Por: MARIO EDUARDO CASTRO T. doctorando por la USFX;
magister de la UCB; historiador, arquitecto y psicólogo titulado; con cursos de
especialización y diplomados; catedrático, investigador y consultor. / 25 de
mayo de 2017. // Correo del Sur. // http://correodelsur.com/especial/20170525_actores-voces-y-hechos-ineditos-de-la-revolucion-de-mayo.html
En el Imperio Español hubo revoluciones a ambos lados del
océano Atlántico cuando se conoció la prisión del rey Fernando VII por los
franceses y además ellas fueron consecuencia de una crisis de la monarquía que
afectó a todas las sociedades que lo componían –ya que el Imperio Español está
compuesto por varias sociedades, como las Repúblicas de Indios, las ciudades
con cabildos, las misiones de frontera, las sociedades agrícolas rurales, etc.,
las que interactúan entre sí pero que tienen diversidad de organización y
funcionamiento interno–.
Igualmente, la crisis se dio en dos dimensiones: ‘vertical’,
o sea al interior de cada reino, afectando al equilibrio de sus sociedades y
los pactos de reciprocidad existentes; y ‘horizontal’, o sea en las relaciones
entre los reinos, produciéndose conflictos que implicaban mayor o menor grado
de autonomía política al interior del Imperio Español.
Por lo anterior, los principios de consentimiento y
reconocimiento tienen un papel esencial en las revoluciones hispánicas. En el
Antiguo Régimen, los súbditos dan su consentimiento al rey para que los
gobierne y el rey reconoce sus fueros locales y jurídicos. Con la ausencia del
rey en 1808, el reconocimiento tiene una crisis y cada centro de poder debe
gestionar el reconocimiento de los territorios que pretende controlar (Annino,
2015: 44). Por eso resulta tan importante el reconocimiento de los cabildos de
las ciudades de Charcas, a uno u otro bando, en el periodo 1808-1814 y el
interés de los bandos por coparlos con sus simpatizantes.
Annino, 2015: 37-40, 44 Castro, 2015.
POLÍTICA
En 1808, con la invasión de Napoleón a España, el rey
Fernando VII se vio obligado a dejar su corona; a partir de entonces, se abrió
un vacío de poder respecto al dominio español sobre las colonias americanas.
En Charcas las noticias que llegaban de España provocaron un
ambiente de inestabilidad política. Distintos actores influyentes de la
Audiencia vieron entonces la posibilidad de impulsar la vocación autonomista
que siempre tuvo Charcas frente a los virreinatos de Lima y Buenos Aires.
En este contexto, poco a poco se esparcieron rumores de
conspiración sobre la dirección política que debía asumir la Real Audiencia de
Charcas.
IDEOLÓGICA
A partir del siglo XVII, los principios de igualdad civil,
liberalismo económico y racionalismo científico planteados por los filósofos de
la Ilustración, impulsaron una corriente crítica al sistema monárquico que
había dominado la política europea hasta entonces.
En la sede de la Real Audiencia de Charcas, hoy Sucre, los
universitarios de San Francisco Xavier se nutrían de esas nuevas ideas
desplegadas en libros de los filósofos de la Ilustración que circulaban
clandestinamente en las aulas, haciendo emerger una conciencia crítica al orden
establecido por la Colonia.
EPÍLOGO
La conmoción provocada el 25 de Mayo de 1809 en el seno del
poder político de Charcas, hoy Sucre, dejará una huella indeleble en el corazón
del pueblo insurrecto. El primer foco de resistencia política al yugo colonial
español había nacido.
Al día siguiente, el 26 de mayo, se erige la “Audiencia
Gobernante” que asume el mando político y militar de todo el territorio
controlado por la Real Audiencia de Charcas.
Los insurrectos se esparcirán como un reguero de pólvora por
las colonias americanas, llevando el fuego ardiente y luminoso que terminó con
la pesada oscuridad del yugo colonial la noche del 25 de Mayo.
Bernardo Monteagudo, Manuel Eusebio Ruiz, Manuel Lemoine,
Benito Alzérreca, Manuel Zudáñez, entre muchos otros emisarios subversivos,
recorrieron el territorio de la Audiencia, lo que hoy es Sudamérica, llevando
las nuevas noticias para alertar a las masas.
