Por E. Jorge Abastoflor Frey
El Intendente realista de La Paz, Juan Ramírez de Orozco,
había movilizado 800 hombres, al mando de Fermín de Piérola para contener el
alzamiento de Oruro.
Desde Cochabamba, al mando de Esteban Arze, los patriotas
también se movilizaron para sostener la revolución de Oruro. Ambas fuerzas se
reunieron en un solo Ejército, que llegó a sumar cerca de 2.000 hombres. El
Ejército Patriota y el Ejército Realista tomaron contacto en las pampas de
Aruhuma, produciéndose la Batalla de Aruhuma el 14 de noviembre de 1810, mejor
conocida como Batalla de Aroma, con resultado favorable para las armas de la
Patria.
La batalla de Aroma marca el nacimiento del Primer Ejército
Patriota de Charcas, que es el antecedente del Ejército boliviano. En el orden
de batalla se podían distinguir claramente la infantería, la caballería y
también la artillería, puesto que los patriotas contaban con cañones de estaño.
Su importancia histórica radica en que es la primera vez que combatieron, por
la causa de la Patria, tropas de varias regiones del país que luego sería
Bolivia.
Desde entonces ha sucedido una historia de 208 años como no
la ha tenido ningún ejército en el continente.
Hubo un tiempo en que un ejército argentino acampó en Entre
Ríos de Tarija, que otro ejército peruano se posesionó de La Paz al mando de
Gamarra, que una fuerza brasileña llegó hasta San Javier de Chiquitos, o que
separatistas acreanos estaban a sólo unas horas de tomar Riberalta.
Todos aquellos agresores fueron vencidos y expulsados por
las armas bolivianas.
También hubo un tiempo en que los estandartes de Bolivia
marcharon triunfantes desde las nacientes del Amazonas hasta la desembocadura
del Pilcomayo, y desde el Océano Pacífico hasta el Alto Paraguay.
No hubo enemigo que no se pudiese vencer.
Y todo ello comenzó en un campo de batalla donde no había
certezas para la nación que la guerra estaba dando a luz, pero en el que se
respiraba un tenue Aroma de Libertad.
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Imagen al pie via http://www.lostiempos.com
Me ayudaste muchísimo con una tarea, grandeee!
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