Una mañana yo abrí mi taller y llegó un señor atlético, bien plantado, moreno y
simpático con dos personas. Ahora me imagino que eran sus guardaespaldas. Así
recordó el maestro Manuel Sillerico la ocasión en la que conoció al denominado
Rey de la Cocaína, Roberto Suárez Gómez.
Habían pasado al menos 15 años desde que don Manuel fundó su sastrería en un
local de cuatro metros cuadrados ubicado en la plaza Venezuela de La Paz. Y su
fama había llegado hasta oídos de Suárez.
Sé que usted es maestro sastre. Mire, no hay sastres en Beni. Por eso quiero
que me haga cinco trajes, le dijo al enseñarle su propia tela. Entonces yo no
sabía quién era. Después lo supe, se hizo un buen amigo. Así le conocí,
recordó.
Este episodio ocurrió en la década de los 70, cuando el taller de Sillerico ya
era un referente de la moda masculina. A él acudían líderes históricos como los
expresidentes Víctor Paz Estenssoro y Hernán Siles Suazo; y empresarios como
Max Fernández o Mario Mercado Vaca Guzmán. ¿Usted ve la plaza (Bolivia) donde
le dedicaron un monumento? Ahí está don Mario Mercado con mi terno, aseguró el
maestro.
Por décadas incluso vistió a diferentes generaciones de estudiantes del colegio
Alemán, La Salle y San Calixto, entre otros. Les hacía trajes para sus desfiles
y para sus primeras comuniones. Hasta hoy día vienen.
Con sus clientes, el maestro sastre también debe ser un asesor de imagen. Por
ello, Sillerico aconseja usar los colores que nunca pasan de moda: el azul, el
negro y el gris oscuro. En realidad indicó que lo único que cambia son las
solapas y los entallados.
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Por: Soledad Mena, tomado de: Urgentebo.com
Con traje azul oscuro impecable, camisa blanca y corbata guinda, así viste
Manuel Sillerico, el maestro sastre y el más requerido por mandatarios,
banqueros y personalidades reconocidas a nivel internacional. Con una
experiencia de 67 años en la costura, ahora es formador de generaciones.
“Tengo la satisfacción de haber servido a personas que han sido parte de la
historia”, dijo en entrevista con el semanario El Compadre el sastre de 80 años
que empezó aprender su oficio en distintos talleres de costura desde sus 13
años.
La calidad del acabado de sus trajes le llevó al éxito y le dio fama. Su más
grande satisfacción es haber vestido a mandatarios del exterior e incluso al
Papa Juan Pablo II que llegaron hasta su taller para solicitarle un traje.
“Hice trajes para el presidente de Venezuela, Andrés Pares, al de Brasil, Luiz
Ignácio Lula da Silva, hice abrigos para el Papa nos han venido a visitar, les
he tomado medida acá. Han pasado personajes tan importantes”, destaca.
Diferentes autoridades de gobierno y varios expresidentes del país pasaron por
su taller. Recuerda que los exmandatarios eran exigentes en su manera de
vestir, en particular Víctor Paz Estensoro y Hugo Banzer, “los que fueron a
misiones importantes fueron amigos vestidos por la sastrería Sillerico”, dijo.
Sillerico acostumbraba llevar a sus hijos a palacio para que conozcan de su
oficio. Ya en el interior de palacio fluía la confianza entre el sastre y las
autoridades, en la toma las medidas el trato era de amigos, no había
jerarquías.
“Nos llevó a las pruebas. Tengo el gusto de haber conocido a Víctor Paz
Estensoro en sus ensayos, se trataban de tú a tú, era una armonía única entre
maestro y cliente. Mi padre nos decía que la experiencia era única y que una
sola ves íbamos a vivir aquello”, remarcó Bernarda Sillerico, su hija que ahora
dirige la empresa por tradición.
Sillerico no solo viste a autoridades, sino también es un experto en asesorar
siguiendo normas en la vestimenta para mandatarios del estado, “el maestro
sastre tiene que estar suficientemente instruido para asesorar a las personas
la manera que estén vestidos adecuadamente para diferentes ocasiones”,
manifestó.
Empezó su oficio a sus 13 años en distintos talleres. Inauguró su primera
sastrería tras haber prestado su servicio militar. Tuvo maestros extranjeros
europeos (Catalanes). Desde ahí las telas, agujas e hilos forman parte de su
vida, se convirtieron en su esencia.
Recorrió casi todo el mundo con la sastrería. En 1970 representó por primera
vez a Bolivia en un congreso mundial de sastres en Madrid España.
Se especializó en la alta costura en Barcelona, ello le dio paso a representar
al país llevando la moda de la bayeta nivel internacional junto a sastres como
Sirilo Villalobos y Poli Peñaranda.
“La meta es que la sociedad aprecie que un traje es importante y debe estar
bien hecho por un buen maestro sastre, es el complemento de la personalidad de
una persona”, aconseja.
Fundo una Academia, aunque todavía no tiene una infraestructura, pero usa
taller como espacio de enseñanza, donde comparte sus conocimientos con las
futuras generaciones que lo buscan para aprender del maestro.
Es una Academia que ha generado una gran repercusión e interés en el mundo de
la costura.
“Actualmente sigo enseñando a las generaciones, he formado muchas personas como
maestros, sastres para que puedan desenvolverse como sastres fuera de nuestras
frontera. Nosotros los bolivianos somos muy requeridos en Italia y otros paises
de Europa”, destacó Sillerico.
Foto- postal / Confección de ropa por sastres bolivianos - principios de siglo XX.
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de Bolivia.
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