La revolución había comenzado y la larga historia de
violencia colonial había empezado a resquebrajarse desde el extremo rajado de
una campana libertaria que aún hoy reposa intranquila en el campanario de San
Francisco de Sucre.
PODERES DE MANDO - EL PAPEL POLÍTICO DE LA REAL AUDIENCIA
De acuerdo con los últimos estudios sobre la Historia del
Derecho, el Antiguo Régimen es gobernado por cuerpos de jueces antes que por
funcionarios. Así, comenzando por el Rey –que es visto como juez supremo–,
pasando por las Audiencias –que administran justicia y también gestionan
territorios– y llegando a los alcaldes de los cabildos –que son los jueces de
primera instancia–, nos encontramos ante un aparato jurídico que es el que
gobierna en la práctica.
En palabras de Annino (2015: 41), “las Coronas no ejercían
el poder de forma directa por medio de funcionarios, sino que coordinaban los
poderes inferiores con los superiores gracias a los jueces, que interpretaban,
suspendían o producían nuevas normas”. Esto permite comprender por qué la Real
Audiencia de Charcas busca gobernarse a sí misma en la crisis de 1809 y por qué
los revolucionarios porteños expulsan a los miembros de la Real Audiencia de
Buenos Aires. Además, a pesar de la guerra y los conflictos, el Derecho y la
Justicia no cambian, lo que demuestra su importancia (Annino, 2015: 48). En
adición, la Justicia permanece estrechamente relacionada a las identidades
colectivas, como en el caso de Charcas, alrededor de su Real Audiencia.
Castro, 2015.
EN DEFENSA - LOS GRITOS: EL PUEBLO Y EL PRESO
Una de las cosas menos conocidas es lo que Jaime de Zudáñez,
sus familiares y sirvientes gritan cuando es llevado arrestado. Concretamente,
dicen:
- ¡Traición, traición! ¡[Hagan un] favor
al Rey y a la Patria!
- ¡Favor al Rey, que prenden a los señores
oidores, a los regidores, a los Zudáñez y a otros!
- ¡Viva el Rey Don Fernando! ¡Auxilio a
nuestro Rey!
El Alcalde Juan Antonio Fernández grita a su vez:
- ¡Vayan, vayan, hijos, que nos quieren
entregar a la Carlota!
Como se lee, el pueblo se congrega a estos gritos creyendo
que está defendiendo los derechos del Rey contra las autoridades, que
supuestamente quieren entregar Charcas a Portugal.
Revilla, 2009.
JOSÉ ANTONIO BOETO - EL CORRUPTO: ALIADO DE LOS REVOLUCIONARIOS
Tal vez José Antonio Boeto sea natural de España, al parecer
es doctor en Derecho. En 1778 llega al Perú y es nombrado Gobernador de
Huancavélica, luego pasa a Lima, donde es nombrado alcalde del crimen, cargo en
el que demostró corrupción.
En 1786 es nombrado regente de la Real Audiencia de Charcas,
donde también realiza numerosas componendas, particularmente con los azogueros.
Tiene tres hijos con Manuela Eguía y Martierena, de la élite salteña, aunque se
casa con ella tiempo después. Inmensamente acaudalado por sus prebendas, posee
una enorme colección de plata. Nombrado albacea de tres huérfanas de Yotala,
les quita su único bien, una hacienda, que pasa a ser de su propiedad. En 1805
queda viudo.
Es un rival acérrimo del Gobernador Ramón García de León y
Pizarro, con quien se enfrenta en numerosas ocasiones. Luego de recibirse la
noticia de la prisión del Rey Fernando VII, no asiste al Te Deum en su honor;
además, el 14 de Octubre de 1808 durante el festejo del cumpleaños del Rey,
llega a decir que “el Tribunal no duda que el Rey, nuestro señor Don Fernando
VII se halla en su trono pacíficamente gobernando”, como un acto de escandaloso
desconocimiento a la Junta de Sevilla. Por eso, cuando poco después arriba el
enviado de ésta, José Manuel de Goyeneche, y se reúne con la Real Audiencia el 12
de Noviembre pide revisar sus credenciales; como no se le da lugar, comienza un
altercado, en el cual se irrita muchísimo, causando un escándalo (lo que
probablemente estaba en sus planes); sin embargo, su agitación desencadena una
apoplejía que le produce la muerte poco después, el 8 de Diciembre.
