LA BATALLA DE AROMA Y LOS MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS DE CHUQUISACA Y LA PAZ

Ejecución de Murillo 

 

Por: Ricardo Ávila Castellanos. / Este artículo fue publicado originalmente en Cántaro, del matutino tarijeño El País, el 30 de diciembre de 2018.

REVOLUCION DE COCHA BAMBA BATALLA DE AROMA.
Los movimientos revolucionarios de Chuquisaca y La Paz, repercutieron favorablemente produciéndose el 25 de mayo de 1810 la revolución en Buenos Aires donde fue depuesto el Virrey Liniers organizándose la Junta de Gobierno.
En Cochabamba también el pueblo secundó con su concurso el ideal revolucionario y el 14 de septiembre de 1810 fue depuesto el Gobernador Don Sebastián de Irigoyen, organizándose una Junta de Gobierno presidida por Don Francisco del Rivero y la constituían Don Estéban Arce y Don Melchor Guzmán Quitón, colaborando eficazmente el sacerdote Don Juan Bautista Oquendo.
Las autoridades patriotas, se preocuparon de organizar sus fuerzas militares cuyo efectivo alcanzó a .algo más de 800 hombres siendo la mayor parte de caballería; todos voluntarios, se armaron, equiparon y montaron con sus propios recursos emprendiendo la marcha con dirección a La Paz. A la aproximación de estas fuerzas, Oruro se sublevó acaudillado por el patriota Don Tomás Barrón, siendo también depuestas las autoridades reales. Oruro reforzó con más o menos 400 hombres a las fuerzas cochabambinas, continuando marcha sobre La Paz.
El Brigadier Goyeneche en conocimiento de estos alzamientos, resolvió someter al orden y al respeto a las autoridades españolas para lo que a órdenes del Coronel Piérola movilizó 800 hombres sobre Oruro y Cochabamba; estas tropas y el Comando eran veteranos guerreros bien armados y equipados.
Las tropas patriotas de Cochabamba y Oruro, eran formadas por criollos que tenían un armamento rudimentario consistente en macanas y lanzas improvisadas, largos y delgados palos en uno de cuyos extremos amarraron fuertemente grandes cuchillos, algunos fusiles completaban el armamento además, disponían de dos piezas de artillería.
El 14 de noviembre, fue avistado el ejército realista en las pampas de Aroma, en aquella época, cubiertas por espesos toholares; orillando la pampa por el Este, corren bajas colinas. Don Esteban Arce Comandante de las fuerzas patriotas dispuso el siguiente orden de combate: la infantería avanzó cubierta por los toholares de frente sobre el enemigo; 500 jinetes y las dos piezas de artillería por el Este, cubriéndose en las colinas y por el Oeste o izquierda el resto de la caballería a órdenes de su Jefe Don Melchor Guzmán Quitón; de manera que los patriotas lograron aproximarse a cubierto hasta una distancia próxima; el enemigo se vio ante una situación casi sorpresiva sin tiempo para desplegar sus tropas, sin embargo fue rechazada la infantería patriota la que rápidamente se reorganizó; lanzándose la caballería por ambos flancos y espaldas del contrario, que de un momento a otro se vio rodeado e imposibilitado de combatir, huyendo parte de las tropas realistas incluso el Jefe en dirección a Sicasica donde el pueblo causó numerosas bajas obligándolo a continuar su retirada hasta Calamarca. Más de la mitad del efectivo realista quedó muerto en el campo de batalla de Aroma, además los patriotas se armaron y equiparon mejor, numerosos caballos y los parques fueron capturados.
La batalla de Aroma fue 1a primera victoria de las fuerzas emancipadoras de América, acentuando definitivamente el espíritu de libertad e independencia. Don Esteban Arce había antes de la batalla arengado a sus compañeros diciéndoles: “Valerosos cochabambinos, ante vuestras macanas el enemigo tiembla. Viva la libertad!
Las fuerzas victoriosas de Aroma, sensiblemente no continuaron su marcha hacia La Paz, consideraron terminada su misión y retornaron a sus hogares: En todas partes la victoria de Aroma estimuló la confianza en el triunfo final, en Buenos Aires, centro de la inquietud libertaria, se festejó la victoria con grandes manifestaciones públicas de júbilo y la Junta de Gobierno manifestó: El Alto Perú será libre porque Cochabamba quiere que lo sea.

Levantamiento revolucionario de Santa Cruz, Potosí y Tarija- Batalla de Cotagaita -Batalla de Suipacha.
El 24 de septiembre de 1811 Santa Cruz, secundaba el ideal libertario dirigido por los patriotas Seoane, Salvatierra, Moldes y Lemoine que sublevaron a la guarnición realista apresando a su Jefe el Comandante Barrera el que fue remitido preso a Cochabamba; además, esta actitud, puso fin a las pretensiones portuguesas que deseaban incorporar el territorio cruceño a sus dominios- Posteriormente Antonio Landívar, Agente del Brigadier Goyeneche repuso a las autoridades realistas y mandó ejecutar a cerca de 60 patriotas; cuando cambió la situación, Landívar fue apresado y sentenciado a muerte siendo ejecutado.
El 10 de noviembre de 1810 como consecuencia de la victoriosa batalla de Suipacha, Potosí con una pequeña fuerza organizada por los patriotas: Costas, Quintana y Nogales, vencieron a las fuerzas de guarnición tomando preso al Gobernador de la ciudad Paula Sanz. Se organizó una Junta de Gobierno que reemplazó a las autoridades realistas.
Tarija, el 13 de julio de 1811, declaró solemnemente su solidaridad con la causa libertaria del Alto Perú organizándose un Gobierno local con el nombre de Junta Subalterna
Afianzada la revolución del 25 de mayo de 1810, la Junta de Gobierno de Buenos Aires, resolvió llevar sus armas a todas las provincias del Virreinato para cimentar la realidad libertaria. Para el efecto, envió una División de tropas a órdenes del General Antonio Balcarce produciendo verdadero alborozo el auxilio que venía desde La Plata. Estas fuerzas eran: 4 batallones de Infantería; 3 Escuadrones de Caballería y 2 piezas de Artillería.
El General Vicente Nieto, era el Presidente de la Real Audiencia de Charcas, que tenía como Jefe militar al General José de Córdova y para conjurar el peligro revolucionario se preparaban para la lucha disponiendo de las siguientes fuerzas: 3 batallones de Infantería, 2 Escuadrones de Caballería y 10 piezas de Artillería distribuidas entre las unidades de Infantería.
Córdova se encontraba en Tupiza y al saber de la aproximación del General Balcarce, se trasladó a Cotagaita. El General Nieto partió de Chuquisaca con 200 soldados en protección del General Córdova, llegó a Potosí y aumentó sus efectivos con las fuerzas de guarnición; además, extrajo de las arcas reales una fuerte suma de dinero.
El General Córdova en Cotagaita organizó su defensa ocupando posiciones favorables en espera de los patriotas; las posiciones de Córdova, obstruían y dominaban los caminos que conducían al interior; su retaguardia le aseguraba por una escabrosa serranía que tiene cuatro cerros que permiten el dominio de vista y donde emplazó su artillería. La defensa estaba constituida por cinco reductos, ligados por fosos y trincheras. Los dos reductos de la derecha guarnecían los batallones Borbón y Voluntarios del Rey. Dos reductos de la izquierda, asegurados por los batallones Provinciales de Potosí. El reducto del Centro estaba ocupado por los escuadrones: Dragones de Chichas y Lanceros de Cinti; la artillería fue concentrada en el reducto del centro; como seguridad de los flancos, empleó al batallón Puno, mitad a mitad.
El 27 de octubre de 1810 llegó el ejército argentino muy de madrugada a Cotagaita. El efectivo de ambos contendores era de aproximadamente de 2.000 hombres.
El General Balcarce ante las presencia de las posiciones enemigas, mandó un parlamentario al Jefe realista intimándole rendición que fue enérgicamente negada, en consecuencia Balcarce inició el ataque ante los reductos de la derecha y de frente, posicionando sus dos cañones en éste frente; no obstante el obstinado ataque, fue paralizado siendo después rechazado por la intervención directa de los batallones Veteranos de Borbón y Voluntarios del Rey. Contra el centro y la izquierda se empeñaron el batallón Blandengues, los Húsares de Güemes que tampoco consiguieron ningún éxito por la intervención de los batallones Provinciales de Potosí y el Batallón de Puno.
Después de cuatro horas de combate, las fuerzas patriotas se retiraron hacia Suipacha sin ser perseguidas. El ejército argentino sufrió muchas bajas entre muertos y heridos y algunos soldados que se pasaron .al frente realista.
Balcarce ocupó los cantones de Nazareno y Suipacha, donde recibió el refuerzo de 200 hombres, armas, pólvora, municiones y dos piezas de artillería, además, con los voluntarios del lugar reforzó sus efectivos resolviendo atacar nuevamente a Córdova.
Córdova abandonó Cotagaita, dejando en su lugar al General Nieto, trasladándose a Tupiza con 800 soldados y desde este punto dirigió una proclama a los patriotas instándoles a deponer las armas y presentarse ante él ofreciendo en cambio, premio en dinero por cada hombre, Oficial y fusil que le entregasen, o de otra manera amenazaba con el ataque y la persecución sin cuartel, todo esto no tuvo respuesta.
El 7 de noviembre de 1810 el General Córdova, abandonó Tupiza con sus 800 soldados y cuatro piezas de artillería resuelto a atacar a los patriotas. A las once de la mañana del 7 de noviembre se avistaron ambos ejércitos en las inmediaciones de Suipacha desplegando sus guerrillas. Córdova avanzó resueltamente ocupando posiciones a la derecha del enemigo; destacó una fuerza adelantada que se posicionó en las acequias de regadío desde donde rompió el fuego obligando a retroceder a las guerrillas patriotas. Nuevamente avanzan estas mismas guerrillas apoyadas por 200 hombres al mando del Comandante Dorrego; estando en esta situación la fuerza de Dorrego y las guerrillas comienzan a retirarse lentamente; Córdova que notó este movimiento, hizo tocar ataque lanzándose las tropas realistas fuera de sus posiciones. Balcarce que tenía la masa de sus fuerzas oculta en una hondonada y esperaba este momento, cayó sorpresivamente sobre el enemigo destrozándolo por completo.
Los realistas dejaron en el campo de batalla toda su artillería, parque, armas, equipaje y caja militar, con más de 40 muertos y 150 prisioneros. El General Córdova fue hecho prisionero, lo mismo que el General Nieto al que se le capturó cuando huía al saber el desastre de Córdova. Fueron trasladados a Potosí donde se dictó sentencia de fusilamiento por orden del Delegado de la Suprema Junta de Buenos Aires Doctor Juan José Castelli, la ejecución alcanzó a Corcova, Nieto y Paula Sanz.
Con este hecho de armas favorable, Balcarce con sus tropas pudo avanzar fácilmente hasta Potosí donde recibió los honores de gratitud del pueblo colmándole de obsequios y contribuciones, llegando incluso a aumentar sus efectivos con voluntarios; luego pasó el ejército argentino a Chuquisaca donde también fue objeto de grandes manifestaciones y refuerzo de hombres.

El Caudillo indio Mateo Pumakahua— Segunda sublevación de Cochabamba.— Batalla del Keñual — La acción heroica en la Coronilla de San Sebastián.
Los indígenas en La Paz, tratando de colaborar a los movimientos revolucionarios por la libertad, se sublevaron y sitiaron la ciudad desde .él 15 de agosto de 1811 efectuando constantes asaltos por el espacio de dos meses.
Los habitantes de la ciudad sufrían de medios y recursos de vida, agregándose la constante amenaza por el terrible sitio, el que fue roto por una fuerza realista de 1.000 hombres que vinieron desde el Bajo-Perú. Posteriormente una nueva fuerza de 2.500 hombres realistas derrotaron y persiguieron a los indígenas al mando del sanguinario Comandante lomberá Jefe de aquellas fuerzas. Los indios se retiraron sobre los Yungas reforzando los efectivos de los guerrilleros patriotas.
