Pareja de indios andinos de Bolivia. |
Por: Juan José Toro.
Se llamaba Manuela del Risco y Agorreta y, aunque le tocó
vivir un calvario cuando su marido fue detenido y enviado preso a Buenos Aires,
pasó a la historia por un hecho que jamás imaginó en su vida: la ropa que luce
en un cuadro.
La pintura, que hoy puede apreciarse en la sala virreinal de
la Casa de la Libertad, muestra a una pareja del siglo XVIII. El varón viste la
sobria toga negra de los oidores mientras que la mujer luce un jubón de manga
corta, con pliegues y encajes que recuerdan las blusas que usan las mujeres del
occidente de Bolivia. El vestido que usa en la parte inferior no puede llamarse
falda, porque ese nombre todavía no existía en esa época. Se trata de una saya;
es decir, una pieza de vestido largo y cerrado, que cubría de la cintura a los
pies y, en efecto, es el antecedente de las actuales faldas.
Pero la saya que doña Manuela luce en el cuadro no llega
hasta los pies sino a media pierna y, además, tiene pliegues. Cualquiera que
vea el cuadro dirá que la tal saya parece más bien una pollera… y tendrá razón.
Según decía el recordado Joaquín Gantier, la indumentaria
que luce Del Risco en el cuadro se llamaba “chula”, procedía de España, como
casi todo lo que trajeron los conquistadores, y es el antecedente de la ropa
que usan las cholas bolivianas.
Doña Manuela nació en La Plata, hoy Sucre, y su marido, Juan
Joseph de Segovia Liendo, tenía como sede de sus funciones a la Real Audiencia
y Cancillería de los Charcas. Eso significa que la vestimenta de chola tuvo su
origen en Sucre.
UN SIGLO ANTES
La fecha de nacimiento de Manuela es 21 de julio de 1750 y
su fallecimiento está registrado en 1819. Su esposo, el oidor Segovia, nació en
Tacna el 10 de agosto de 1729 y murió en 1809, poco antes del alzamiento de
Chuquisaca, en mayo de ese año. La pareja, entonces, pertenece al siglo XVIII
pero el antecedente de la palabra chola, y su masculino cholo, es más antiguo,
pues se remonta a 1608.
Fue otro potosino, Gunnar Mendoza, quien encontró el
adjetivo en un voluminoso expediente de un juicio que se sustanció en La Plata,
en el año referido, entre doña Isabel Salazar y Gaspar de Morales por una
propiedad en Palca, en la jurisdicción de Arque, hoy Departamento de
Cochabamba.
Como en todo proceso, en este fueron ofrecidos testigos y, a
la hora de tacharlos, fueron observados dos por considerar que eran cholos.
Es ilustrativo este extracto que Mendoza hizo del
expediente, en la parte que se justificaba las tachas:
“Juan Márquez es muy público que es cholo, y en tal posesión
de cholo se tiene él mismo. Es hijo de Sebastián Márquez, mestizo, y de una
india. Es de poco más calidad que indio. No habla bien la lengua de Castilla,
motivo por el cual hacen todos muchas burlas de él; es casado con una india y
de bajas costumbres, y le han visto de ordinario tratar y comer con los
indios”.
Se trata, según apuntaba el fallecido custodio del Archivo y
Biblioteca Nacionales de Bolivia, del antecedente documental del cholo como un
grupo social claramente identificado que una sociedad que, por entonces, siglo
XVII, era extremadamente racista y prejuicioso.
Y el cholo es el mestizo; es decir, el resultado de la
mezcla cultural y biológica entre el conquistador español, llegado allende los
mares, y el indio de nuestro continente.
Mendoza lo resumió así: “La entrada de los españoles hacia
Chuquisaca en 1538-150 significó además el establecimiento de núcleos de
colonización en las áreas donde posteriormente se fundaron La Paz, Cochabamba
y, sobre todo, Potosí, que a partir de 1545 confirió al mestizaje
indio-europeo-africano impulso impetuoso y diversificado, extendiéndose luego a
Santa Cruz, Tarija y la totalidad del territorio en que progresaba la conquista
y el coloniaje”.
UN SIGLO DESPUÉS
Si el cholo ya era un tipo social en el siglo XVII, tiene
sentido el planteamiento de Gantier que señala que la mujer de ese grupo, la
chola, se sintió fascinada cuando vio a criollas, y sobre todo a españolas,
lucir una vestimenta que se llamaba chula así que empezaron a usarlas ellas
también.
Actualmente, chula es el adjetivo de quien habla y obra con
chulería; es decir, con cierto aire y gracia en las palabras o ademanes.