Barnadas, Calvo & Ticlla, 2002, v. I: 327. Just, [1970]
1994: 60-62, 68-71. Lofstrom, 2016.
ESTALLIDO POSTERGADO - FECHAS Y LÍDERES ORIGINALES DE LAS
REVOLUCIONES
Las revoluciones de La Plata y La Paz debían estallar
de forma simultánea el Jueves Santo, 30 de Marzo de 1809. En La Paz debía
dirigirla Crispín Diez de Medina y en La Plata Buenaventura Salinas. Sin
embargo, en La Paz se descubre el intento en el último minuto y la insurrección
fracasa. En cambio, Salinas se acobarda y finalmente la revolución en La Plata
no tiene lugar ese día.
Buenaventura Salinas y Quiñones es abogado de la Real
Audiencia y catedrático de vísperas de la Universidad de San Francisco Xavier.
Posee casa propia en La Plata, donde tiene un estudio en el que atiende sus
casos. Junto a Jaime de Zudáñez y Mariano Ulloa acusan de traición al Rey
Fernando VII; al Virrey del Río de la Plata, Santiago de Liniers; y al
Presidente de la Real Audiencia de Charcas, Ramón García de León y Pizarro.
Ésta es una mentira, parte de la estrategia de los revolucionarios para deponer
a las autoridades.
Probablemente actúa activamente en la revolución del 25 de
Mayo. A cambio de su participación en la insurrección, obtiene las primicias de
Yamparáez en agosto de 1809.
ABNB EP 380 ff. 741-742v. AGN IX 24-6-2, 10. https://www.geni.com/people/Buenaventura-Salinas-y-Qui%C3%B1ones/6000000015050271044
ALIANZAS CLANDESTINAS - EL GERMEN: TERTULIAS
INDEPENDENTISTAS
En las tertulias, que son espacios de discusión de ideas y
de socialización empleados por la nobleza y el pueblo alto, se discute desde
antes de 1809 ideas independentistas. Es un espacio donde se va ganando poco a
poco adeptos para la causa insurgente.
Quienes expresan ideas inequívocas de independencia en las
tertulias de La Plata son: Manuel y Jaime de Zudáñez de la Torre, Joaquín
Lemoine, Mariano Michel, Mariano Terrazas, Francisco Xavier de Orihuela,
Bernardo Monteagudo, Pedro Ignacio de Rivera, Marcos Miranda y José Sivilat de
Lisle. Este es el núcleo de los intelectuales que intenta radicalizar la
revolución.
El cura José Antonino Medina también tenía una tertulia
independentista que se reunía en la casa de Benito Alcérrica.
Just, [1970] 1994: 109-110. Revilla, 2009.
DOS PERSONAJES- LOS REVOLUCIONARIOS FRANCESES
Tanto Marcos Miranda como José Sivilat de Lisle son
franceses, independentistas y participan activamente en la Revolución del 25 de
Mayo, repartiendo aguardiente a los revolucionarios durante el ataque al
edificio de la Real Audiencia. Sivilat además logra entrar al campanario de la
Catedral y desde allí convoca a la gente a participar en la revolución.
Aunque Sivilat probablemente está impregnado de las ideas de
la Revolución Francesa, eso no le impide poseer esclavos: al parecer para él la
libertad se limita a los ciudadanos acomodados.
Finalizada la revolución, ambos son procesados y condenados
a prisión en Casas Matas, en el puerto de El Callao. En noviembre de 1810,
Sivilat solicita que se le libre de la vergüenza de entrar preso a La Plata con
una escolta de soldados. Como poco después las tropas rioplatenses invaden
Charcas, es poco probable que los hayan trasladado efectivamente a La Plata.
Tan solo se sabe que luego de la derrota definitiva de los
rioplatenses, Miranda se encuentra viviendo de nuevo en La Plata en 1814, al
parecer sin ningún problema con las autoridades.
ABNB, ALP, Em, 200, f. 14. ABNB, ALP, EP 417, ff. 552-555v
Revila, 2009. Torres, 2012.
EL CONFLICTIVO: QUITACAPAS
Francisco Ríos (c.1872-c.1811), alias el Quitacapas. Mulato
natural de Río de Janeiro, en la colonia portuguesa de Brasil. Llega al Río de
la Plata entre 1783 y 1788.
