(El Deber) |
Después del dramático secuestro y liberación del presidente Hernán Siles, en el
país se conocía otro nuevo escándalo; el conocido escandalo Otazo-Suarez.
Roberto Suarez Gómez era uno de los hombres más buscados en Bolivia por su
conexión con el mundo del tráfico de dr0gas. Se lo consideraba el rey de la
c0cain@ y Hollywood le dedico un film protagonizado por Al Pacino.
Ese año de 1984 el escandalo se desato, cuando se filtro el rumor de que el
narcotraficante accedió a los más altos círculos del gobierno para hacer una
propuesta. La versión de que el propio Dr. Siles Zuazo recibió a un enviado de
Suarez en el automóvil presidencial, ofreció fuertes argumentos
desestabilizadores a la oposición parlamentaria dominada por movimientistas y
adenistas.
Fue convocado para prestar informe reservado el jefe antidrogas de Bolivia, Sr.
Rafael Otazo, presidente de la comisión de lucha contra el Narcotráfico. Pero
sus declaraciones, de una sinceridad temeraria, fueron manipuladas y filtradas
al publico con tintes de corrupción, que obligaron al personaje a explicar su
participación en el asunto(1)
Así quedo claro que Roberto Suarez buscaba una entrevista con el presidente de
la Republica para hacer una oferta “de beneficio para el país”. El Dr. Siles se
negó de plano a una reunión semejante, pero autorizo que lo haga su jefe
antinarcóticos, Sr. Otazo, quien se traslado hasta el oriente para escuchar lo
que tenia que decir Suarez.
“El ciudadano Suarez voluntariamente (…) ofreció 500 millones de dólares por
esa época (junio de 1983), mas 500 millones a los seis meses, mas 500 millones
de dólares a los seis meses, mas otros 500 millones de dólares a los otros seis
meses, es decir 2.000 millones de dólares hasta fines de este año (1984) con
intereses reducidos, moneda limpia, dólares limpios de los bancos
norteamericanos -dijo el- y no manifestó ninguna condición, absolutamente
ninguna…”, manifestó Rafael Otazo, un político de probada honestidad y conducta
acrisolada.
Cuando se le pregunto si no era cuestionable recibir este tipo de oferta,
precisamente de un hombre señalado como narcotraficante. Otazo respondió:
“No he pensado en los ofrecimientos del Sr. Suarez desde ese punto de vista. Un
ciudadano, aparte de aportar con sus impuestos a su país, puede perfectamente
ofrecer ayuda, puede ofrecer colaboración, puede dar donativos a cualquiera,
mas aun a su patria. Yo lo he entendido así con toda libertad y con todo
sentido espiritual. No veo rigurosamente nada malo en este hecho del
ofrecimiento de un ciudadano”.
La situación asumió un tono mayúsculo cuando la autoridad -hombre de confianza
del presidente Siles, viejo compañero en el Instituto Americano, en la guerra
del Chaco y en las luchas revolucionarias de los años 40 y 50-, puntualizo que
la prosperidad de las grandes naciones tuvo orígenes cuestionables, puso como
ejemplo la piratería inglesa y termino afirmando que “si fuera gobierno,
aceptaría los dos mil millones de dólares que ofreció Suarez”.
La situación económica continuaba complicándose. y mientras tanto los empleados
estatales acosaron al gobierno con una huelga, por su parte los cocaleros de
Chapare provocaron sangrientos enfrentamientos con las fuerzas del orden que
dejaron muertos y heridos. En ese momento el trópico cochabambino era tierra
controlada por el narcotráfico y resultaba común el aterrizaje de aviones
pequeños en la carretera Cochabamba-Santa Cruz para dejar maletas con dinero y
recoger la “merca”. La coca era puesta a secar inclusive en la alcaldía de
Chimoré y los pisadores ganaban el sueldo básico de un profesor por una jornada
nocturna. En los pueblos del Chapare se comercializaba la dr0g@ en las calles,
a plena luz del día, ante la mirada absorta de muchachos como Evo Morales.
Referencias.
1Testinomio ofrecido al autor por Rafael Otazo.
Tomado de: 25 años de vigencia democrática. Volumen 1, Dictadura,
hiperinflación y neoliberalismo. De Ricardo Sanjinés Ávila. 2007
Foto: Roberto Suarez y su "seguridad" en su hacienda "San
Vicente", Beni 1984. (Créditos: INFORMÁNDOTE. Roberto Navia – El Deber-
2012.)