MISIÓN HISTORICA: PATRULLERO PR-51 “SANTA CRUZ DE LA SIERRA”

 



(Por V.Almte. Ernesto Roca Gonzales)


Un día como hoy, hace 35 años, el año 1985, el Comando General Naval con la autorización del Gobierno de entonces, emitió las directivas y ordenes respectivas para que una tripulación de Marinos bolivianos viaje a los EE. UU. de Norteamérica, para trasladar navegando, desde New Orleans - Luisiana hasta Puerto Suarez -

Bolivia, la primera Patrullera Rápida de nuestra Armada, unidad militar artillada adquirida y equipada con los mejores cánones de 

construcción naval y de navegación de la época. La botadura y afirmación del pabellón se realizó en el Astillero de Dulac - Houma próximo a New Orleans, el 24 de Abril de ese año conmemorando el 22º Aniversario de nuestra Armada. Esa hermosa Patrullera fue matriculada como PR-51 “Santa Cruz de la Sierra” que significaba que era la Patrullera Rápida Nº 1 del Quinto Distrito Naval y se la denomino así, en homenaje a la capital del Departamento donde hasta hoy, sirve y custodia las aguas de la Patria.


El periódico Bayou/State de Houma en su edición del 25 de Abril de 1985, publicaba la ceremonia de afirmación del pabellón y bendición de la Patrullera con una misa de Acción de Gracias, llevada a cabo el día anterior, celebrando el 22º Aniversario de la Armada Boliviana.


El contexto histórico nacional en aquel momento, era muy complejo, se vivía la transición entre el Gobierno de la UDP de Siles Suazo con una hiperinflación nunca antes vista y del MNR de Paz Estenssoro, que poco después emitiría el DS 21060 para salir de la crisis económica y política de aquel momento, es decir, que no habían recursos financieros para la operación, pero allí estaba la oportunidad y la decisión del Mando Naval, para ejecutar la operación de traslado de la Patrullera desde EE.UU. a Puerto Suarez - Bolivia.


El año 1984 se restablecían las relaciones militares con las FF.AA. Norteamericanas (rotas en el gobierno del Gral. García Meza), con el retorno del Grupo Militar, que volvió con el ofrecimiento de una ayuda militar de 3 millones de dólares para equipamiento de las FF.AA. en su conjunto. En dicha oportunidad el Jefe del Estado Mayor de la Armada, el Almte. Douglas Estremadoiro García inicio gestiones con el Embajador de EE.UU. para utilizar el tercio de ese presupuesto, que justo serviría para la compra de una Patrullera Fluvial cuyo perfil y diseño ya estaba listo en el Departamento III Operaciones, la prontitud de respuesta de la Armada, sumado a una brillante exposición de las motivaciones estratégicas, obtuvo la aprobación de ese presupuesto.

En sus memorias el Almte. Estremadoiro relata que quedó, entre sorprendido y molesto, cuando el Jefe del Grupo Militar le indicó que 

la Lancha seria trasladada por partes y ensamblada en Bolivia; él había sido el primer Comandante del Buque Libertador Bolívar, 

cuando la Armada demostró tener los pantalones largos y conocía personalmente la capacidad del Personal Naval boliviano, para 

navegar esa Lancha desde EE.UU. hasta Bolivia, así que expreso la voluntad y decisión institucional para que la Lancha Patrullera sea

trasladada navegando, con tripulación naval propia y demostrando esencialmente que Bolivia tenía una salida al mar.


