(Imagen de referencia: Foto-postal coloreada, indios del Beni. ) |
A mis amigos y compañeros en la campaña del Acre.
Por vosotros se ha escrito este libro.
Marchásteis á lejanas regiones con el rifle al brazo á
resguardar las fronteras septentrionales de la República, sustentar la
soberanía boliviana é implantar el imperio de sus sábias leyes defendiéndolas
con vuestras armas.
Teníais fé en el porvenir, valor en el corazón y energía en
el espíritu para emprender tan magna obra. No fueron parte á quebrantar tan
nobles propósitos ni el abandono de vuestros hogares, ni las distancias al
término de la jornada, ni la insalubridad de aquellos climas ni el temor de
rendir la vida entre las pavorosas selvas acreanas.
Vuestra disciplina y silenciosa abnegación para soportar
resignadamente los mayores infortunios; vuestra heróica resistencia contra el
enemigo en el campo de combate y contra todas las adversidades que pusieron á
prueba el patriotismo, quizá no tienen ejemplos en los anales de nuestra
historia.
Os cupo llenar el papel más difícil en aquel drama que
encontrásteis principiado; y lo desempeñásteis con serenidad y entereza,
durante la contienda.
La muerte habia reducido implacablemente vuestras filas y
los sobrevivientes llevaban todavía en el rostro la señal del quebrantamiento
de sus fuerzas.
Quedásteis reducidos á un puñado de valientes para afrontar
luego vuestros pechos á los proyectiles enemigos.
Ni una queja exhalaron vuestros labios ni el desaliento se
apoderó jamás de vuestros corazones.
Hay tambien heroismo en el soldado que lucha
desesperadamente contra lo imposible y cae postrado en la pelea.
Sea vuestra mayor recompensa la conciencia del deber
cumplido sin vacilaciones ni desfallecimientos.
Y cuando en la tarde
de la vida, volváis la vista al doloroso pasado para evocar la memoria de
sucesos que el curso del tiempo vá borrando, encontraréis en estas páginas el
recuerdo indeleble, vivo y palpitante, de aquellos acontecimientos para
trasmitirlos cual una leyenda heroica á vuestros hijos.
Entonces, como las sombras de las montañas que crecen y se
dilatan á la caída de la tarde, vuestra memoria crecerá en la justa admiración
de las generaciones venideras.
El Autor
LA REVOLUCION DEL ACRE.
DATOS PARA LA HISTORIA
I
Antes que el transcurso del tiempo cubra con el velo del
olvido los extraordinarios acontecimientos que ultimamente se han producido en
el Acre, es oportuno dejar constancia de aquellos sucesos á fin de que Bolivia
conozca el comportamiento abnegado y heroico de sus hijos en esos remotos
confines de la República.
Laluz aun no se ha hecho por completo, y es preciso que ella
brote en toda su intensidad, para que la Patria, por uno de esos errores que no
son extraños en tratándose de sucesos y de comarcas lejanas, no incurra en
tremendas injusticias para con sus servidores, matando así el estímulo para
mayores y gloriosas proezas, de las generaciones que vienen siguiendo el camino
de la vida.
La región del Acre todavía es desconocida para nosotros y
permanece en vuelta entre las sombras de lo pavoroso y del misterio.
Rios profundos y caudalosos cuyas cabeceras son
desconocidas; bosques jigantescos que se extienden sin fin por todas partes;
los descendientes de la raza portuguesa mezclados y confundidos con la sangre
aborigena y la africana, con su odio implacable á la raza, española; las
costumbres de aquellos moradores, totalmente diversas de las nuestras; hacen de
esa región una comarca que difiere en lo absoluto de nuestro modo de ser
nacional.
Jamás contemplaron de buen grado los brasileños la ocupación
que hizo Bolivia de aquel territorio, que lo consideran exclusivamente suyo por
sus exploraciones y conquistas; por sus sacrificios individuales y pecuniarios;
y por su incesante comercio con los mercados del Amazonas; y no quieren
consentir en que están ocupando territorio boliviano ni saber nada de los
Tratados preexistente- Hay en esto, refinada malicia, sugerida mas o menos
solapadamente, desde las elevadas regiones oficiales del Estado de Amazonas.
