Por: Jaime de la Fuente Patiño - Investigador Boliviano de Historia / Este artículo
fue publicado originalmente en Monografias.com / (http://www.monografias.com/trabajos100/a-oculto-daza-noticias-invasion-chilena/a-oculto-daza-noticias-invasion-chilena.shtml)
Esta es una enigmática interrogante que muchos bolivianos
nos preguntamos en esta época pre-carnavalera y cuya respuesta revelaremos en
el presente artículo.
El chasqui Goyo (según Luís Antezana Ergueta). Personaje inventado por el
novelista chileno Ramón Pacheco para resaltar el atraso de Bolivia sin
telégrafo.
Hace 135 años, el 14 de febrero de 1879, buques de guerra con
tropas de desembarco chilenas invadieron el antiguo litoral boliviano ocupando
por la fuerza de las armas al indefenso puerto de
Antofagasta. La noticia de esta invasión le llegó al controvertido Presidente
boliviano, Gral. Hilarión Daza, en los días del carnaval, circunstancia que ha
dado lugar a una prolongada polémica en nuestra historiografía entre los que
sostienen que Daza ocultó entonces dicha noticia al país para no interrumpir
los festejos carnavaleros, y los que alegan que no la ocultó, pero que ésta le
llegó tarde, y (casualmente) al final del carnaval.El primer autor boliviano que tocó el tema en enero de 1880, fue el Crnl. Eliodoro Camacho en un Manifiesto publicado en Tacna (Perú), en el que basándose en una fuente que citaremos más adelante afirmó que Daza "aturdido en el bullicio del carnaval, ocultaba el parte (de la invasión chilena) y solemnizaba la ocupación de nuestro Litoral". Luego, en ese mismo año, el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna, en su "Historia de la Campaña de Tarapacá", basándose entre otras fuentes, en informaciones de la prensa y de los diplomáticos chilenos que estuvieron en La Paz, relató que:
"La noticia de la ocupación por las armas de Chile de
la plaza de Antofagasta, que tuvo lugar el 14 de febrero de 1879, no llegó a La
Paz con la tardanza de la larga travesía del desierto y al lento paso de la
acémila, sino en alas del vapor y del alambre eléctrico.
"Llevada, en efecto, la nueva a Iquique (entonces Perú)
por el paquete (o Vapor Amazonas) que tocó en Antofagasta el domingo 16 de
febrero, era comunicada (por telégrafo) a Tacna (Perú) el 17 (sic, 18) al
cónsul boliviano de esa ciudad, don Manuel Granier, y de allí, por chasques y a
revienta cinchas (o en mula en 3 días) a La Paz. (Los paréntesis son nuestros).
(2)
"Tuvo conocimiento, en consecuencia, el presidente
Daza de lo que pasaba el jueves 20 de febrero, día que en aquella ciudad y en
todo Bolivia se llama el "jueves de los compadres", porque es el
comienzo del retozón y en ocasiones desaforado carnaval".
Luego, el chileno agregó que Daza festejó ese jueves con sus
compadres: la mayoría de los cabos y sargentos del Batallón Colorados. Y los
días siguientes continuó celebrando el carnaval, pero guardó "la
lúgubre misiva en un cajón de su despacho", ocultando así la noticia al
pueblo por "una semana" (sic, 6 días) hasta el miércoles de
ceniza, 26 de febrero, cuando lanzó su proclama contra la ocupación chilena.
