Foto: Villamontes 1934.
En la historia de la Guerra del Chaco, miles de bolivianos
partieron a la campaña guerrera, y muchos tuvieron la desdicha de caer cautivos
en manos paraguayas. Sólo ellos son capaces de dar a conocer la tragedia del
prisionero de guerra. Los trabajos forzados bajo un sol canicular, los insultos
y amenazas de los carceleros, y la posible pero peligrosa evasión de aquellas
prisiones.
La Guerra del Chaco fue una de las contiendas bélicas más fuertes que vio
el mundo y la más costosa tanto en vidas humanas como en material invertido en
el frente de batalla; este conflicto bélico que enfrentó a las únicas naciones
mediterráneas de Sud-américa. Esta conflagración duró tres años menos un día en
la década de 1930, debido a que empezó oficialmente el 15 de jumo ele 1932 en
las orillas de la laguna Chuquisaca, en el corazón mismo del Chaco Boreal, y
concluyó el 14 de junio de 1935 en las trincheras construidas en los
contrafuentes de la serranía del Aguaragüe.
Esta guerra tuvo un desenlace que no avaló todo el empeño, gasto, dolor y costo
de vidas que se perdió en su haber, debido a que no se cumplió ningún objetivo
que ambos contendientes se habían trazado. Bolivia no logró consolidar una red
fluvial a lo largo del río Paraguay para una mejor conexión con el océano Atlántico
y el mercado europeo, ni consolidar una presencia física en el territorio
chaqueño. De la misma manera el Paraguay no pudo apoderarse ele los pozos
petrolíferos de Ñancoraiza ni de Camiri, ni pudo consolidar su presencia en el
río Parapetí, que siempre creyó que era la frontera natural con Bolivia.
"Sin vencedores ni vencidos", reza el epígrafe del tratado de paz
firmado en Buenos Aires que puso fin a la Guerra del Chaco, al menos en el
ámbito de los objetivos propuestos por ambos ejércitos. Es razonable, ya que en
ambas naciones los excombatientes que volvieron a sus hogares después ele tan
funesta sangría sintieron que ellos eran quienes más habían perdido en la
guerra y ese final que se dio no justificó su sacrificio ni de los que quedaron
para siempre en los campos de batalla chaqueño.
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