El Virrey Abascal que veía perderse el dominio español en el Alto-Perú, se valía de todos los medios para sostener la autoridad de la Corona de España y con el fin de exterminar a los habitantes, destruir poblaciones, incendiar los campos y sembrar el terror para amedrentar a los patriotas, organizó una fuerza de 4.000 indios que a órdenes del autóctono Mateo Pumakahua asoló las provincias de La Paz, Oruro llegando hasta Cochabamba: estas hordas indias, cometieron todas las atrocidades imaginables con las personas y las propiedades. Años más tarde, exhortado por el cura Muñecas comprendió que su actitud era contraria a los intereses de los americanos, sublevó a sus coterráneos en favor de la independencia atacando las ciudades de Arequipa y otras, muriendo Pumakahua en la acción de armas que se llevó a cabo en el río Humachiri.
Los Patriotas Pinelo y el Cura Muñecas en septiembre de1814. pasaron el Desaguadero derrotando a una fuerza realista, luego continuaron marcha sobre La Paz a la que entraron después de vencer la resistencia del Gobernador Marqués de Valdez Hoyos, el que hizo minar el palacio decidido a hacerlo volar con una cantidad de barriles de pólvora en caso de que los patriotas vencieran; el Gobernador fue preso y conducido al palacio, estando su vida en peligro, hizo saber a tiempo la voladura que había preparado; los barriles de pólvora fueron retirados y llevados al cuartel donde fueron depositados produciéndose una terrible explosión que causó muchas víctimas; se cree que al ser conducidos los barriles de alguno de estos fue saliendo el explosivo formándose algo así como una guía y que casual o intencionadamente quemó esa guía que llenó hasta el cuartel: el pueblo culpó de este desastre a los realistas y enfurecidos atacó los domicilios de los españoles residentes asesinándolos bárbaramente; la autoridad de los patriotas era impotente para contener la furia popular que calmó a la noticia de la aproximación de fuerzas realistas las que se presentaron con un efectivo de 2.000 hombres al mando del General Ramírez, contra estas fuerzas, salieron 500 patriotas a órdenes de Pinelo y Muñecas, siendo derrotados en Chacaltaya, Ramírez entró a La Paz y en venganza de la matanza que sufrieron sus compatriotas en la cuidad, ejerció las represalias más sangrientas durante siete días.
Una vez que el Brigadier Goyeneche dejó la ciudad de Cochabamba, apareció nuevamente el patriota Don Esteban Arce que depuso a las autoridades reales y organizó una fuerza de 3.000 hombres, marchó sobre Oruro a la que atacó siendo rechazado. Al tener conocimiento de este nuevo alzamiento, Goyeneche en persona marchó sobre Cochabamba saliendo de Chuquisaca. en todo el trayecto era atacado por las fuerzas del guerrillero Don Manuel Asencio Padilla el que pugnaba por incorporarse al ejército cochabambino.
Don Esteban Arce había salido con sus fuerzas de Mizque al encuentro de Goyeneche marchando con su vanguardia a órdenes del Comandante Lemoine: llegó a Sacabamba donde tuvo noticias exactas de las fuerzas enemigas por lo que decidió continuar adelante marchando día y noche hasta Paredones, lugar situado entre la laguna de Vacas y el Keñual; esta marcha forzada tenía por objeto alcanzar la estrecha garganta y la cuesta que da cima a Pocona. Sensiblemente la vanguardia enemiga logró llegar a la cumbre antes que los patriotas, los que vieron a los realistas descender la cuesta. Ante tal situación, los patriotas desplegaron sus fuerzas y esperaron la aproximación del contrario que atacó violentamente derrotando a los empecinados cochabambinos que dejaron en el campo de batalla el 24 de mayo de 1812 más de ochenta hombres entre muertos y prisioneros, los que fueron ultimados por el feroz Comandante Imas que decía no gustarle tener prisioneros Tal fue la acción de armas llamada del Keñual.
Victorioso Goyeneche, sin descanso siguió sobre Cochabamba llegó a Arani el 24 de mayo, continuó el día 25 sobre Punata y Cliza. Las hordas de Goyeneche en el trayecto cometían toda clase de abusos con los habitantes. Una fracción de sus fuerzas había sido destacada sobre el Cantón Muela, donde por los terribles abusos cometidos con los pobladores, todos los soldados españoles fueron muertos.
Muela fue castigada después con inaudita crueldad. El 26 de mayo ingresó la fuerza realista a Tarata donde continuó con los crímenes y abusos, en éste lugar y por orden de Goyeneche fue incendiada la casa de Don Esteban Arce; muchos patriotas o considerados como tales fueron victimados. El 27 de mayo acamparon en la Tamborada, en el lugar llamado los Trojes.
Desde los Trojes, Goyeneche dividió sus fuerzas en tres fracciones: la de la derecha tenía que trasmontar la serranía que se levanta a la derecha de los Trojes para seguir el camino que baja por Alalay, ésta columna estaba comandada por el General Juan Ramírez. La segunda fracción a órdenes de Goyeneche, seguía la ruta principal, es decir la del Ticti constituyendo la columna del centro: finalmente la tercera fracción tomaba la izquierda para avanzar por los caminos de Caraza y Quillacollo a órdenes del feroz Comandante Imas. El objetivo principal era ocupar la Ciudad, debiendo las tres columnas concurrir simultáneamente sobre ella.
La situación en la ciudad era de completa confusión, las opiniones ante la aproximación de los opresores era disconforme; se decía que había que pedir clemencia al conquistador español otra, y muy principalmente las mujeres expresaban su decisión de combatir y morir por la libertad dando ejemplo a los varones. Por último, se organizó la defensa ocupando las alturas de San Pedro, Alalay, el Ticti y San Sebastián, iniciándose la acción con algunos disparos dispersos hechos desde el Ticti y Alalay lo que hizo saber a Goyeneche de encontrarse cerca de los patriotas, arengó a sus soldados diciéndoles: “Sois dueños de las vidas y haciendas de los insurgentes, marchemos a exterminarlos y 5.500 soldados de las tres armas se lanzaron sobre los defensores de Cochabamba.
La cumbre de la Coronilla había sido organizada para la defensa concentrando el mayor número de los famosos cañones de estaño que los fabricaban los patriotas; colaboraban al fuego de estas rudimentarias armas en mayor número que los varones las mujeres y niños y contra esta parte de la defensa, se dirigió el ataque enemigo principal. Una muchedumbre numerosa rodeaba la célebre Coronilla, la resistencia fue heroica, el esfuerzo, máximo, la voluntad inquebrantable, con todo, nada pudo vencer al número de los enemigos, a la calidad de sus armas y al efecto de sus proyectiles. Trescientas personas quedaron muertas en la Coronilla, hombres, mujeres y niños rindieron la vida como .ejemplo para la posteridad; la matanza duró mucho tiempo, cesó el fuego y las bayonetas cumplieron su objeto. El conquistador no dio clemencia a nadie, niños que pedían perdón eran clavados en el suelo con las bayonetas, mujeres asesinadas formaban el cuadro del glorioso sacrificio.
Las huestes vencedoras, sedientas de sangre y ansiosas de pillaje azuzadas por sus Jefes, se dispersaron por toda la ciudad que les había sido entregada por su Comandante en Jefe y continuaron asesinando a las turbas indefensas. Los soldados sin disciplina ni moralidad cometieron durante tres días, cuanto crimen se puede imaginar, nada fue respetado solo se veía en la ciudad mártir, hogares profanados, comercios saqueados, casas incendiadas, cadáveres insepultos, sangre y desolación por todas partes. Tal fue la espantosa hecatombe del 27 de Mayo de 1812.
Las mujeres de Cochabamba habían cumplido su deber con un heroísmo extraordinario, por eso en todos los cuerpos del Ejército Argentino a la hora de pasar lista un Oficial preguntaba: ¿Están presentes las mujeres de Cochabamba?, y otro Oficial contestaba: ¡Gracias a Dios, todas han muerto en el campo del honor!

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