(TI: 205-225)
Después en 1881, el historiador cruceño Gabriel René
Moreno, en sus Bases chilenas, relató sarcásticamente que Daza guardó "en
los bolsillos de su disfraz la noticia por tres días, (y) reservó su sorpresa
para después de los carnavales". Algunas de estas y otras
versiones iníciales de este incidente, incluida la del argentino Dámaso
Uriburu, fueron repetidas a su manera por todos los historiadores nacionales
que tocaron el tema hasta 1968. (Como Eufronio Viscarra, Alcides Arguedas,
Enrique Finot, Humberto Vázquez Machicado y otros)
Posteriormente en 1968, Gastón Velasco, dirigente de Acción Marítima
de la ciudad de La Paz, con mucho patriotismo pero sin mayores conocimientos de
historia, aseveró en un artículo que Daza no ocultó la noticia de la invasión
chilena como escribieron erradamente algunos historiadores, y que este error
provenía de "la intriga que sembró el autor chileno Benjamín
Vicuña Mackenna" con el objetivo de desacreditar a Daza, y
para lo cual el chileno publicó "a fines de abril de 1879, en la
prensa de Santiago" ciertos párrafos pertinentes que transcribió
Velasco.
Pero esto es erróneo, pues en abril de ese año y hasta
junio, el gobierno chileno estuvo en tratativas con Daza para que
rompiese su alianza con el Perú y se adhiriese a Chile, por lo que entonces no
les convenía a los chilenos desacreditarlo. Además, Velasco no citó el
periódico ni el artículo escrito por el historiador chileno, por lo que
más parece que solo copió dos de los tres párrafos que transcribimos antes
del libro del mismo chileno, pero omitiendo copiar el segundo párrafo (2),
en el que el historiador chileno indicó que la noticia le llegó a Daza a través
del vapor y el telégrafo hasta Tacna, y desde allí a La Paz mediante "chasques
y a revienta cinchas" o en mula.
Empero, esta noticia no llegó tan rápido como supuso
erradamente el chileno, porque según se colige de la documentación publicada,
cuando el vicecónsul boliviano en Iquique, Juan Balsa, la habría telegrafiado a
nuestro cónsul en Tacna, Manuel Granier, éste en vez de enviarla a La Paz y
ganar tiempo como imaginó el chileno, se trasladó al puerto de Arica
para encontrase y obtener mayor información de los bolivianos que
venían de Antofagasta en el Vapor Amazonas y que arribaron el 19 de febrero.
Recién entonces, Granier envió una nota oficial detallada sobre la invasión
dirigida a la Cancillería desde Tacna a La Paz por vía expresa, sin que se
especifique cuando llegó.
Además, el mismo Granier envió otra nota oficial
complementaria al día siguiente, 20 de febrero, por el correo normal de Tacna a
La Paz, que llevó además otras noticias de personas particulares sobre la
invasión chilena y que se difundieron en La Paz al final del carnaval, "a
la media noche" del martes 25 de febrero. Luego, estas noticias y las
dos notas oficiales de Granier se publicaron en el periódico "El Comercio" el
viernes 28 de febrero.
Por su parte, Velasco con esa omisión voluntaria o involuntaria,
o quizás mal asesorado, dio a entender que el historiador chileno habría dicho
que la noticia le llegó a Daza por telégrafo de Tacna a La Paz, para luego
alegar que se equivocó porque en Bolivia no había telégrafo, (como en Chile y
Perú). Después, Velasco narró a su manera la forma como la noticia llegó a
Tacna el 19 de febrero, de acuerdo con lo publicado en la prensa de la época y
otros textos. Y luego relató con lujo de detalles, pero sin respaldo
documental, que el cónsul Granier envió la noticia de Tacna a La Paz con
el "estafeta (indígena) Gregorio Collque, más conocido como el
"Goyo", que hizo de "chasqui" incaico y que
realizó la hazaña de recorrer (a pie) "76 leguas en seis días",
llegando el martes 25 de febrero a medianoche a La Paz, donde buscó a Daza en
varias fiestas carnavaleras hasta entregarle la nefasta noticia. Luego Daza con
sus ministros tomarían las medidas del caso. Esta versión de Velasco fue
repetida sin mayor análisis por Enrique Vidaurre Retamoso en su
libro: "El Presidente Daza" (1975: 117); y por Edgar
Oblitas Fernández en su obra: "Historia Secreta de la Guerra del
Pacifico". (1978: 140).
