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| Plaza de toros Olimpic en la ciudad de La Paz. |
Las confiterías Beirut y La Paz, además de la del hotel París, a la que se
sumaban los manzanos y las boites del Hotel Sucre y Embassy, en los bajos del
cine Tesla, competían trayendo a calificados artistas del exterior como nunca
antes había ocurrido.
Osvaldo del Plata, un cantor de tangos contratado por la boite Marroco causaba
sensación como preludio de lo que serían después Osvaldo Podestá y la gran
orquesta de Miguel Caló, una de las mas calificadas de todos los tiempos en la
Argentina. Malena canta el tango, como ninguna, cantaban las señoras de
sociedad y las birlochas en los mercados. La influencia musical argentina era
total. En esos años finales de la década de los 40 solo podían competir con el
tango las rancheras mexicanas, los corridos mexicanos con Jorge Negrete y Pedro
Infante como intérpretes.
LAS CORRIDAS
Los caballeros sacaban el sombrero, el baston y usaban polainas para cubrir sus
zapatos. Las damas su mantón de Manila encima de trajes largos de lunares
rojos, en unos casos, y azules sobre fondo blanco y el tacón de sus zapatos
exactamente similar a los que se usan hoy, casi cuadrados y altos. El peinado
alto con un mechón sobre la frente en forma de roba corazones. Y la banda con
pasodobles españoles. Y los toreros con sus trajes de luces. y los toros
aparentemente bravíos. Ir a los toros era, en esos años, signo de distinción.
El Olimpic de San Pedro en La Paz albergada a mas de seis mil espectadores
fanáticos del por entonces llamado arte taurino. Era una cita dominical
obligada con publico totalmente diferente al del futbol.
//LA HISTORIA DEL SIGLO XX EN BOLIVIA.
Foto: La Plaza de Toros Olympic también conocida como Olimpic fue un escenario
importante de la vida de los ciudadanos de La Paz entre los años cuarenta y
setenta. Ubicada en la calle Otero de la Vega de la zona de San Pedro.