El 27 de marzo de 1865, se aproximaba a La Paz y hallábase en El Alto, cuando se presentó un militar, Vicente Cortez, el mismo a quien él había confiado el mando de la columna de aquella ciudad, al salir para Oruro, y la que, pocos días después, había proclamado al general Belzu.
Inmutóse Melgarejo al ver a Cortez; éste se acercó a él suplicante, y el general lleno de cólera de dijo: -Usted tiene la culpa de lo que ha sucedido en La Paz con la columna, y ahora me la va a pagar.
Y como tratase de descargar su revólver sobre el infeliz Cortez, que con una mano se agarró de la pierna del general Melgarejo y con la otra de la brida de su caballo, y el secretario general Muñoz, siempre humanitario y bondadoso,tratara de impedir que el presidente cometiera un asesinato, éste echó pie a tierra, furioso y dijo:
- ¡A ver , cuatro rifleros! tírenle ahí; caballo y todo.
No bien terminó la frase, cuando cuatro esbirros se precipitaron sobre Cortez y lo atravesaron a balazos, acabandole de matar golpes con las culatas homicidas de sus rifles.
Extracto de El general Melgarejo - Dichos y hechos de este hombre célebre, de: Tomas O'Connor D'Arlach. // Foto: Melgarejo.
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