Pero poco después, el historiador orureño Juan Siles
Guevara, (conocido por refutar la obra anti-boliviana del autor chileno Jaime
Eyzaguirre), en su discurso de ingreso a la Academia Boliviana de la
Historia titulado "Última misión diplomática chilena y el
comienzo de la Guerra del Pacifico" publicado en el periódico
Presencia en 1979 (04 y 11/03), refutó la versión del chasqui Goyo de Velasco
calificándola de "novela", en base a documentos primarios
e irrebatibles del Archivo de nuestra Cancillería. Según esta
documentación veraz e irrefutable, por entonces, entre la ciudad peruana de
Tacna y La Paz había un servicio de correo realizado por
mensajeros "extraordinarios" (posiblemente peruanos)
llamados "propios" que hacían este recorrido en mula "en
65 o 66 horas, o sea, poco más de dos días y medio". Y de esta
manera, la noticia detallada de la invasión chilena que envió el cónsul Granier
el 19 de febrero fue llevada por el propio "Pedro Ramos" (y
no por el Goyo), que "sale de Tacna a las 10 de la noche y llega a La
Paz el 22 (sábado de carnaval) a las 2 de la tarde".
Además, Siles Guevara reveló que Daza y su Canciller Eulogio
Doria Medina, supieron varios días antes del carnaval de la orden dada por el
gobierno chileno a sus fuerzas navales en el puerto de Caldera para ir a ocupar
Antofagasta y el litoral boliviano, mediante tres telegramas enviados por el
cónsul boliviano en Valparaíso (Chile) a su colega en Tacna Manuel Granier,
quien los remitió a La Paz con el propio "Juan Cáceres" que
llegó el 15 de febrero. Luego, el mismo Granier se enteró del contenido del
telegrama del Gobierno de Chile a su representante en La Paz; confirmando esa
orden y la resolución del gobierno chileno de ocupar Antofagasta, información
que envió a La Paz con el propio "Manuel Alai" que llegó el
17 de febrero.
En consecuencia, Daza y sus ministros supieron de la orden y
la resolución chilenas de ocupar Antofagasta antes del carnaval y de los
detalles de la invasión el sábado 22 de carnestolendas, y ocultaron estas
noticias al pueblo por 10, 8 y 3 días hasta el martes 25, para no interrumpir
esta tradicional fiesta. Y al parecer, también para permitir la boda tranquila
de la boliviana Ángela Bustamante con el secretario de la legación chilena
Francisco Valdés Vergara apadrinado por su embajador Pedro Nolasco Videla, y su
posterior salida del país (Gutiérrez Alberto: "Hombres y cosas de
ayer", 1969: 154). Pero sobre todo, según el mismo Siles Guevara, porque
Daza y su gabinete estaban a la espera de la respuesta del gobierno peruano a
las gestiones del Ministro Serapio Reyes Ortiz que viajó a Lima varios días
antes, el 9 de febrero, para pedir el cumplimiento del tratado de alianza
defensiva contra Chile, pues se consideraba posible una agresión chilena.
Empero, por cierta indiscreción algunos personajes en La Paz
se enteraron del ocultamiento de la noticia, como José Rosendo Gutiérrez, quien
según Siles, escribió en su diario íntimo e inédito: "Febrero 23
(sic, 24) Ayer se fue (el embajador chileno) D. Pedro Nolasco Videla. Anteayer
llegó la noticia oficial de la toma de Antofagasta, que no ha sido publicada,
porque Daza quiere bailar. Febrero 25. Martes de carnaval. Llega el correo. No
pueden ocultar la noticia. Daza sigue divirtiéndose". Luego, Rosendo
Gutiérrez comunicaría esta información en Tacna al Crnl. Eliodoro Camacho, que
la publicó en su Manifiesto como indicamos antes.
Esta versión documentada y veraz de Siles Guevara fue
corroborada a su manera por Roberto Querejazu Calvo en sus libros: "Guano,
Salitre y Sangre" (1979, 1998: 228), y "Aclaraciones
Históricas sobre la Guerra del Pacífico" (1995: 128); y por Valentín
Abecia Baldivieso en sus textos: "Las Relaciones Internacionales en
la Historia de Bolivia" (1979: 63); y "La Dramática
Historia del Mar Boliviano". (1986: 89).
Pero por otro lado, Luís Antezana Ergueta, en su
folleto: "Daza no ocultó la noticia de la invasión chilena" (1982),
objetó la versión de Siles Guevara, repitiendo como supuestamente veraz el
relato del chasqui Goyo de Velasco, y tildando alegremente: de "agentes
de la mentira" a los autores que no opinaban como él; de "chileno" a
Siles Guevara; de "pro chilena" a la Academia Boliviana de
la Historia; y de "fuente misteriosa" a los documentos
irrefutables de la Cancillería usados por Siles. (1982: 5-7) Para después,
presentar de manera ilógica y anti-histórica como una fuente de mayor valor probatorio
a un texto literario titulado sarcásticamente "La Corte del
General Daza", que viene a ser la tercera parte de una extensa novela
sobre la Guerra del Pacífico del escritor chileno Ramón Pacheco. Y cuyo
contenido, Antezana lo copió mal y lo tergiversó antojadizamente para hacerlo
coincidir y confirmar el cuento falso del chasqui Goyo de Velasco,
que llegó a La Paz el martes de carnaval. (1982: 25-33). Cuento ficticio que
lamentablemente es repetido sin mayor análisis por algunos autores nacionales.
Cabe agregar, que esa pésima novela chilena es denigratoria
para con el Perú y Bolivia, y más bien se basa en la mencionada versión del
historiador Vicuña Mackenna. Pero además, el novelista chileno Pacheco, para
resaltar el atraso de Bolivia sin telégrafo, inventó al chasqui "cholo" Goyo
(no al indígena Gregorio Collque) que supuesta e imaginariamente llevaría a pie
la noticia telegráfica de la invasión chilena, desde Tacna a La Paz por encargo
del cónsul Granier. Quien 20 horas después, enviaría la noticia detallada de la
invasión con el héroe de la novela, el espía chileno "Jenaro
Buzeta" que trataría de llegar antes que el Goyo para ganarse la
confianza de Daza. Y para lograrlo, Buzeta iría en mula y alcanzaría al Goyo,
luego lo embriagaría y por unos pesos se haría dar el mensaje que llevaba, y
seguiría su camino llegando el jueves de compadres a La Paz, donde entregaría
las noticias a Daza que las ocultaría hasta el miércoles de ceniza.
Lo que es falso e imaginario, pues ya vimos que lo cierto es
que la noticia detallada de la invasión chilena de Granier fue llevada por el
propio "Pedro Ramos" que llegó a La Paz el sábado de
carnaval, y fue ocultada por Daza y sus ministros hasta la medianoche del
martes en que finalizaban los festejos carnavaleros. Así como también,
ocultaron las noticias previas sobre la invasión que recibieron antes de esta
tradicional fiesta.
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Los felicito por este blog!
ResponderEliminarGracias por mantener viva la memoria, historia y legado de los pueblos andinos.
Desde Chile un saludo cordial.
Llegué a esta página googleando a Hilarion Daza para entender quien gobernaba a Bolivia en tiempos de la Guerra del Salitre. Una guerra financiada por Ingleses que representa el repudio de la clase oligarca a nosotros el pueblo. Vean lo que pasó con las salitreras 28 años después de que hicieran batallar al pueblo con propaganda de patriotismo. Busquen lo que pasó en la escuelita santa maria de iquique.
Saludos Jillatas!