Las insurrecciones que estallaron á raiz de la primera
Delegación que constituyó el Gobierno de Bolivia en el Acre, encabezadas por
Gálvez y posteriormente por Pedro Braga, fueron solo ensayos, reprimidos
victoriosamente por nuestras armas.-Los ódios de raza quedaron refrenados, para
surgir después en una insurrección general, con acopio de toda clase de
elementos bélicos y con soldados, disciplinados y adiestrados de muchos meses,
avista de todo el mundo, allá en la ciudad de Manaos, asiento inmediato y
principal de esa fragua infernal.
Es á esta tercera revolución, en la que por grado ó por
fuerza han tomado parte hasta nuestros antiguos amigos del Acre y los
indiferentes, á la que nos ha cabido la suerte de presenciar desde sus
comienzos; y agruparnos, un puñado de bolivianos, al rededor de nuestra
bandera, como soldados defensores de la integridad de la Patria para luchar por
ella y por sus sacrosantas leyes, hasta perder toda esperanza y caer abrumados
por la desgracia.
II
Asuntos de carácter particular, determinaron me á efectuar
un viage á principio del año 1,901 ,por el caudaloso río Mamoré visitar sus
antes florecientes pueblos, contemplar esas inmensas pampas de Mojos, perdidas
sin término en el horizonte y cruzar en frágiles batelones, las temibles
cachuelas, de aquel rio, que constituyen el terror y la pesadilla de los
viageros y comerciantes que á diario navegan por entre ese eterno hervidero de
olas y de piedras.
Remontando después desde Villa Bella, el imponente rio Beni
para contemplar de paso las cataratas de la Cachuela Esperanza, llegaba el 1º .
de Julio de aquel año á Riberalta, aquella población del Beni, asentada en un
elevado ribazo de la márgen derecha y dominando el curso del rio y la
desembocadura del anchuroso Madre de Dios acaso no haya en Bolivia otra
población que tenga como Riberalta una posición tan pintorezca.
En circunstancias de que un horroroso incendio acababa de
reducir á cenizas varias casas y del temor de que se hallaban poseídos los
habitantes de Riberalta, llegaba el 10 de Agosto el Batallón 3° de línea
destinado à servir de guarnición en el Acre. Constaba de 250 plazas, al comando
del Teniente Coronel Sr. Manuel Canseco.
Invitado por él y por el Delegado Nacional en el Madre de
Dios, Dr. Rcdolfo Arauz, para pasar al Acre, accedí á ello, toda vez que se
trataba de servir á la Patria, nó en medio de las comodidades y del confort de
nuestros hogares, sino allá en lejanas regiones, donde se lucha contra la
naturaleza y donde las fiebres palúdicas y el beri-beri, suelen concluir con
las mejores intenciones. Era preciso llevar a esas comarcas las palpitaciones
del pueblo boliviano; familiarizarnos con los brasileños del Acre, atraernos
sus simpatías, para que desapareciera esa nube de recelos y desconfianzas; é
implantar en fin, nuestra soberanía moral y material.
En consecuencia, el Delegado Nacional envióme el despacho de
Auditor de Guerra; y el 15 de Agosto partiamos para el Acre:
III
Fué con este motivo que escribí el Diario de Viaje de
Riberalta al Acre, sin ánimo de darlo jamás á la publicidad, pero que,
circunstancias posteriores así lo han exigido. Simple cronista de los sucesos
que se han desarrollado en el Noroeste, dejo á la penetración del lector las
apreciaciones que le sugiera su entendimiento.
La narración de aquel viaje cuyo desenlace estabamos por
entonces lejos de sospechar y que constituye una verdadera Odisea para los
expedicionarios, no la considero demás por que da una idea de los lugares,
generalmente des conocidos, por donde se hizo la travesía y por que, importa
mucho para el cabal conocimiento, seguir con la vista á ese valiente cuerpo de línea,
que andando el tiempo habia de desempeñar un papel importante, diezmadas ya sus
filas y aniquiladas sus energías conjuntamente con el bizarro y también
diezmado Batallón Cochabamba á órdenes del Teniente Coronel Sr. José Quintín
Ruiz; é incorporados á estos, los ciudadanos civiles que nos organizamos en
Escuadrón 6 de Agosto y nos aprestamos á la defensa, sin que haya habido entre
estos uno solo que hubiese vicilado en el cumplimiento del deber, pues por el
contrario, fueron muchcs los convalecientes que hallándose á distancia en
distintas barracas, á donde habiendo ido en busca de mejor clima, se
trasladaron inmediamente al Puerto á incorporarse á nuestras filas.
----------------
La naturaleza del presente trabajo, exige su división en
tres partes:
I De Riberalta al Acre.
2 Un año después.
3 La revolución.
(Continuará...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario