Por: Ivone Juárez / Pagina Siete, 4 de febrero de 2021.
El 15 de agosto 1925, en las instalaciones erigidas por
Gustave Eiffel se tendieron mesas para 5.000 invitados que no pudieron dar fin
a la gran cantidad de la exquisita comida que se elaboró. El banquete
impresionó a propios y extraños.
En 1925 Bolivia cumplía 100 años de su creación como república,
la fiesta era nacional y había que celebrarla a ese nivel por todo lo que
representaba para los bolivianos; eso lo tenía bien claro el presidente de
entonces, Juan Bautista Saavedra, quien encabezó gran parte de los actos
programados. Las actividades eran innumerables y tuvieron como escenario
principal la ciudad de La Paz, sede de Gobierno desde inicios de 1900.
Uno de esos actos fue el gran banquete que el presidente
Saavedra ofreció el 15 de agosto en la Terminal de Buses de La Paz, entonces
estación del ferrocarril de Guaqui, que había sido construida 12 años antes,
nada menos que por el padre de la Torre Eiffel de Francia, el arquitecto
Gustave Eiffel.
En el interior de la construcción se instalaron cuatro
hileras de mesas cubiertas con fina mantelería y adornadas con una vajilla de
igual cualidad, y en la que se sirvieron los platos más caros y sofisticados
para al menos 5.000 invitados, entre los que destacaban personeros
diplomáticos, autoridades de los poderes del Estado y otras grandes personalidades
del país.
“El presidente Saavedra estaba empeñado en que los festejos
del Centenario de la República tuvieran una repercusión internacional”, señala
el historiador Carlos Gerl, director de la revista digital Leyendario.
Y Saavedra lo consiguió porque entre los invitados al gran
banquete estaba Jorge Mac Lean y Estenos, adjunto civil de la Embajada de Perú,
que en su país publicó la crónica del evento, que se realizó después de un acto
oficial en el Palacio de Gobierno.
“A las diez de la noche se sirvió en el gran comedor de gala
el regio banquete, encontrándose la mesa y los diversos compartimientos del
comedor con un gran derroche de gusto artístico”, escribió el diplomático
peruano, según el libro El banquete, de Antonio Paredes Candia.
“El banquete transcurrió en medio de las más grandes
animaciones. A la hora de los postres ofreció la manifestación el presidente
Saavedra en términos muy corteses para los representantes que habían sido
enviados por las naciones hermanas y que en esos momentos se hallaban
presentes”, describió Jorge Mac Lean.
Pero la cena no fue sólo un derroche de buen gusto y
elegancia, sino de comida, porque se elaboró tal cantidad de platos, postres y
otras exquisiteces a los que los miles de invitados no pudieron dar fin. “La
comida que sobró podía alimentar a 400 personas durante una semana”, cuenta
Carlos Gerl.
El banquete siguió a la inauguración de la Exposición
Industrial Internacional que se realizó en la terminal, donde países como
Chile, Perú y Argentina montaron sus pabellones. La feria también fue
aprovechada por las autoridades bolivianas para mostrar Bolivia.
“En el pabellón de Bolivia se montó una sala de arte
boliviano, productos de manufactura nacional y una exposición de actos
incaicos”, añade Gerl.
Y estos actos fueron sólo parte de la celebración del
cumpleaños número 100 de Bolivia, porque los acontecimientos sociales se
prolongaron por casi un mes, entre bailes y funciones teatrales de gala, y,
sobre todo, con grandes banquetes, pero seguro ninguno como aquel que se
celebró en la actual Terminal de Buses, recién remozada por el Gobierno
Autónomo Municipal de La Paz. Estrenó un segundo piso donde se instaló un patio
de comidas.
El alcalde Luis Revilla la presentó el martes a los paceños
para que nos sigamos deslumbrando con su belleza y las historias que guarda
entre sus altas paredes.
¿SABÍAN QUE? EN EL CENTENARIO DE BOLIVIA, LA TERMINAL DE BUSES DE LA PAZ FUE ESCENARIO DE UN BANQUETE PARA MILES DE...
Publicada por Historias de Bolivia en Miércoles, 3 de marzo de 2021
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