EL HEROICO ACTO DE UN SOLDADO BOLIVIANO-ALEMÁN EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Unos soldados manejan una ametralladora Vickers en una batalla en Flandes durante la Primera Guerra Mundial (Foto: Vozpópuli)

Fuente: El general y sus presidentes: vida y tiempos de Hans Kundt, Ernst Röhm y siete presidentes en la historia de Bolivia, 1911-1939. Front Cover · Robert Brockmann. Plural editores, 2007.

En esos tiempos heroicos se producían extraños acontecimientos. En pleno campo de batalla en el rio Vístula, a fines de julio de 1915, se cruzaron por primera vez los caminos de Hans Kundt y de una valiente familia germano-boliviana. Sucedió así: El 102º Regimiento de Baviera recibió la orden de cruzar el Vístula frente a la localidad –entonces rusa y hoy polaca- de Czertyn.
Para lograr el cruce, en aquel lugar los zapadores del 102º debían construir un puente de pontones bajo el fuego de la artillería rusa. Era tarea absolutamente suicida, pues cayeron muertos o heridos más de 150 zapadores en la empresa.

Finalmente, al abrigo de la oscuridad, a las cinco de la madrugada y a tan alto precio de vidas, se concluyó el puente. Pero sin que nadie lo advirtiera, durante la noche un pequeño contingente de rusos se había encaramado a la estructura, a la cual coloco varias cargas de dinamita que debían ser encendidas.
A las seis de la mañana la artillería rusa comenzó a bombardear las posiciones alemanas, con el fin de cubrir a los soldados eslavos para que pudieran llegar hasta la mecha. Las siluetas de los prisioneros rusos se dibujaban desde el extremo opuesto del puente, cuando un solitario soldado alemán surgió entre las explosiones y, blandiendo su fusil con bayoneta calada, daba vivas a Alemania y a Bolivia mientras acometía a toda carrera contra el corpulento eslavo que prendía la mecha. “La lucha es tremenda y desesperante. El joven consigue colocarse a retaguardia de su adversario y rápidamente le asesta una estocada que lo derrumba pesadamente. Vuela a cortar la mecha en medio de grandes hurras de sus camaradas”. El 102º logro pues cruzar el Vístula y se desplego en abanico sobre los demolidos fortines rusos de Czertyn, donde cayeron varios prisioneros. La artillería también cruzo el rio y se colocó en posición para atacar la retaguardia del ejército moscovita en fuga. El 1 de agosto a las dos de la tarde cayó Varsovia y entraron victoriosos los soldados de von Belscher, el héroe de Amberes. Entre estos se encontraba el 12º Cuerpo de Ejército, comandado por el teniente coronel Kundt, al que pertenecía el 102º Regimiento Bávaro, del cual era suboficial el anónimo valiente de Czertyn. A los diez días de esa acción Kundt llamo a su presencia al misterioso héroe que evito la voladura del puente, para condecorarlo.
-Ud. Es un militar valiente que merece a nombre de Su Majestad el Kaiser, esta Cruz de Hierro. Le felicito por esta distinción, le dijo el teniente coronel. Emocionado, el joven héroe le respondió en español:
-Gracias mi teniente coronel. No merecía tanto.
-¡Cómo! ¿Habla Ud. Español?
-Si mi teniente coronel. Soy Luis Ernst, hijo de alemán nacido en Bolivia, donde el Ejercito le quiere tanto.
-Oh, mi buen chico, venga un abrazo. Con razón había Ud. Dado vivas a Alemania y Bolivia al cruzar el puente cerca de Czertyn.
Después se supo que el joven Ernst había combatido en el frente de Flandes, donde recibió una herida de poca consideración. La revista militar alemana Der Krieg (La Guerra) decía de el: “Es un digno camarada de nuestro Ejército y del pueblo boliviano”.

Fue la primera hazaña de la familia Ernst. Lustros después, en la Guerra del Chaco, Raúl Ernst, su hermano, vistiendo el uniforme boliviano, le daría otras glorias a Bolivia.

1 comentario:

  1. "Tuto" Ernest....derribo un avion paraguayo, en la guerra del Chaco.....¿ hermanos ?

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