4 de junio de 1830.— Es asesinado el Mariscal de Ayacucho
Gral. Antonio José de Sucre, el mismo viajaba de BOGOTÁ a QUITO a reunirse con
su familia, con una reducida comitiva conformada por el diputado Andrés García
Téllez, los sargentos Colmenares y Caicedo, su criado Francisco y dos arrieros.
A las diez de la mañana, al cruzar la selva negra de BERRUECOS, en el punto de
la JACOBA O JAYUBAL, el silencio de los viajeros fue interrumpido por una voz
que gritó: "General Sucre" y cuatro disparos derribaron al Mariscal
siendo herido en el pecho, la espalda y la cabeza. ¡Ay... balazo...!",
exclamó y quedó exánime con la frente oculta en tierra.
Existen varias versiones acerca de esta macabra conspiración
política, siendo la más aceptada la que responsabiliza al caudillo Gral. José
María Obando, que veía en Sucre una amenaza para ECUADOR como sucesor de
Bolívar, razón por la cual designo al Cnl. venezolano Apolinar Morillo para
contactar con los asesinos que eran: José Erazo, jefe de milicias y salteador
de caminos y tres soldados desmovilizados sobre cuyos nombres existen varias
contradicciones, pero si, se tiene certeza de que eran dos peruanos y un
granadino.
El asesinato estaba tan bien planeado que si el Mcal. Sucre
se hubiese ido por BUENAVENTURA, allí lo esperaba Gral. Pedro Murgueitio para
darle muerte; si optaba por la vía de PANAMÁ lo acecha ba el Gral. Tomás
Herrera, y desde NEIVA lo vigilaba el Gral. José Hilario López. Tras el cobarde
asesinato, su cadáver permaneció el resto del día en la montaña, recién al día
siguiente pobladores de las localidades cercanas le dieron cristiana sepultura
en el lugar llamado "LA CAPILLA". ¡Así murió a los 35 años de edad el
vencedor de Ayacucho!
// Juan Alberto Quiroz.
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