Un día se lo encontró al general González, héroe de la
batalla de San Francisco en la guerra de 1879, leyendo un periódico cabeza
abajo. alguien se atrevió a hacerle notar:
-Mi general -le dijo- está usted leyendo el periódico al
revés.
El general miró al entrometido y secamente le respondió:
Sepa usted, señor mío, que el que sabe leer, lee de
cualquier forma.
LA RAYA
Gran alboroto en los círculos gubernamentales porque un
regimiento boliviano había atravesado la frontera del país vecino. Reclamaciones
diplomáticas y el barullo de costumbre.
El jefe de estado ordena traer a quien cometió tal violación,
y el energúmeno recrimina al general González:
-Pero mi coronel, ¿cómo usted ha podido pasar la raya? -refiriéndose
a la frontera.
Y ya el general González, muy arrepentido se disculpa:
-Mi general no era mi intención pasar la raya, pero la
verdad es que era de noche y por la oscuridad no se podía ver la raya.
¿QUIÉN ERA RAMON GONZALES?
Ramón González nació en la ciudad de Sucre, Chuquisaca, el
31 de agosto de 1831. En 1946 inicia su carrera militar, escalo grado por grado
hasta general de brigada, formando parte del estado mayor de valientes entre
los que ocupó un lugar sobresaliente, y ese merecido sobrenombre de Pachacha ha
pasado a la historia. El historiador chileno Benjamín Vicuña Makena, en su libro:
“Historia de la Campaña de Tacna y Arica”, al referirse a la batalla del Campo
de la Alianza, dice: "El batallón cochabambino que llevaba el nombre de un
benefactor público en la hambruna de 1804, comandábalo el bravo coronel Ramón
González, que no desdeñaba su nombre de Pachacha, porque esto quiere decir dos
hombres y tal éralo él”...
Resumamos lo que uno de sus biógrafos
dice al respecto: “Cuando Chile nos declaró la guerra en 1879, el entonces
coronel González se hallaba, como Primer Comandante a la cabeza del batallón
“Illimani" 3°. de línea, cuerpo que se formó sobre la base del
"Omasuyos” que comandaba también antes, y constituido en su totalidad de
los valientes indígenas de la provincia de Omasuyos. Con el batallón
“Illimani”, bien organizado y disciplinado por aquél, marchó a la campaña del
Pacífico.
Tocóle asistir a la batalla de Dolores o San Francisco, batalla que habría sido
un brillante triunfo de las armas
aliadas, sin la cobardía y los desaciertos del general en jefe peruano Juan
Buendía. En esta acción de armas, el ejército chileno ocupaba las inexpugnables
posiciones del cerro llamado de San Francisco; habiéndose comprometido la pelea
a las 3.10 de la tarde, González recibió la orden de atacar y tomar el cerro
por su falda oriental, cosa que el intrépido jefe ejecutó al pie de la letra;
triunfo de los chilenos, ascendió impávido en medio de la metralla y la
fusilería más terrible, tomó cañones al enemigo, y, creyendo aquel temerario soldado boliviano se
enseñoreaba triunfante, el resto del ejército aliado se desbandó por las
órdenes contradictorias de los dirigentes peruanos, que ordenaban la retirada!
Vino, como era consiguiente, el desbarajuste, trocando en derrota una victoria
segura; pero Ramón González salvó el honor boliviano, y con plena justicia se
le ha llamado el "héroe de San Francisco.
Producida la
inopinada dispersión de San Francisco, el coronel González reunió el resto de
su batallón y fue a
incorporarse a Tacna al grueso del ejército aliado, donde fue destinado como comandante del batallón “Viedma”, a cuya cabeza le
cupo de nuevo la gloria de batirse heroicamente en la batalla del “Campo de la
Alianza". Allí repitió y demostró nuevamente a los chilenos que su
valentía era incontrastable.
Cuando en el fragor
de la batalla cayó gravemente herido el heroico coronel Camacho, le reemplazó en el comando de la división del ala
izquierda; en consecuencia, con los “Colorados" y su batallón, tuvo la
gloria de salvar nuevamente la honra del Ejército de Bolivia.
Fuentes:
Díaz A. Julio "Los Generales de Bolivia (Rasgos
Biográficos)" La Paz, 1929
Paredes C. Antonio “Anécdotas Bolivianas” Ediciones Islas La Paz, 1975
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