Por Milton Loayza Mejía / Este articulo apareció publicado
en El Diario el 5 de Febrero de 2013.
Muchos investigadores y autores afirman que la Alasita nació
en la hoyada de la ciudad de La Paz, no sabemos las fuentes en las que se
basan, pero lo concreto y real es que la Alasita tiene su origen en los valles
de la provincia Muñecas, en el pueblo deAyata, donde cada año en el mes de
mayo, para la fiesta del Señor de la Cruz, los campesinos de distin-tas
comunidades participan de esta festividad, la misma que comienza con una
serenata de kantus. El pueblo, previo a esta festividad se prepara con mucha
expectativa, para ofrecer todo tipo de productos, comidas, chicha, guarapo y
una variedad de masas hechos de maíz y trigo.
Esta feria se realiza todo el día en el Calvario de la
población, la gente viene de las comunidades que están alrededor del pueblo y
de estancias muy lejanas, trayendo sus productos como maíz, papa, oca, poroto,
charque, leche, haba, etc. Los originarios acostumbran comprar productos que
ofrecen los vecinos de Ayata, especialmente masitas con figuras de caballos,
asnos, llamas, tantahuahuas, escaleras, con la ilusión de hacer realidad una de
estas representaciones. En el mes de noviembre para la fiesta de Todos Santos,
es todo un acontecimiento, los que han adquirido esas masas con anticipación
buscan un compadre o padrino y challan emotivamente. A veces hasta perder la
cabeza con tanta bebida. Luego viajan al Perú para hacer realidad comprando lo
que la casa necesita.
También se exponen una variedad de animales: conejos,
gallinas, ovejas, cabras, mulas, burros, etc. Dentro de los productos agrícolas
se ofrecen las siguientes verduras como cebollas, lechugas, nabos, repollos,
zapallos, etc. Esta feria se la realiza desde tiempos inmemorables. La alasita
en la población de Ayata tiene una característica, se intercambia productos con
maíz, papa, oca, lacayote, coca, achiuete, sal, etc. Y muy poco se hace la
compra monetizada. La mayoría hace el trueque de los productos con la esperanza
de que estos no falten durante el año. Se compran cosas vivas pero siempre con
la esperanza de que se multiplique esa fe.
En cuestión de platos se ofrece una variedad de comidas
típicas del lugar, como ají de arvejas, ají de papaliza, chairo de kaya, lawa
de maíz, etc. En cuanto a productos de cerámica se ofertan ollas de todo
tamaño, tostaderas, chatos, chuas finas para hacer chicha. Esto generalmente se
lo hace mediante el trueque, en épocas pasadas no existía la venta con
billetes, esta costumbre hasta la fecha sigue existiendo.
Por tanto, se concluye que estas costumbres ancestrales que
existen en la población de Ayata, fueron copiadas por los comerciantes y
trasladadas a la ciudad de La Paz. Esta tradición en la población nunca tuvo
como objetivo de buscar beneficio económico, sino al contrario, que la
Pachamama provea lo necesario y que no falte los productos básicos, a diferencia
de la ciudad donde se impuso el ekeko, que es representado como el dios de la
abundancia y la fecundidad, entrando en una contradicción andina, donde el
aymara y el quechua nunca hizo acumulación de riqueza sino simplemente busca
tener lo necesario.
Los nuevos tiempos y la modernidad pudo imponerse ante esta
tradición ancestral y que también se encargó de monetizar y convertirlo en un
comercio esta tradición ayateña.
No se tiene datos de esta costumbre, tampoco existen
investigaciones, pero lo cierto es que en la provincia Muñecas, en el pueblo de
Ayata, la Alasita se lo realiza desde tiempos ancestrales y con el tiempo tomó
fuerza y se expandió hasta la ciudad de La Paz.
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