En 1804, es un peligroso ladrón que actúa en La Paz; es
cómplice de Tomás Rodríguez de Palma, un líder revolucionario paceño que se
encuentra preparando una insurrección coordinada con el Cuzco. Capturado luego
de un robo con intento de asesinato, permanece encarcelado en La Paz entre 1804
y 1808, cuando escapa y es indultado. Reclutado por el revolucionario paceño
José Ramón de Loayza, es un emisario que circula entre Yungas, Cochabamba y
Oruro.
Participa en la Revolución de 25 de Mayo y luego de robar
4000 pesos –destinados a los hombres que comanda– llega a Sicasica a mediados
de junio de 1809, encontrándose con José Antonino Medina, principal ideólogo de
los independentistas. Posiblemente es entonces que entrega a Medina la Proclama
de los habitantes de La Plata a la ciudad de La Paz. Llega a La Paz el 1 de
Julio. Ríos no consigue repetir en esta ciudad lo que hace en La Plata a causa
de su pasado delictivo, que le da notoriedad.
Se destaca como capitán de los cholos, ya que logra desarmar
al comandante de armas de La Plata, el Capitán Ramón García Pérez, quitándole
su sable en la esquina de Rumi Cruz en la plaza principal. Esto es muy
importante, porque las tropas leales se quedaron sin su líder y no pudieron
acabar con la rebelión.
Ríos actúa primero bajo las órdenes de Antonio Paredes
–alcalde del Cuzco– pero lo deja para ponerse bajo las órdenes de su rival,
Antonio Álvarez de Arenales, quien finalmente se hace con el mando militar.
Ríos comanda a los cholos –el pueblo bajo– durante y después de la revolución.
ABNB EM 12. ABNB EC AD 1804 N° 48. Castro, 2010: 451-464.
ESCAPA REFUGIADO - PROBABLE REVOLUCIONARIO: MANUEL BLACUTT
Es casado con Mercedes Daza, con quien tiene a sus hijos
Juan Bautista y Juana (la cual es menor de edad en 1825), todos residentes de
La Plata (Chuquisaca). En 1818 las autoridades embargan su finca en Aranjuez,
que es usada como alfar por el Ejército leal, y la hacienda Caraparí, en el rio
Grande. Se refugia en Salta, donde muere. Su viuda otorga un poder a Dámaso
Zárate en Salta el 7 de junio de 1825 para que vaya a Chuquisaca a tramitar la
devolución de sus propiedades.
ABAS AC v. 5, ff. 37-39v. ABNB EM 343 f. 5v. Castro, 2013,
p. 153.
APRESADOS - EL ESTALLIDO FORTUITO DE LA REVOLUCIÓN
La revolución no debería haber estallado el 25 de Mayo, sino
poco después. Cuando el Gobernador Ramón García de León y Pizarro se entera de
que los oidores se han reunido para exigir su dimisión, ordena su arresto.
El único capturado es Jaime de Zudáñez, quien es sorprendido
en su casa junto con el independentista José Patricio Malavia. Zudáñez va
gritando por la calle, junto a sus parientes y empleados, pidiendo ayuda, ya
que en ese momento había gente reunida junto a su casa, frente al Oratorio de
San Felipe Neri que esperaba los juegos artificiales que se hacían por ser
víspera de la fiesta de ese santo.
Los insurgentes se movilizan muy rápido, ya que en la
esquina de la Catedral se reúne un grupo de gente del pueblo bajo, tratando de
impedir el arresto de Zudáñez, que es recluido en el palacio Torre Tagle y
luego en el edificio de la Real Audiencia.
Just, (1970) 1994, pp. 118-119. Torres, 012, p. 23.
MEDIADOR- EL CONDE DE SAN XAVIER EN LA REVOLUCIÓN
Gaspar Remírez de Laredo era más conocido por su
título de Conde de San Xavier y Casa Laredo. Desde que llega a La Plata como
Oidor apoya a la Real Audiencia en los conflictos que tiene con el Presidente
Ramón García de León y Pizarro y el Arzobispo Benito María Moxó, aunque parece
que no está presente en la ciudad durante gran parte de los conflictos.
Durante la Revolución del 25 de Mayo de 1809, Remírez de
Laredo exige que se trate al Presidente con el máximo respeto, pero se une a la
petición de dimisión del mismo. Junto con el Arzobispo Moxó ingresa al edificio
de la Audiencia para pedirle que libere a Jaime de Zudáñez. Luego de mucho
insistir, logra convencerlo y Zudáñez es liberado. Sin embargo, los
revolucionarios no se calman y el alboroto aumenta.
