Por: Cástulo Martínez – Escritor e Investigador Histórico / purumauca@hotmail.com // http://www.oocities.org/elmardebolivia/ldc.htm
// Foto: Antofagasta, detalle de un muelle y bahía bajo control chileno después de 1904.
En Chile se nos enseña, desde los primeros años de la
enseñanza básica, que Bolivia rompió el tratado de 1874 al intentar aplicar un
impuesto de 10 centavos de libra por cada quintal de salitre exportado de
Antofagasta, lugar boliviano donde estaba instalada una compañía salitrera
formada con capitales anglochilenos. Para impedir el remate de las instalaciones
y depósitos de salitre de la compañía, que las autoridades bolivianas estaban a
punto de aplicar, en la madrugada del 14 de febrero de 1879, fecha en que se
efectuaría dicho remate, el blindado "Cochrane" y la corbeta "O'Higgins"
arribaron a la bahía de Antofagasta y, en nombre de Chile, tomaron posesión de
ese territorio.
La razón que el Gobierno de
Chile dio a su pueblo y al mundo para explicar su acción de ocupar militarmente
esa ciudad, fue el impuesto de los 10 centavos. Pero, ¿fue esa la verdadera
razón? ¿Puede acaso un impuesto ser causa para una guerra? Que dicho impuesto
no fue más que el pretexto para la invasión quedó en evidencia a los pocos días
de la ocupación de Antofagasta. Si la razón para invadir ese territorio fue
evitar la aplicación del impuesto de 10 centavos, entonces uno esperaría que
una de las primeras medidas de las autoridades chilenas sería anular de
inmediato aquello que las autoridades chilenas consideraron una infracción al
tratado de 1874, y que provocó que Chile invadiera Antofagasta, cuya soberanía
era indiscutiblemente boliviana (Francisco A. Encina, Las Relaciones entre
Chile y Bolivia, 106) Pero Chile no sólo no anuló ese impuesto,
sino que lo aumentó a 1 peso 60 centavos, esto es, ¡quince veces más! Un acucioso
investigador chileno señaló: "El 12.09.1879 fue publicada la ley gravando
con 40 cts. el quintal métrico de salitre exportado [...]. Trece
meses después era sustituido por otro impuesto ascendente a $1.60 por cada cien
quilos exportados. También se gravó la exportación de yodo, subproducto que la
Compañía elaboraba con éxito, desde 1879" (Manuel Ravest Mora, La
Compañía Salitrera y la Ocupación de Antofagasta, 1878-1879, pág. 201)
Si el impuesto de 10 centavos
no fue más que el pretexto de la oligarquía chilena de la época, ¿Cuál fue
entonces la causa de que Chile se apoderara del litoral boliviano
entre los grados 24 y 23?
El interés de la oligarquía
chilena y del Gobierno de Chile en las riquezas naturales de la provincia de
Tarapacá y del desierto de Atacama fue la causa básica de la Guerra del
Pacífico. Considere el testimonio que le entonces diputado José Manuel
Balmaceda Fernández entregó en sesión del 16 de septiembre de 1880:
"Razones históricas, legendarias, geográficas e
industriales, hacían necesario llevar la guerra a su último término [...[]. Por
nuestra parte, necesitamos a Tarapacá como fuente de riqueza y a Arica como
punto avanzado de la costa. He aquí por qué el pueblo de Chile exige Arica y
Tarapacá".
El mismo señor Balmaceda
Fernández, siendo ya Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, dirigió
el 24 de diciembre de 1881 una circular a sus representantes diplomáticos en el
extranjero, en la que, con todo desparpajo, afirmaba textualmente
que:
"El territorio salitrero de Antofagasta y el territorio
salitrero de Tarapacá fueron la causa real y directa de la guerra".
Como dice el aforismo legal:
"a confesión de parte, relevo de pruebas".
Hoy en día, en febrero del
2004, congresistas chilenos están planeando la necesidad de imponer un
"royalty minero" a las empresas que explotan minerales en territorio
chileno. Este royalty se ha calificado como una legítima compensación
al fisco chileno por el usufructo de riquezas naturales pertenecientes a todos
los chilenos.
La diferencia entre el impuesto que
aplicaron las autoridades bolivianas a la compañía que explotaba esa riqueza
del suelo boliviano, y el royalty que un sector de los congresistas
chilenos quiere imponer a las compañías mineras por medio de una ley, se halla
únicamente en la terminología empleada por sus originadotes. Los motivos de
este gravamen es exactamente el mismo, tanto en Bolivia en 1879 como en Chile
en el año 2004, esto es, exigir que las compañías explotadoras de las
riquezas nacionales compartan un porcentaje mínimo con los dueños
del suelo donde se hallan tales riquezas. Ese gravamen fue considerado por el
Chile de la época como suficiente motivo para invadir el territorio que quería
aplicar tal impuesto. Ahora bien, ¿no nos estaríamos exponiendo a que algún
país poderoso, al cual pudieran pertenecer los inversionistas que estén explotando
nuestras riquezas minerales, nos invadan para proteger a sus
nacionales contra la posible aplicación de este royalty minero?
Aunque este hecho bélico, esto
es, la ocupación militar de Antofagasta por parte de tropas chilenas ocurrió en
febrero de 1879, fecha tan distante a nosotros, no es prudente ignorar las
lecciones que nos da la historia, ya que en el correr de los años estas suelen
revertirse.
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