LOS GRANDES MINEROS DE BOLIVIA NO MANDARON A SUS TRABAJADORES A LA GUERRA


Por: Jorge Hernán Quispe. / Artículo tomado de: medium.com/@jorgeaitipiri/en-1933-los-barones-del-esta%C3%B1o-de-bolivia-no-enviaron-mineros-a-la-guerra-del-chaco-7b44cd6917d1

Bolivia transitaba su segundo año en la Guerra del Chaco y en 1933, los Barones del Estaño Simón Iturri Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo lograron que el entonces presidente Daniel Salamanca emita un Decreto Supremo para declarar a sus mineros Reservistas en Comisión.
El historiador y jefe de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional en La Paz, Luis Oporto, con los archivos administrativos de 1933, 1934 y 1935 en mano revela que los grandes empresarios Simón I. Patiño, Mauricio Hoschild y Carlos Víctor Aramayo garantizaron así que el grueso de sus miles de mineros no acudan a las candentes arenas del chaco, donde centenares de bolivianos morían defendiendo la patria ante los guaraníes.
El Decreto Supremo es del 25 de septiembre de 1933. “Los mineros plantearon al Gobierno la necesidad de mantener la mano de obra en las minas y por eso emitió este decreto supremo, en el que declara a los trabajadores mineros como Reservistas en Comisión, una figura legal bastante curiosa”, explica el académico.
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El historiador militar y general en retiro, Edwin de la Fuente corrobora la información. “Esa fue la gran traición de los Barones del Estaño a la patria, sus minas siguieron trabajando a full, ellos no perdieron nada y como manejaban al Gobierno, que eran sus títeres, sacaban estos decretos para favorecerse”.
¿Pero de cuántos mineros estamos hablando? Oporto refiere que solo la planilla de trabajadores de Patiño tenía “cerca de 3.000 trabajadores en sus minas”. Mientras que Hoschild empleaba únicamente en la pequeña mina de Huanchaca al menos unos 400 mineros. Aramayo tenía cerca de un millar de mineros.
Se calcula que aproximadamente unos 5.000 mineros, que trabajaban para los grandes mineros, no acudieron a la Guerra del Chaco por ser considerados Reservistas en Comisión. Esta instrucción era para las personas que ya habían prestado su servicio militar y no para los jóvenes.
El 6 de octubre del 33, un mes después del Decreto Supremo del 25 de septiembre y ante la falta de voluntarios para ir al Chaco, 300 cadetes de entre 15 y 18 años del Colegio Militar, conocidos después como el grupo Tres pasos al frente, no dudaron en ir al campo de batalla.
No fueron los únicos que no fueron a la guerra. “En las ciudades ciertos sectores, estaban protegidos como los empleados públicos, médicos, químicos, farmacéuticos, ingenieros, contadores generales y técnicos en las empresas mineras”, relata Oporto.
Cerca de 50.000 bolivianos murieron en la Guerra del Chaco, donde al final, Paraguay no pudo arrebatar los grandes pozos petrolíferos que hoy son el puntal de Bolivia.
CESE. El viernes 14 de junio de 1935 se declaró el Cese de Hostilidades entre Bolivia y Paraguay. Ese día, dejaron tronar los cañones. Una comisión de neutrales puso fin al conflicto bélico que desangró a los dos países más pobres de Sudamérica durante más de tres años en el inhóspito chaco.
“Ese es un tema pendiente de estudio, pero es evidente que Argentina (mediador) mostró más inclinación a Paraguay que a Bolivia”, opina Oporto.
En el país, las manifestaciones de júbilo se expresaron en repicar de campanas en iglesias, misas para los caídos en la guerra, decenas de avisos de recuerdo a los soldados en las páginas de los periódicos y discursos del entonces presidente José Luis Tejada Sorzano.

En el mundo, la carrera armentista en Europa había comenzado. Alemania, que organizaba los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, reclutaba paralelamente a miles de voluntarios para su ejército, mientras que Italia intimidaba a Etiopía. En esos días, también Adolfo Hitler sufrió un atentado del cual salió ileso. Desde Europa, las agencias de noticias enviaron una nota con el siguiente título: “Todas las naciones del mundo invirtieron cuatro mil 900 millones de dólares oro en armamento en 1934”.
Y en Asia, China estaba preocupada por los aprestos belicistas del imperio japonés. En esa carrera, Bolivia era el gran mercado del estaño en el mundo, n recurso preciado para la fabricación de armamento en el planeta.
En cultura, las salas cinematográficas de La Paz se alistaban a vivir el estreno de la megaproducción de King Kong y unos días, después el 24 de junio moriría en un accidente aéreo el cantante argentino Carlos Gardel.


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