Viendo que la posición de García de León es insostenible,
Remírez de Laredo se entrevista con él y le pide que sus tropas entreguen sus
fusiles y que, a cambio, él calmaría a la multitud enardecida; si bien el
Presidente entrega las armas, los revolucionarios no se apaciguan.
Más tarde, cuando la multitud comienza a atacar el edificio
de la Audiencia a cañonazos, el Conde de San Xavier nuevamente ingresa a
parlamentar con el Presidente García de León, pidiéndole que entregue los
fusiles que guarda, prometiendo apaciguar a los revolucionarios. Consigue su
objetivo, pero no logra que la gente se calme. De todas maneras, las fuerzas de
García de León quedan tan debilitadas que poco después deben rendirse.
Castro, 2015.
EN FUEGO CRUZADO - EL OBSTÁCULO: JOSÉ FÉLIX DE CAMPOBLANCO Y
CORDERO
Campoblanco recién llega a La Plata en julio de 1809, luego
de estallada la Revolución del 25 de Mayo. Se incorpora a sus funciones en el
auge del Gobierno revolucionario. Su primera aparición oficial documentada es
del 13 de julio, cuando firma la recepción de un oficio enviado por el
Intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz. El 29 de julio la Real Audiencia
recibe información de Sanz, respecto a la aparición de pasquines subversivos en
Potosí y a la Revolución del 16 de Julio en La Paz. Ese mismo día, Campoblanco
responde pidiendo actuar con suavidad y esperar más noticias de los
acontecimientos de La Paz antes de enviar una fuerza militar, como Sanz
propone. El 8 de Agosto recibe una extensa carta de Sanz, donde éste protesta
por la buena fe de Campoblanco y rememora incluso los hechos de la Revolución
de La Plata del 25 de Mayo, pero acata la decisión.
La dinámica de la actividad en la Real Audiencia es descrita
de la siguiente manera por Campoblanco:
[El oidor conde de San Xavier y yo] tenemos que estar todas
las mañanas en el Tribunal hasta las once, esperando concluyan las
confabulaciones que hacen antes de venir al despacho –regularmente en casa del
fiscal [López]– de donde salen bien estudiados y combinados sus parciales
votos. Y los más de los días, que sólo se emplean en los asuntos de su causa,
salimos a las tres de la tarde, bien sofocados y sin haber despachado cosa
alguna de los [asuntos] público[s]. (Just, [1970] 1994: 786)
Cuando Campoblanco revisa el expediente de acusación de las
autoridades revolucionarias en contra del depuesto Presidente Ramón García de
León y Pizarro y del Arzobispo Benito María Moxó, concluye que son inocentes y
pide que se publique por bando su inocencia. Esto, además de no llevarse a
cabo, le acarrea la enemistad de las autoridades revolucionarias, que intentan
recusarlo aduciendo que la esposa de Campoblanco es pariente del depuesto
presidente García de León y Pizarro: en realidad, una sobrina de éste es casada
con un señor Valenzuela, consejero de Real Hacienda; Valenzuela es primo en
cuarto grado del marqués del Surco, suegro de Campoblanco; o sea, en realidad
el parentesco es muy remoto para ser considerado un impedimento.
AGN, IX, 24-06-02, 10, AGN, IX, 24-06-03, 24
Barnadas, Calvo & Ticlla, 2002, t. I: 419 Castro, 2015.
Querejazu, [1987] 1990.