A finales de ese mismo año, el Jefe de Estado Mayor de la Armada visitaba el Astillero “Hope Constructors Inc.” en el delta del rio Misisipi, en la localidad de Dulac – Houma próxima, a la ciudad de New Orleans, junto a personeros de la contratista NAPCO, donde la Patrullera ya estaba en construcción; definiéndose aspectos de equipamiento electrónico de navegación y comunicaciones, el armamento a ser instalado y un stock de repuestos por al menos un año de operación. Ya no había marcha atrás y ahora había que presupuestar la operación en uno de los momentos de mayor crisis económica que sufrió nuestro País. Se nombró como Comandante, al entonces T.N. Marco Antonio 

Justiniano Escalante y se le dio la misión de organizar su tripulación y planificar la navegación, para ello se analizó el equipamiento de navegación (radar marino de 40 millas de alcance máximo, equipos de Comunicaciones VHF estándar y BLU con frecuencias fijas y un compás magnético) que junto a las características marineras, la autonomía de la Unidad y la gran responsabilidad de la misión, requerían un plan de navegación seguro, minucioso y detallado, con singladuras de no más de 72 horas; esto llevo a tomar la primera decisión, ¿se haría navegación de cabotaje o navegación de altura?, la primera opción si bien más segura, implicaba casi cuadriplicar el costo operativo y logístico, que por las circunstancias económicas era imposible, se decidió -entonces - efectuar navegación de altura.

El Plan de Navegación estableció la visita a los puertos de Isla Cozumel (México), Isla San Andrés (Colombia), Puerto Colon (Panamá), Puerto Cabello y Puerto Hierro (Venezuela), Cayena (Guayana Francesa), Belén do Para, Fortaleza, Salvador de Bahía, Rio de Janeiro, Rio Grande del Sur (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Puerto Zona Franca en Rosario, Puerto Barranqueras y Puerto Pilcomayo (Argentina), Asunción (Paraguay), Puerto Busch (Bolivia), Puerto Ladario (Brasil) y finalmente Puerro Suarez.


El Mando Naval inicio las gestiones ante Cancillería, para que las Embajadas en los países en los que no habían Agregados Militares y a las Agregadurías Militares efectúen los respectivos tramites de “paso Inocente” de buques de guerra, establecido en la Convención del Mar. Todos los países visitados, prestaron la máxima cooperación en sus Bases Navales, donde se cumplieron todas las normas establecidas en el Ceremonial Naval en visitas en el extranjero. Se zarpo del Puerto de Dulac – Houma el 07 de Mayo y se fondeo en la Bahía de Puerto Suarez el 29 de Agosto, habiéndose navegado 7.690 millas náuticas de mar y 2.785 Kms en la hidrovia Paraguay –Paraná, haciendo un total de 9.500 millas náuticas, 33 días de navegación y 4 meses en toda la operación.


Cumpliendo el ceremonial naval y en presencia del Vice-Presidente de Bolivia, parte del Gabinete de Ministros y el Alto Mando Militar, 

pero especialmente en presencia del pueblo de Puerto Suarez, el 29 de Agosto de 1985, fondeaba en la Bahía de Puerto Suarez, el primer buque militar que surcando aguas internacionales, enlazó el Océano Atlántico, sin obstáculos y en forma continua con nuestro 

suelo patrio, en el centro mismo del Sub -Continente. Nuestro reconocimiento a ese hecho histórico que demostró una vez 

más la impronta de la Armada para proyectarse al mar, que en las peores condiciones económicas, aprovechó adecuadamente la 

oportunidad de incorporar este medio naval moderno a la defensa de un espacio geopolítico muy importante pero poco aprovechado en aquel momento.


Había transcurrido casi un siglo, cuando en los años 1884 y 1885 Miguel Suarez Arana contaba ya con una importante flota fluvial y fundaba Puerto Pacheco que al poco tiempo de producirse el cambio de Gobierno, se le ordenaría desmantelar su Puerto, lo que obligo a este visionario cruceño a deshacerse también de su flota, había perdido a su principal amigo y aliado en esta causa, el Presidente Gregorio Pacheco quien entrego el Gobierno Nacional a Aniceto Arce. Cuanta falta nos haría el no contar con el dominio del rio y por lo menos algún puerto en el rio Paraguay durante la Guerra del Chaco, cincuenta años después.


El reconocimiento especial a esa Primera Tripulación de la PR-51 “Santa Cruz de la Sierra” que demostró en todo momento capacidad 

profesional, disciplina y sobre todo, cumplir con sobriedad y austeridad la Misión encomendada “BRAVO ZULU”.



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