SABIA USTED???
“La gravedad de la situación era culminante: el ejército
paraguayo pisaba el borde de un abismo sin fondo".
"Es hora ya de que todo el pueblo paraguayo conozca la
verdad y se deje de especular sobre la falsa noción de que estábamos en plena
victoria cuando se firmó el acuerdo".
—ANGEL F. RIOS LA DEFENSA DEL CHACO VERDADES Y MENTIRAS DE
UNA VICTORIA— (Autor y libro paraguayo).
El Gral. boliviano Oscar Moscoso realizaba el siguiente
análisis en relación al conflicto y como se encontraba el ejercito en el año
1935:
— El gobierno del Presidente Tejada Sorzano decretó la
movilización general; llegaban así nuevos contingentes de reservistas de edad
madura. Se podía también llamar a las armas a jóvenes de 17 y 18 años, muchos
voluntarios de esa edad y menores mostraron energía y coraje en el combate
logrando ascensos meritorios. Debía también reemplazarse en los servicios de
retaguardia a centenares de reservistas para ser llevados a unidades
combatientes. Con estas y otras medidas la superioridad numérica que ya alcanzó
el Ejército boliviano en ese año de 1935, se habría acrecentado en unos 20.000
combatientes dentro de los próximos meses.
— En el Ejército paraguayo los efectivos se reducían cada
vez más. Por el Estado Mayor argentino se sabe que en los combates victoriosos
que sostuvieron en noviembre y diciembre de 1934 las unidades paraguayas habían
perdido el 15% de sus efectivos. Frente a Villa Montes, Ñancaroinza y Ururigua
las pérdidas han debido ser de la misma o de mayor proporción. Estaban ya
enrolados en las fuerzas adversarias niños de 14 y de 15 años. Se retiró de los
servicios de retaguardia gran número de soldados que fueron a reforzar a las
unidades combatientes, siendo reemplazados por mujeres.
— En cuanto a materiales de guerra puede afirmarse que los
que se empleaban en la defensa de Villa Montes eran repuestos al día, mediante
las columnas de camiones que diariamente llegaban allí. Los almacenes de Etapas
seguían repletos. La línea de Etapas que desde Sucre alimentaba a Camiri, Cuevo
y Charagua estaba en pleno funcionamiento y por allí llegaban tropas y
materiales en cantidades crecientes. Se completaba el aprovisionamiento de
ciertos materiales mediante el servicio aéreo de Villa Montes a Cuevo.
— En el Ejército paraguayo se veía claramente la falta de
materiales, especialmente munición de artillería. Ahora sus columnas de
camiones debían recorrer 800 kilómetros de los malos caminos del Chaco llevando
abastecimientos al combatiente. Las lluvias harían más difícil este penoso
recorrido.
— Bolivia había sostenido la guerra con los recursos
normales del país. No se recurrió a ningún empréstito extranjero. Paraguay estaba
al límite de sus recursos, no obstante de que recibía ayuda extranjera
consistente en dinero, armas, municiones y víveres.
— Después de la campaña se han conocido detalles reveladores
de la situación del Paraguay en cuanto a tropas y materiales. En el libro
"Salamanca’' de don David Alvéstegui, el capítulo titulado "La
situación militar nuestra y la del Paraguay” muestra que el adversario, que
había llegado al límite de sus recursos humanos, pedía angustiosamente
municiones de artillería al Gobierno argentino por intermedio del Ministro
señor Rivarola.
— Innumerables datos acerca de la situación económica y
moral del pueblo paraguayo registrados en dicho capítulo se basan en las
memorias del General Estigarribia, en directivas del Presidente Ayala, en
estudios que el Estado Mayor argentino enviaba al Comando paraguayo y en otras
fuentes.
— La cesación de fuego se consideró en la línea como
contraria a los intereses de Bolivia. Comandantes de todos los escalones en el
Sector Central que estaban preparando una nueva ofensiva con unidades sólidas y
bien pertrechadas, veían que el enemigo buscaba impresionar con éxitos más
aparentes que reales; captaban síntomas de descomposición y cansancio en las
filas paraguayas a través de Información dones de soldados que pasaban a
nuestras filas en número creciente. Esos comandantes nuestros y la tropa a sus
órdenes tenían el espíritu alto, estaban dispuestos a seguir la lucha y
contaban con abundantes medios. Estaban seguros de que pocos meses más de
esfuerzo y de sacrificio significarían alcanzar el éxito.
— En Bolivia la opinión pública orientada por escritores que
se han ocupado del asunto, considera en general, que la aceptación del
armisticio en junio de 1935 fue perjudicial a las fuerzas bolivianas en
campaña. Para llegar a esta conclusión, historiadores y analistas han estudiado
la documentación producida en el momento de la lucha; las fuerzas en presencia;
las reservas humanas y económicas de uno y otro lado; el espíritu del. pueblo y
de las fuerzas en lucha; las revelaciones de quienes tuvieron a su cargo la “conducción
de la guerra" ; las memorias de jefes y oficiales que actuaron en comandos
subalternos y en los servicios; y otras fuentes de consulta e información.
(RECUERDOS DE LA GUERRA DEL CHACO - Gral Oscar Moscoso, Tomo II).
(Material extraído del grupo de facebook "APRENDIENDO
DE LA GUERRA DEL CHACO")
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