CON LA CAUSA EN EL SERMÓN - OLVIDADO: FELIPE ANTONIO
MARTÍNEZ DE IRIARTE GOYECHEA (1759-1821)
Natural de Jujuy, Tucumán. Estudia Teología en Córdoba,
donde se ordena como sacerdote (c. 1782). Es nombrado párroco de Perico (1785)
y Tumbaya (1786). Luego estudia Derecho en la Universidad San Francisco Xavier
de La Plata, doctorándose en 1789 y recibiéndose abogado en 1790. Es nombrado
comisionado del clero charqueño por España, pero en su viaje, pasando por
Buenos Aires, conoce a Mariano Moreno y se queda ejerciendo como abogado en la
Capital virreinal. Probablemente en esa época empieza a albergar ideas
independentistas. De regreso en La Plata en 1809, alienta la Revolución del 25
de Mayo de 1809, pero no abiertamente, por lo que no es perseguido cuando ésta
fracasa. En 1810 preside la Academia Carolina. Luego, es nombrado párroco de
Tinguipaya. Desde 1812 es provisor y vicario general del Arzobispo Moxó en La
Plata (mientras el prelado radica en Cochabamba). En 1813 es cancelario (o sea
rector) de la Universidad de San Francisco Xavier. En 1815, a la llegada del
Tercer Ejército Auxiliar Rioplatense, dejando el anonimato, dirige una proclama
patriótica en Potosí y luego asume el mando de la caballería en la batalla de
Carretas (4 de abril), participando en la batalla de Viloma (Sipe Sipe), una
aplastante victoria realista (20 de octubre). Por eso, escapa a Jujuy y
representa a Charcas en el Congreso de Tucumán de 1816, que proclama la
independencia argentina, es elegido presidente del mismo y redacta un
manifiesto para trasladar la sede a Buenos Aires. De él dice Moreno:
“perteneció Iriarte al gremio de los oposicionistas teóricos y críticos; esto
es, al grupo que rechazaba “en derecho y por derecho” el régimen colonial. […] Fue
cura de Tinguipaya y en todos sus sermones hacía propaganda a la causa
revolucionaria”.
Barnadas, 2002, v. I, pp. 1096-1097. Castro, 2015. Cutolo,
1963, p. 36. Roca, 2007, pp. 392-393.
EMOTIVO HASTA EL LLANTO - LA CELEBRACIÓN DE LA VICTORIA POR
PARTE DE LOS REVOLUCIONARIOS
Luego de la victoria revolucionaria, se colocó delante del
Cabildo un retrato de Fernando VII, y, de acuerdo al testimonio del líder
revolucionario Antonio Álvarez de Arenales:
[…] conseguí el retrato [del Rey Fernando], se lo manifesté
[al oidor regente] y me pidió banderas y música para conducirlo al Cabildo [o
sea el edificio de la Alcaldía en la plaza principal].
Pronto se consiguió todo y tomando a su amado rey sobre la
cabeza de uno de la comitiva, salió toda como en procesión […] hasta llegar al
Cabildo, donde la misma plebe lo colocó en alto al frente de la plaza con dosel
y colgaduras, no hartándose en hacerle reverencias […]
Otro testigo, Don Pedro José de Reyes manifiesta la gran
emoción que embarga a la gente:
Unos, con lágrimas de ternura [o sea, lágrimas de alegría] y
otros tirando [al aire] sus sombreros y sus pañuelos, lo condujeron con triunfo
solemne […] siendo tal el entusiasmo de amor para con el soberano, que lo mismo
es nombrarlo que protestar [o sea, gritar] todos, hasta los pequeñuelos,
derramar la última gota de sangre por él, viviendo pesarosos [o sea, tristes]
de no hallarse en la Europa para volar sobre el fuego y las armas [de los
franceses] y sacarlo y colocarlo en el trono.
Just, [1970] 1994: 125 Revilla, 2009.
LIBERACIÓN DE PRESOS- EL PAPEL DEL FISCAL LÓPEZ ANDREU
La primera reacción de los oidores es escapar de la
persecución. Por lo que se refiere al fiscal Miguel López Andreu, primero se
refugia en el oratorio de San Felipe Neri. Luego, escapa disfrazado y se queda
vagando por los cerros. Cuando escucha los disparos causados por la revolución
tiene tanto miedo que escapa disfrazado rumbo a Cochabamba.
Un viajero que viene de Cochabamba a La Plata lo reconoce en
el camino a pesar de su disfraz y al llegar el 26 de mayo avisa a las
autoridades, que mandan en su búsqueda a los revolucionarios Corcuera e Ibáñez,
quienes lo alcanzan y convencen de regresar.
López Andeu recién ingresa a La Plata a la una de la mañana
del 27 de Mayo. A su llegada, el pueblo acude a la plaza, dando vivas y gritos
de entusiasmo frente al Cabildo, gritando: ¡Viva el Rey! ¡Muera el mal
gobierno!
López Andreu les agradece y ordena que se liberen a los reos
más peligrosos, que en esa época debían hacer trabajo forzoso en las
panaderías.
Just, [1970] 1994, p. 126.
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