También se dice chulo o chula a algo o alguien lindo, bonito o gracioso. Pero…
¿tenía el mismo significado en el siglo XVIII? En un twitter, la Academia
Salvadoreña de la Historia afirma que “a inicios del siglo XVIII, en España, se
llamaba ‘chula’ a la “mozuela de mal vivir, desahogada y pícara”. Esto último
coincide con los prejuicios que existían respecto a los mestizos en el siglo
XVII, según el documento encontrado por Mendoza.
Hacia 1841 adelante, en la época de Melchor María Mercado,
la chola ya era un tipo social bien definido que aparece en varias de las
láminas del álbum de este pintor chuquisaqueño. Unas veces aparece como chola y
en otras está su contraparte masculina, y ambos con el rótulo de “mestizos”. En
otra lámina, correspondiente a Cochabamba, aparecen “cholos y mestizos”.
Dos detalles llaman la atención de las láminas de Mercado.
El traje particularmente precioso de una mujer señalada como mestiza, en una
lámina de Potosí, y que se parece bastante al que luce doña Manuela del Risco
en el cuadro del siglo XVIII, y una persona, en la página 108 que aparece como
“cholita de segunda”, lo que hace pensar que debieron existir las “cholitas de
primera”.
EUROPA Y ASIA
Manteniendo el error de confundir Colón con colonización,
integrantes de la organización Mujeres Creando marcharon el 12 de octubre en La
Paz, luego de haber cometido vandalismo en las estatuas del almirante y de la
reina Isabel la Católica.
A la reina la vistieron de chola y pintarrajearon su
pedestal con el rótulo de “plaza chola globalizada”.
Ese acto, que pretendía cargarse de simbolismo, es una
muestra de prejuicio que parece desconocer el origen de la chola que es,
indudablemente, el ejemplo más patente del mestizaje indoeuropeo.
Además, investigadores como Iván Gutiérrez le dijeron a Ecos
que la pollera ni siquiera se origina en España puesto que la saya es
austriaca.
Estos son los apuntes publicados el 20 de mayo de 2018 con
la firma de Evelyn Campos:
“A decir de Gutiérrez, el mantón procedía de la lejana
ciudad de Cantón, China, de donde pasó a Manila, capital de las islas
Filipinas, y de allí a los puertos de Nueva España (El galeón de Manila
enlazaba Acapulco con Manila una vez al año).
“Así, el producto llegaba a México, Guatemala, Perú,
Bolivia, Baja California, Boston y Filadelfia, donde también fueron demandados
a fines del siglo XVIII.
Los mantones de Manila eran de seda y bordados con ese mismo
material de uno o varios colores. Posteriormente, algunos se bordarían en
Oaxaca (México) y en España (primero en Sevilla y más tarde en otros lugares de
Andalucía y el resto de ese país”.
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PERFIL
Nombre: Manuela del Risco Agorreta.
Nacimiento: La Plata, Chuquisaca, Bolivia.
Padres: Francisco Antonio de Moya y Palacios y Juana María
del Risco y Agorreta.
Esposo: Juan Joseph de Segovia Liendo, Oidor de la Audiencia
de Charcas.
Hijos: Pablo Manuel Segovia del Risco y Agorreta ; Manuela
Segovia del Risco y Agorreta ; Manuela de Segovia del Risco.
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EXPERIENCIA PERSONAL
En julio de 1982, cuando viajé por primera vez a Sucre,
acompañando a mi madre, conocí la Casa de La Libertad y tuve la suerte de que
quien nos guiara en esa visita sea nada menos que don Joaquín Gantier.
Enamorado eterno de Juana, la guerrillera, nos mostró las
urnas donde están sus restos y los de su esposo Ascencio Padilla.
Y también nos presentó con inocultable orgullo, el óleo que
Eduardo Saenz García había donado a la Casa de la Libertad en julio de ese año.
Se trataba del oidor Juan Joseph de Segovia, el primer
criollo en asumir el rectorado de la Universidad San Francisco Xavier y contra
quien se armó una confabulación para detenerlo y enviarle preso a Buenos Aires.
Es una figura histórica poco conocida pero con una historia
tan apasionante que solo puede compararse con la del Conde de Montecristo.
Pero el famoso no es él sino ella, su esposa, doña Manuela
del Risco Agorreta, por el vestido de chula que luce y que, según Joaquín
Gantier, es el origen de la vestimenta de la chola boliviana.
EL TRAJE DE CHOLA TIENE ORIGEN EUROPEO Por: Juan José Toro. Se llamaba Manuela del Risco y Agorreta y, aunque le tocó...
Publicada por Historias de Bolivia en Domingo, 11 de abril de 2021
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