Foto: De Izq. a Der.: Miss Potosí, Miss Cochabamba, Miss
Chuquisaca, Miss Bolivia: Enna Gonzáles Aguilera de Santa Cruz; Miss La Paz y
Miss Oruro; que dedicaron esta fotografía a la Miss Foto: Edwin Rivera
Miranda |
Por: Edwin Rivera Miranda – Publicado en El País de Tarija,
el 20 de octubre de 2021. / Extraído del libro “Tarija… Las raíces de lo
nuestro, siempre perceptibles”. de Edwin Rivera Miranda
El 14 de febrero de 1936, el “Club Social” presidido por
Bernardo Trigo Pacheco, patrocina un Concurso de Belleza para elegir a “Miss
Tarija”.
La convocatoria se realizó a tráves del periódico de los
Amigos de la Ciudad: “¡Adelante!”, que en cada edición emitía cupones de
sufragio, los cuales eran depositados en un ánfora que se encontraba en la
administración del club, sellada por un Notario Público. La proclamación estaba
fijada para la efeméride tarijeña: el 15 de abril.
El 8 de abril, en cumplimiento a lo solicitado por la
convocatoria, se reunió el Jurado compuesto por el Prefecto del departamento,
Tomás Prieto Delfín; el Alcalde Municipal, Isáac S. Attié; el Jefe del Distrito
Escolar, Adolfo Piñeiro Román; el delegado del Presidente de los “Amigos de la
Ciudad”, Juan de Dios Mealla Otarola; el Presidente del “Club Social” Bernardo
Trigo Pacheco, y el representante de la prensa local, Alberto Rodo Pantoja. En
presencia del Notario Público, Néstor Castellanos, se procedió a la elección de
“Miss Tarija”. Habiendo sido electa por unanimidad, la señorita Aida Martínez
Martínez.
El 15 de abril, en ambientes del “Club Social” fue coronada
“Miss Tarija”. En el acto, los vates, el tarijeño Alberto Rodo Pantoja y el
paceño Luis Felipe Lira Girón, dan lectura a dos poemas en homenaje a la reina
de belleza:
HOMENAJE A S.M. AIDA MARTÍNEZ “MISS TARIJA”
Me ha ordenado mi musa, soberana señora,
que viniera a tu trono en esta lírica hora
a verter mi caudal de emoción.
En un brindis con vino de quimera,
por su majestad doña Aida Primera,
levanto mi áurea copa de ilusión.
Reina, este noble pueblo que te aclama, rendido,
como su soberana excelsa te ha elegido
porque te sabe digna de ostentar, princesa,
el preclaro blasón de gracia y de belleza.
Muy gentil te tributa su gran admiración,
y yo soy el heraldo de cada corazón.
Que a tus vasallos lleguen, llevadas por la brisa,
las diáfanas y armónicas perlas de tu risa.
Tiende el albo prodigio de tus manos princesa,
y habrá en los corazones palpitante tibieza.
Vierte sobre tu pueblo la luz de tu mirada
tierna y soñadora,
y habrá en nuestras pupilas, fulgurante, aromada
eclosión de aurora.
Poeta de Tarija, soberana señora,
he venido a tu trono e esta lírica hora
a verter mi caudal de emoción.
Y en un brindis con vino de quimera,
a nombre de Tarija, por doña Aida Primera,
levanto mi áurea copa de ilusión.
Alberto Rodo Pantoja
HOMENAJE A “MISS TARIJA”
Señor, soy el juglar
que en el roquedal sin fin
encintó su mandolín
para llegar a tu lar.
Ya en tu lar voy a cantar
en tu honor mi juglería…
Romero de romería,
arrastraré mis quimeras
saludando a las banderas
de toda tu señoría.
Si por vereda ignorada,
bajo el estupor del sol,
vino el abuelo español
tendida al valle la espada,
al fulgor de tu mirada,
milagro deshecho en luz,
traigo yo bajo el capuz
la cantiga landatoria
que se enredará en la gloria
de tu cabello abenuz.
…
Luis Felipe Lira Girón
El 18 de enero de 1937, Aida Martínez acompañada de su madre
y de su hermano Luis Zacarías, se traslada a la ciudad de La Paz para
participar en el concurso de “Miss Bolivia”. El torneo nacional de belleza
estaba previsto para el 23 de ese mes.
Pero, el 20 de enero, el periódico paceño “La
Calle” publica un artículo denominado: “Mi Homenaje a Miss
Tarija” de Carlos Medinaceli -bajo el seudónimo de Tristán Shandy-:
Mi Homenaje a Miss Tarija.-
…Después de la guerra con el Paraguay, la mejor guerra que
podrían emprender estos patriotas [tarijeños] es la guerra contra sí mismos,
contra su andalucismo, su aletargamiento y su somnolencia intelectual.
Este otro gran problema que no obstante su notoriedad, nadie
ha tenido la sinceridad de plantearlo en términos claros: la falta de lucidez
en la inteligencia del tarijeño corriente.
Este hecho que podría reconocer una de sus ejecutorias de
abolengo en la chicha, según el doctor Genaro Villa, deriva de una causa
física, de la falta de yodo en la atmósfera. Según el mismo facultativo, esa
también es la causa para la propagación del bocio. Y como ya sabemos por los
modernos estudios de endocrinología, el bocio es, según el Dr. Marañón, causa
de ineptitud mental.
En el pueblo de Luis de Fuentes, reina un tal ambiente de
zoncera que es una de las cosas más encantadoras del mundo. Por eso es que les
ha gustado tanto a los poetas y colaboradores espontáneos de los diarios
metropolitanos. En cuanto ponían los tales el pie en la Loma de San Juan ya
sentían que dentro de sí les nacía la musa de Pierre Loti o de Paul Moranda. Y
se creían obligados a enviar a “El Diario” o “La Razón” el inevitable poema o
impresión de viaje del Guadalquivir, imprescindiblemente también dedicado “a la
señorita X”. Efectos de la atmósfera. No de la zoncera.
Hay un tal ambiente de “Eterno Femenino” aquí que mezclado
con el fuerte olor de los naranjos, es algo que absorbe los sentidos y embota
la inteligencia hasta enervar la voluntad. Y, esto, que si individualmente para
los que visitan Tarija de paso es un regalo de vida, en cambio, socialmente, o
sociológicamente hablando, si el término no es pedante, es lo peor que le puede
ocurrir a un pueblo. En primer lugar, es obvio pensar que en una sociedad donde
ya sea por una causa u otra, por su belleza, por su abundancia, por su mayor
euforia vital o su actividad, es la mujer que la predomina y domina, ese pueblo
ha de permanecer arrebatado a las modalidades propias, a las virtudes pequeñas
y comineras del espíritu de la mujer.
…-Bueno, se dirá, pero esto no es un homenaje a Miss Tarija
¿Qué más homenaje que la verdad? Si yo pudiera ser absolutamente sincero, no le
haría un soneto ditirámbico a ninguna Miss o Reina de Belleza. Le diría: -
Mire, señorita, no se engañe ni se enfatúe con su reinado, porque como dijo el
auténtico Sócrates, “la belleza de la mujer es una soberanía que dura poco tiempo”.
Y, además estos concursos de belleza actuales, como toda invención yanqui,
tienen un repulsivo carácter comercial, los mejores ejemplares para obtener el
mejor rendimiento económico. El que a una buena y casera jovencita se la
proclame Reina de la Belleza es hacerle un mal, en nuestro económico país,
porque ya casi nadie se anima a casarse con ella ¿Quién ha de ser el guapo que
cargue con una Venus de Milo a su casa? Porque se necesitaría nada menos que
tener el valor de un Júpiter para decir: -Oye Afrodita, alcánzame esos
calzoncillos. O, lávame esos calcetines. Y Anadiómena conteste malhumorada:
Allá tú con tus cosas. Yo tengo que dar de mamar a la guagua. He ahí la
soberanía de la mujer.
Apenas sale la publicación del periódico “La Calle”, se armó
un alboroto que fue mayúsculo, el “Centro de Acción Tarijeña” (residentes
tarijeños) de la ciudad de La Paz, se reúnen; una de sus primeras
determinaciones es que la soberana tarijeña no participe del concurso nacional
de belleza. Conocedor de esta noticia, el Presidente de la República, David
Toro Ruyloba, se traslada al hotel “Sucre Real Palace” donde se alojaba la Miss
Tarija para convencer a que participe del concurso; pero, los residentes
tarijeños, sacan a la reina del hotel por la parte posterior, no llevándose a
cabo el encuentro.
La Liga de Juventud Femenina y los periodistas de La Paz,
organizan un “excelso homenaje” a “Miss Tarija”, entregándole un pergamino en
señal de desagravio. El principal “defensor de Tarija” en la ciudad de La Paz,
fue Heriberto Trigo Paz, quien publicó un artículo, que fue difundido en los
principales periódicos del país: La Cobardía, frente al valor y la verdad:
La Cobardía, frente al valor y la verdad. -
Como quien lanza una piedra para después esconder la mano,
un cobarde anonimista -oculto bajo el seudónimo de Tristán Shandy- ha ultrajado
sin tasa ni medida la honorabilidad de nuestro pueblo, la dignidad de nuestra
Raza, en un artículo publicado en “La Calle”, de La Paz, bajo el rubro inocente
de “Mi Homenaje a Miss Tarija” …
Tristán Shandy nos habla del Valor y la Verdad. Y no tiene
este triste individuo, ninguna de tales virtudes. Por el contrario, solo nos
muestra su inaudita cobardía. Predica valor. Y, para difamar a un pueblo, se
escuda en un ridículo seudónimo.
Nos habla de “machismo”. Y allá en Tarija, cuando era la
Guerra del Chaco, Medinaceli lamió la bota militar para conseguir refugio en la
regencia de una cátedra del Colegio Nacional “San Luis”.
Valor habría tenido el repudiable personaje que nos ocupa,
si cuando estuvo en Tarija, en vez de exaltarnos desmedidamente, como lo hizo,
hubiese puntualizado las taras y miserias que cree encontrar en nuestro pueblo
Chapaco. Pero, por el contrario, ha esperado estar lejos de Tarija para
endilgar a una bella damita de nuestra sociedad, su bilis contenida largo
tiempo. Así cualquiera es Valiente…
Y, por último, valiente ha de ser el tal Tristán, si
responde a las tantas iniciativas que le venimos haciendo los tarijeños
residentes en La Paz para que salga al campo del honor. Lo reclamamos como
Hombre. Y, no aparece. Está oculto como gallina…
Cree ser poseedor de la Verdad, y, a su concepto, la beldad
de la mujer no es Verdad. Como que tampoco es verdad para él la generosidad del
pueblo tarijeño a cuyo amparo vivió por espacio mayor de un año…
Los periódicos paceños “Última Hora”, “El Diario” y “La
Razón”, se ponen de acuerdo y publican extensos artículos en defensa del pueblo
tarijeño.
…Walter Dalence, potosino y ferviente admirador de las
virtudes cívicas del pueblo tarijeño, en dos artículos hace pública su protesta
por infamia cometida con la señorita Tarija, diciendo que no es ni puede ser un
potosino quien haga aquello, ya que los hombres de la Ciudad Única, son
incapaces de una infamia. Señala a Medinaceli como cinteño. Cualquiera que fuese
su origen nativo, es un boliviano quien nos ultraja y nos hiere (“Última Hora”.
29 de enero de 1937).
Contra Homenaje a Miss Tarija…No quiero en este momento
discutir las desde luego discutibles aseveraciones del articulista a que me
refiero; quiero solamente tocar otro punto de la cuestión. Dicho individuo
puede muy bien tener las ideas que expresa y que descaradamente dio a la
prensa; pero por ningún motivo era el momento de publicarlas; y de haberlo
hecho, no era un diario y mucho menos un diario paceño, el medio apropiado. En
el mejor de los casos las habría podido dar a la luz pública en un folleto de
mala muerte, folleto que nadie leería. Es de elemental cortesía personal y
colectiva el tratar a los huéspedes con las consideraciones y respeto. Desgraciadamente,
en este delito, tienen tanta culpa el autor del artículo como el director del
artículo y el personal de redacción del mismo… (“La Razón”. Guillermo Mariaca
28 de enero de 1937).
Otro de los tarijeños que repudiaron la publicación de
Carlos Medinaceli en el periódico “La Calle”, fue el Prof. Víctor Varas Reyes
que trabajaba en el Colegio “Pichincha” de Potosí. El 15 de abril de 1937, dio
una Conferencia en el Salón principal de Universidad “Tomás Frías” de Potosí, a
profesores y alumnos del Colegio, refutando a Medinaceli:
Sr. Rector:
Colegas:
Alumnos del “Pichincha”
El hecho de que en un periódico de La Paz, con ignorancia
del Director, cobijado bajo un seudónimo y mediante un artículo cuyo autor
ensayó con poca fortuna la ironía, se calificó a Tarija poco menos que como un
país de idiotas, que no ha dado nada de sí a excepción del Presidente Arce, nos
sugiere el hacer conocer en forma esquemática, que la tierra de don Luis de
Fuentes supo dar, a través de toda la Historia boliviana, hombres que representaron
dignamente no sólo a su terruño, sí que también a la patria entera…
El Director General de Propaganda del Gobierno Nacional,
emplazó al Director de “La Calle”, Nazario Pardo V., para que realice una
explicación de lo publicado por su periódico; quien manifestó: Recibí el
artículo y creí que se trataba de un respetuoso homenaje a “Miss Tarija” y sin
darle mayor lectura lo pasé a caja imprenta. La Unidad gubernamental dispuso
que el periódico, suspenda sus ediciones por 15 días.
Al final, la “Miss Tarija”, no fue partícipe del concurso de
belleza nacional, a pesar de los ruegos de los organizadores del evento.
Si bien Aida Martínez no fue concursante del torneo de
belleza nacional, estuvo presente en el evento. Fueron seis las representantes:
de Potosí, Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz, Potosí y Oruro. Fue elegida
“Miss Bolivia”, la Srta. Enna Gonzáles Aguilera, representante del departamento
de Santa Cruz, que fue coronada por el Presidente de la República. Pasado el
programa, las seis representantes, se toman una fotografía y la dedican a la
reina tarijeña.
El 2 de febrero de 1937, Aida Martínez, retorna a la ciudad
de Tarija, fue recibida por numerosas señoritas presididas por Rosa Pizarro
Aráoz (la primera “Miss Bolivia”), acompañada de autoridades políticas y
representantes de varias entidades sociales, culturales, deportivas y obreras.
Años después, el Director del periódico “La Calle”, Nazario
Pardo Valle, manifestaba:
[El Centro de Acción Tarijeña] averiguaron el nombre del
autor y en una reunión de residentes tarijeños acordaron matarnos. El Coronel
[Armando] Ichazo [Urquidi] les dijo que no necesitaban sortear, que él se
ofrecía para pegarnos dos balazos. Medinaceli tuvo que desaparecer de La Paz y
esconderse en la propiedad de su padre, cerca a Cotagaita hasta que amainara la
tormenta.
Un día que el Prefecto Alfredo Santalla Estrella, me invitó
a tomar unos tragos en un restaurante, me acometieron unos tarijeños y uno de
ellos, un teniente, me dio un golpe con la cacha de su revólver sacándome el
ojo de su órbita. En otra ocasión cuando salía del teatro Municipal, otro grupo
me agredió. El periódico fue clausurado por dos semanas. Medinaceli pudo volver
a La Paz, recién cuando lo eligieron Senador. La representación tarijeña
amenazó con retirarse si él asistía a las reuniones y tuvo que intervenir
Víctor Paz Estenssoro para tranquilizar los ánimos.
Carlos Medinaceli lamentó después que se hubiera producido
tal alboroto y siempre recordó a Tarija con afecto, al extremo de que dispuso
de que el único bien que poseía, que era su biblioteca, fuera donada a la
Universidad Autónoma “Juan Misael Saracho”, encargo que cumplió su
hermana (Mariano Baptista Gumucio).
Aida Martínez Martínez, nació en la ciudad de Tarija el 13
de noviembre de 1917. Hija de Marcio Martínez y María Martínez.
En primeras nupcias con Carlos Paz Vásquez, tuvo dos hijos:
Luis y María Teresa.
Habiendo enviudado, se casó con el Gral. Armando Ichazo
Urquidi.
Falleció el 31 de julio de 2006. Sus restos mortales
descansan en el Cementerio General (calle 2 entre B y C).
No hay comentarios:
Publicar un comentario