Por: Franklin
Pinky Landivar Higashy. // Foto: 1990 paisaje rural deloriente boliviano.
// Para más: Historias
de Bolivia.
SER PANDINO ES….
Recordar, y haber participado cada 26 de mayo en la serenata para el día de la
madre. En Cobija, vaya a saber cuándo, algún trovador viajero o migrante, llevó
a nuestro pueblo, la maravillosa costumbre (hoy perdida y olvidada), de dar
serenata de casa en casa en homenaje a la madre, pues bien, hace ya bastante
tiempo, cuando Cobija era pueblito con no más de 3.000 almas, la juventud solía
reunirse en la plaza principal a partir de las 10 de la noche, grupos por aquí,
por allá y por acullá y uno que otro ensayando una canción y también los
solitarios que brindaban su sentimiento de hijo en tan magna fecha, pero
también en varias casas el ajetreo era agitado, pues se tenía que agradecer a
los cantores casuales, con un buen vaso de chicha o refresco con alguna que
otra masita y empanadas y hasta a veces un sandwiche, y excepcionalmente un
coctelito pa hacer pasar el frio, unos iban con guitarras, otros con
acordeónes, y los más con el famoso Pic up,(tocadiscos), y otros con
grabadoras.
A partir de las 11 ya se notaba la ansiedad, a las 11.25 pijcaba la luz, señal
de que en 5 minutos se apagaba en todo el pueblo, una vez apagada la luz
general, tod@s salían raudamente por las 4 esquinas de la plaza Germán Busch
rumbo a las puertas de sus propias casas a dar serenata primero a la mamá, y
después recorrer el pueblo parando en las casas de manera indistinta, y los más
arrojados daban una pasadita por el cementerio para también hacer escuchar
canciones tristes y lastimeras a la madre que ya había partido al cielo.
Esta actividad de cada 26 de mayo amaneciendo 27,duraba hasta las 3 a 4 de la
madrugada, pues ninguna madre tenía que quedar sin "su" serenata, al
otro día, tod@s, absolutamente tod@s estaban firmes en los colegios y en sus
lugares de trabajo, comentando la actividad de la noche anterior, las anécdotas
y colgadas estaban a la orden del día, y era también pretexto para arreglarse
con alguna chica, siempre guardando el decoro y respeto hacia ellas, pues jamás
se vió o escuchó que alguien había hecho "algo" con su chica, eran
tiempos en que el respeto y la educación campeaba en nuestro pueblito, y donde
cualquier persona joven o mayor podía caminar en sus calles oscuras y llegar a
su casa sin que le suceda nada de nada...
Por eso, SER PANDINO ES!, haber vivido y disfrutado esas experiencias, no les
parece?.
Hoy, con esa bonita costumbre perdida y echada al olvido por nosotros mismos,
que sucumbimos a costumbres foráneas, no nos queda más que recordar esos bellos
tiempos que ya no volverán, Mi homenaje a la madre Boliviana… Con este recuerdo
a LA MADRE PANDINA!
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