Fotografía: Un cambión cargado de soldados del
altiplano boliviano parte rumbo a la Guerra del Chaco.
A finales de los 30 del siglo XX Jesús Lara (1898-1980)
publicó “Repete: Diario de un hombre que fue a la Guerra del Chaco” (Imprenta
de la Universidad, Cochabamba, 1937). Los acontecimientos relatados por Lara
son fragmentos que desnudan episodios cotidianos del conflicto bélico con el
Paraguay (1932-1935). Según el autor, Repete es “sinónimo de indio, de hombre
de trinchera”. Para comprender el sentido de esta extraña palabra, Lara
rememora una anécdota ocurrida en el infierno verde: “Algún Ministro o algún
Jefe visitaba la línea de fuego (…). Ocurriósele preguntar a un combatiente
acerca de la calidad del rancho” (ración alimenticia). A lo cual el soldado
respondió: “--Nu is boino, mi tiñinti...”.
El militar volvió a preguntar al soldado:
El militar volvió a preguntar al soldado:
--“¿Por qué?, ¿Qué le falta?
--Nara…
--¿Tiene carne el rancho?
--Sí, mi tiñinti
--¿Sal?
--Sí…
-¿Y chuño?
-Sí…
-Entonces, ¿Por qué dices que no es bueno el rancho?
A lo cual el soldado responde:
-¡Nu repete, mi tiñinti!...”.
El soldado quedaba insatisfecho con la ración de alimento que le tocaba. Quería
“repetir”, comer más de lo que se le daba. La Guerra del Chaco no sólo fue
heroísmo en los campos de batalla sino también avivó entre los “hermanos”
combatientes sentimientos discriminatorios y racistas hacía sus camaradas
indígenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario