Fuente: 200 personajes cochabambinos – Ramón Rocha Monroy / Septiembre de 2010. // Foto: Coche Knox 1904. / El coche Knox fue fabricado por la “Knox Automobile
Company” entre 1900 y 1915. (Seal Cove Auto Museum)
Fue un pionero por demás interesante, un hombre de su tiempo, un fervoroso
creyente en el progreso; el introductor del automóvil en Bolivia. Había
estudiado Derecho y ejercido de abogado en el Perú por diez años, pero luego
retornó y asumió su destino. En 1903, viajó a Hamburgo junto a su amigo, el
comerciante alemán Teodoro Bickemback, seducido por los automóviles; luego
visitó fábricas en Nueva York mientras cultivaba la amistad de Thomas Alva
Edison y de Enrico Caruso, según información de su hija Cira Aguayo de
Mendizábal, recogida por Wilson García Mérida en Un siglo en Cochabamba, un
libro inolvidable.
Aconsejó a los fabricantes norte americanos sobre el tamaño de las ruedas,
demasiado pequeñas para su uso en Bolivia y la ubicación del motor debajo de la
carrocería, que hubieran sucumbido en nuestros caminos, y así consiguió que se fabricaran
coches con ruedas más altas y el motor en la parte delantera. Bajo sus consejos
en el diseño, se fabricó el coche Knox, el Lenox para viajes de diligencia con
pescante para maletas, el Tuxedo, para viajes expresos y el Adams, con un
vehículo para servicios urbanos y otro tipo góndola, con 14 asientos, que no
llegó a Bolivia. En 1904, Aguayo recibió en Antofagasta sus dos primeros
automóviles Tuxedo y Lenox, que fueron ensamblados en Oruro e hicieron
servicios de diligencias a La Paz. Aguayo manejaba el Lenox y su socio Cornelio
Gundlach, el Tuxedo. El Heraldo reclamó desde Cochabamba y el 19 de junio de
1905 los dos coches llegaron e hicieron su primera travesía en hora y media a
Cliza, no obstante el camino pésimo y pedregroso, como lo calificó Juan
Francisco Velarde, director de dicho diario e invitado a la travesía. El Lenox
prosiguió a Punata y a Arani y retornó en dos horas y 17 minutos, según
precisión de Velarde. El mismo mes hicieron carreras de recreo vespertinas en
la Alameda, Cala Cala y Queru Queru. El segundo conductor era Carlos
Wilstermann; el primero, “el progresista señor Aguayo”, como lo llamaba El
Heraldo.
Don Jesús tuvo un accidente en La Angostura cuando se atrevió a guiar de noche
y se le cruzó un burro y le ocasionó el primer accidente automovilístico de la
historia de Bolivia con un saldo de dos muertos. Los dos primeros difuntos
fueron Daniel Morató y Ángel María Borda, nombres registrados en las primeras
apachetas de nuestra historia por accidente de esta naturaleza. Jesús Aguayo
quedó herido de una pierna y tuvo que auxiliarse con un bastón por el resto de
sus días.
Con los vehículos restantes, el Knox y el Adams, ensamblados en Oruro, Aguayo
reinició el servicio Oruro-La Paz e incluso recibió subvención estatal del
Presidente Ismael Montes, pero hacendados influyentes que controlaban el
mercado de cebada para alimentación de caballos y mulas provocaron el cese de
la subvención y el fin de la empresa.
Según García Mérida, Jesús Aguayo fue también influyente munícipe y Presidente
del Concejo en el período 1927-1928, en el cual se abrieron las calles
Chuquisaca y Ecuador, se estudió la urbanización de Jaihuaico, se nominó la
Avenida 14 de enero, hoy fundida a la Avenida Heroínas, y se diseñó el proyecto
de Lagun Mayu para ampliar la red de agua potable en la ciudad, que provocó un
litigio con el entonces presidente Daniel Salamanca.
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