en cumplimiento de su deber sagrado a su puesto de comandante de Compañía.- general Kundt.
Pero ninguna explicación podría satisfacer ya al Salamanca padre, Presidente suficientemente dolido por la pérdida de su hijo: 'Todos los hijos de la patria mueren heroicamente en el Chaco", comentó amargamente. 'Sólo el mío muere por accidente' " (Brockmann., 2017. 323)
// Fotografías: 1) Franz Tamayo, Daniel Salamanca y el canciller Demetrio Canelas en el entierro de Alberto Salamanca Ugarte, hijo del Presidente (1933). 2) Alberto Salamanca Ugarte joven.
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Historias de Bolivia.
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