Considerado como el período heroico, comienza con la fundación de la República en el año 1825 y termina con la caída del vencedor de Ingavi en 1848. Después de la victoria de Ayacucho, el mariscal Sucre se dirigió al Alto Perú al comando de tres divisiones colombianas para proseguir la campaña contra los restos de las tropas peninsulares que, a órdenes del general Pedro Olañeta, resistían en esta parte de la América. Con el triunfo obtenido en Tumusla el 2 de abril de 1825, concluye la campaña libertadora y las tropas colombianas son distribuidas en diferentes guarniciones hasta que, el 6 de agosto del mismo año, es fundada la República. El nuevo Estado necesita organizar un ejército propio para mantener su soberanía, y es entonces que el Libertador Bolívar comienza con esta labor creando el Colegio Militar mediante decreto de 13 de diciembre de 1825 para educar los primeros oficiales que debían formar ese ejército. Al siguiente año asume la presidencia el Mariscal Sucre y organiza el primer batallón de Infantería declarando cuerpo de línea, con el nombre de “Batallón 1º de Bolivia”, al histórico Batallón “Aguerridos”, formado por los legendarios guerrilleros que a órdenes del coronel José Miguel Lanza habían luchado durante quince años por abatir el poderío español. En la misma forma y con otros elementos de patriotas veteranos de la guerra emancipadora, organiza el ‘‘Batallón Nº 2”, así como un regimiento de Caballería y 1º de Artillería. Al retirarse el presidente Sucre de Bolivia, en agosto de 1828, el Ejército Nacional contaba ya con 2,300 infantes, 800 jinetes y 205 artilleros o sea un total de 3 generales, 19 jefes, 157 oficiales y 3,005 individuos de tropa. Para suplir la deficiencia de la oficialidad, Sucre llamó a las filas a todos aquellos militares que habían llegado con el ejército colombiano y que deseando establecerse en Bolivia quisieron continuar en la carrera de las armas. Igual cosa hizo con aquellos oficiales altoperuanos que lucharon durante la gesta libertaria. Además, Sucre, implantó escuelas para sargentos y cabos y dictó el Primer Estatuto Orgánico del Ejército; construyó cuarteles, compró armas, municiones y equipos, de tal suerte que la dotación del ejército se inició con ocho mil fusiles, diez cañones, cerca de un millón de proyectiles y un millar de caballos.. Empero, después de la primera invasión peruana de 1828, el pequeño ejército creado por el presidente Sucre había quedado reducido a unos pocos cuadros mal armados y peor organizados como consecuencia de las defecciones y motines estallados hasta 1829. Y es sobre estos restos que el general Santa Cruz reorganizó nuevamente la Fuerza Armada al asumir la presidencia de la República en mayo del referido año 1829. Después de un lustro de constante labor, Bolivia pudo contar nuevamente con un ejército de 2,600 hombres agrupados en cuatro batallones de infantería, dos regimientos de caballería y uno de artillería, ejército que después fué elevado a seis mil hombres para iniciar las campañas de la Confederación, en 1835. El Ejército de Bolivia brilló por su heroísmo haciendo tremolar triunfante el pabellón nacional en Yanacocha, en Uchumayo y en Socabaya primero, luego en Iruyay en Montenegro venciendo a los ejércitos coaligados del Perú, Chile y la Argentina, desde el Cuzco hasta las fronteras de Jujuy, conquistando glorias que le dieron fama en América. Después de la derrota de Yungay, el 20 de enero de 1839, debida no a la falta de valor de las tropas sino a la acción disociadora de muchos jefes bolivianos y peruanos y a la guerra civil estallada en Bolivia, el ejército había quedado reducido nuevamente a dos mil hombres agrupados en los batallones 5, 6 y 7 de infantería, así como a los “Carabineros”, “Legión Boliviana”, “Voltígeros” y “Rifles”, con más los regimientos de caballería “Coraceros” y “Guías”, y la artillería “Volante”. (HISTORIA del EJERCITO DE BOLIVIA 1825-1932 - Cnel. Julio Diaz Arguedas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario